Ambas cumplen sus bodas de plata en Ceuz Roja y siendo referentes del programa de personas mayores
Maria Jesús Garcia Serrano e Isabel Muñoz Terradillos son sin duda dos nombres propios en mayusculas dentro de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Peñaranda, sede en la que llevan desempeñando una emotiva y desinteresada labor desde hace 25 años.
Ellas son un claro ejemplo de entrega y apuesta por la ayuda vecinal, algo que vienen realizando desde 1.999 año en el que comenzaban a formar parte del área de personas mayores y la preocupación diaria por cada uno de ellos.
“En aquel momento estábamos 15 personas y ahora solo quedamos nosotras dos de todos aquellos. La pandemia acabo con acciones tan importantes como las visitas a los mayores, a lo que se suma el cambio en el servicio teleasistencia” aseguran.
Tal y como apunta Maria Jesus, “yo siempre he trabajado en residencias y con la gente mayor…cuando me propusieron ser voluntaria no lo dude ni un momento…y llegue en el 99 cuando terminaba la presidencia de Nico, algo que generaba que las 15 que estábamos quedáramos al frente de Cruz Roja para evitar su cierre. Fueron tiempos duros, ya que teníamos que hacerlo todo entre las que éramos pero, o lo hacíamos así o nos cerraban la sede, y eso no entraba dentro de nuestros pensamientos”.
Fueron meses de convulsión, de tener miedo al final, pero a los que ambas se sobreponían a base de no poco esfuerzo.
Isabel, emocionada, recuerda especialmente “las visitas en casa a los mayores. Recuerdo un caso de un matrimonio que era muy contrario a recibirme y al final, poco a poco, con paciencia y entrega, llegue a hacerme con ellos y hasta pedían mas visitas semanales…en muchos casos se trata de escuchar, solo eso…es muy duro al principio pero al final es tan gratificante”.
“Hay muchas personas que están muy solas y hay gente que de verdad necesita ese calor y ese apoyo que le podemos ofrecer. Es la tarea más importante, la de acompañar y escuchar” aseguran.
“Si te digo que hubo una señora que casi nos echaba de casa y paso, poco a poco, nos dejo entrar hasta llegar a pedir que la duchara y le hiciera la comida…es algo tan bonito como difícil de explicar” recuerda Maria Jesus.
Hoy, celebrando sus particulares “bodas de plata” con Cruz Roja en Peñaranda, Isabel y Maria Jesus no plantean marcharse: “mientras las fuerzas y el animo nos acompañen seguiremos siendo voluntarias de Cruz Roja” y añaden que esto, el ser voluntarias “es una forma de vida, una manera de entender el día a día y la realidad que vivimos”.