Un estudio de OCU recomienda los dispositivos más fiables.
La fiebre se define como el aumento de la temperatura corporal por encima de los valores normales, que oscilan entre los 35,3 y los 37,7 ºC. La opción más recomendable para medir la fiebre según el estudio de OCU Organización de Consumidores y Usuarios, son los termómetros digitales de contacto, que a día de hoy son también los más usados. Pueden adquirirse desde menos de 6 euros los siguientes:
Termómetro digital flexible de Sanitec
Termómetro digital de Alvita
La medición en la axila es la más habitual en adultos, y también en niños. Se trata de una zona periférica del cuerpo, en la que la temperatura puede ser hasta un grado más baja, por lo que cifras superiores a 37 ºC ya pueden considerarse fiebre.
El recto es el método que ofrece una medición más precisa en bebés, en especial por debajo de los tres meses. Se trata del lugar en el que se registra una temperatura más elevada, por eso en este caso no suele hablarse de fiebre hasta rondar los 38 ºC.
El oído suele medirse con termómetros sin contacto que recogen la temperatura en el tímpano, donde suelen registarse temperaturas a mitad de camino entre las de la axila y las del recto. Suele considerarse que hay fiebre a partir de 37,5 ºC.
La boca ofrece una medición precisa en adultos y niños capaces de colaborar en sujetar el termómetro debajo de la lengua. Igual que en el oído, suele considerarse fiebre a partir de 37,5 ºC.