Cruzar océanos para vivir y trabajar en Salamanca

Salamanca sigue siendo una ciudad de acogida para miles de personas que, por razones laborales, familiares, formativas, de seguridad o, incluso, políticas, tienen que salir de su país.

Aunque es difícil precisar la cifra exacta de extranjeros que se ha trasladado a Salamanca a lo largo de 2023, 4844 personas han presentado solicitudes de autorizaciones de estancia o residencia en la Oficina de Extranjería de Salamanca. Se trata de una cifra más alta que la registrada en 2023, cuando la Subdelegación del Gobierno informaba de que 4.283 extranjeros que habían regularizado su situación con concesión de estancia.

Construir un futuro en Salamanca es la meta de miles de migrantes que han llegado este año a la provincia. El largo laberinto burocrático hasta conseguir la residencia de carácter permanente y la nacionalidad atraviesa decenas de procedimientos administrativos: estancias de corta duración, residencias temporales, prórrogas, reagrupaciones familiares, permisos de trabajo, residencias de larga duración… Un camino largo hacia la estabilidad laboral y personal en España.

La puerta de entrada hacia una vida en Salamanca es, muchas veces, la Universidad y otras instituciones de enseñanza. 1945 personas han solicitado autorización de estancia por estudios, investigación, formación, intercambio de alumnos o prácticas no laborales. A estos cerca de 2000 extranjeros hay que sumar otros 1147 que han pedido una prórroga por la misma razón, continuar con sus estudios. Esta autorización de estancia permite residir en España mientras dura la actividad con el límite máximo de un año o de dos.

Ya en el ámbito laboral, 668 personas han solicitado este año una autorización inicial de residencia temporal y trabajo por cuenta ajena. Se trata de un permiso que solicita un empleador o empresario para la contratación de un trabajador por un periodo superior a noventa días e inferior a cinco años. Entre los requisitos que deben cumplir para conseguir esta autorización está el presentar un contrato firmado por el empleador y trabajador que garantice al trabajador una actividad continuada.

Por protección internacional; razones humanitarias; colaboración con autoridades públicas; seguridad nacional o interés público, contra redes organizadas o por ser víctimas de trata de seres humanos: estas son las categorías que permiten la solicitud de la autorización de residencia temporal por circunstancias excepcionales. 792 personas la han tramitado en Salamanca este año.

La reagrupación familiar es otro de los objetivos de las personas migrantes que llegan a España. Este procedimiento permite la entrada en el país del cónyuge, los hijos o los de su cónyuge o pareja siempre que sean menores de 18 años o tengan alguna discapacidad, los ascendientes en primer grado, o los de su cónyuge o pareja, cuando estén a su cargo, sean mayores de sesenta y cinco años, y existan razones que justifiquen la necesidad de autorizar su residencia en España. La residencia temporal por reagrupación familiar (inicial y renovación) ha sido solicitada por 319 personas. La tarjeta de residencia temporal y permanente de familiar de ciudadano de la Unión Europea es la demanda de 291 y de 129 personas, respectivamente, no ciudadanas de la UE. Tienen derecho a residir en España si son familiares de un ciudadano español o de otro Estado miembro de la Unión Europea, o de otro Estado parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo o Suiza. Los certificados de registro de residencia temporal comunitaria solicitados ascienden a 289, y los de permanente, a 121.

La tranquilidad y la estabilidad para las personas migrantes suele llegar en forma de residencia de larga duración, que autoriza a residir y trabajar en España indefinidamente en las mismas condiciones que los españoles. Aspiran a ella 290 personas en 2023 y uno de los requisitos es haber residido legalmente y de forma continuada en el territorio español durante cinco años.

El extenso periplo administrativo que los extranjeros recién llegados recorren para iniciar una nueva vida en España es compartido entre muchos de los 15.856 que, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), viven en Salamanca. Las cifras muestran que el número de extranjeros que habitan en la provincia aumenta cada año: en los registros del INE de 2022 figuran 587 extranjeros más que en 2021. Aun así, se trata de una cifra muy por debajo de la media nacional. En España el 11,6% es de origen extranjero, y en Salamanca ese porcentaje no llega al 5%.

De esas casi 16.000 personas, 9566 se concentran en la capital. Por municipios, Santa Marta de Tormes, con 559 personas extranjeras es el municipio más multicultural, seguido de Guijuelo y Béjar, con 509 y 498.

La comunidad de extranjeros más numerosa en Salamanca es la marroquí, con un total 1851 personas residentes en toda la provincia, una gran parte de las 2787 personas de origen africano que muestran los datos del INE. Por países, a Marruecos le sigue Portugal, con 1472 personas establecidas en Salamanca y Rumanía, con 1249. Colombia es el cuarto país que más compatriotas aporta: un total de 1163.

Lo cierto es que América es el continente del que más extranjeros en Salamanca proceden (6775 personas), seguido de Europa (5016), 4336 de los cuales vienen de otros miembros de la Unión Europea. Los países de América del Sur son la tierra de origen de 4596 personas, y América Central y el Caribe, de 1777. Procedentes de Estados Unidos, Canadá y México son 402 personas.

La falta de información o de recursos lleva a estas personas a acudir a entidades como Salamanca Acoge, Cruz Roja, Cáritas, Accem (ONG especializada en el trabajo vinculado al derecho de asilo y la protección internacional), YMCA y otras. Estas organizaciones ofrecen asesoría legal para conseguir regularizar su situación en España, formación, asistencia en la búsqueda de empleo, vivienda… La posición de desprotección y vulnerabilidad en la que se encuentran muchas personas migrantes que llegan a Salamanca es el territorio en el que actúan estas entidades. Formar a sus usuarios para que consigan un empleo cualificado que les permita estabilizarse es solo uno de los primeros pasos.