El equipo dirigido por Dani Ponz ha pasado de ronda en Copa del Rey y sueña con medirse a uno de los mejores rivales del planeta
Unionistas es el Real Madrid del fútbol de barro. Tiene estrella y ese aura especial que le hace ser capaz de lograr cosas casi inimaginables. El triunfo y la eliminación a todo un histórico como el Sporting de Gijón ya no sorprende a casi nadie, pero no por ello deja de ser acojonante.
Los días en los que el Reina está a reventar siempre me hacen pensar que otra gesta viene de camino... y casi nunca suele fallar ese pensamiento. No es un campo de 30.000 personas, pero tiene esa magia que hace que los rivales sufran un mundo y los jugadores de casa se vengan arriba como nunca.
Salvando las distancias, ya van muchos años viendo al equipo como para permitirme la comparación con todo un señor Real Madrid, con el que ya se enfrentó antes de la pandemia, allá por enero de 2020, y le plantó cara en Las Pistas a cracks mundiales como Marcelo, Militao, Isco, Bale, James, Benzema o Vini Jr. Esa capacidad para salir a flote en los peores momentos y dar un golpe encima de la mesa no la tienen todos.
Muchos dicen que Unionistas tiene flor, y seguramente que sí la tenga. Pero la flor, la suerte o como quieran llamarlo, se busca. Otros no son capaces ni de levantarse de la silla e ir a por ella. Y cuando tantos años la vida te sonríe, igual es que algo estás haciendo bien. Más aún cuando vienes de la nada y con gente dando el callo por amor al arte.
Unionistas goza de un talento especial, de estar tocado por la varita mágica del Dios del fútbol y de una afición volcada hacia él. Si con el pastizal invertido en el Reina Sofía se hubiera hecho un campo mucho mejor de lo que hay ahora mismo, eso sería ya una caldera escandalosa. Sin embargo, no todo es el campo. Puedes tener una joya y tratarla como a una piedra o tener una piedra y tratarla como a una joya. A más de uno se le debería caer la cara de vergüenza. Ya saben a lo que me refiero. Algunos ahora me llamarán 'pelota', otros me criticarán por decir la realidad de un club con un mérito enorme. Esto no va de ser un equipo u otro, solo va de ver la irrisoria diferencia en un lado y en otro.
Chapeau Unionistas... y también para Dani Ponz, uno de los mejores entrenadores que ha pasado por aquí en los últimos años. A soñar con el premio gordo. Estoy convencido de que algo bueno vendrá por Reyes.