, 22 de diciembre de 2024
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"Ser embajadora de la Marca Ejército es un reconocimiento que me hace muy feliz"
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ALBA DE TORMES

"Ser embajadora de la Marca Ejército es un reconocimiento que me hace muy feliz"

Actualizado 30/11/2023 10:31
Roberto Jimenez

Discurso de Rebeca Ruiz durante el acto de reconocimiento como Embajadora de la Marca 'Ejercito'

Excelentísimo Señor Comandante Militar de la Provincia de Huesca, autoridades militares, autoridades civiles, familiares y amigos que hoy me acompañáis.

Me resulta francamente difícil expresar con palabras un agradecimiento que esté a la altura de la confianza que el Ejército de Tierra ha depositado en mi persona al nombrarme Embajadora de la Marca Ejército.

Para mí es un honor, un privilegio y un orgullo aceptar este nombramiento. Un nombramiento que al mismo tiempo supone una gran responsabilidad y un reto que asumo encantada, honrada y agradecida, desde el respeto y la admiración que guardo hacia nuestro Ejército.

En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento al Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Excelentísimo Señor General Enseñat y Berea; Al Excelentísimo Comandante Militar de la Provincia de Huesca, el General Vivas, por mi nombramiento como embajadora de la Marca Ejército.

Y por supuesto, al Regimiento de Infantería de Cazadores de Montaña Galicia 64, por promoverlo; y especialmente a su jefe, el Coronel Ortiz. Durante estos años de relación con el Galicia, con el regimiento de Jaca, he tenido la suerte inmensa de coincidir con hombres y mujeres con un espíritu de sacrificio y entrega sin igual.

Son mis particulares herederos de Oreo, como me referí a ellos cariñosamente en un reportaje hace unos años. Ellos son para mí ejemplo e inspiración. Hombres y mujeres íntegros y valientes que además son excelentes profesionales. Que me recibieron un día con los brazos abiertos. Con los que he llorado y he reído. Y entre los que hoy puedo presumir de tener grandes amigos.

De todos ellos sigo aprendiendo cada día el significado del amor a la patria, el espíritu de sacrificio, la lealtad, el compañerismo, el espíritu de servicio, la disciplina, la excelencia, el sentido del deber, la ejemplaridad, el honor y el valor.

Valores que han inspirado cada una de las líneas que después he escrito sobre ellos. El mérito es suyo. De esos hombres y mujeres que un día pusieron sus vidas al servicio de España. El sacrificio es suyo. Y yo me siento afortunada de poder estar a su lado para contarlo.

Ser embajadora de la Marca Ejército es un reconocimiento que me hace muy feliz, posiblemente inmerecido y que nunca pude imaginar hacia mi trabajo. Pero también es un reconocimiento a quienes siempre han estado a mi lado.

A Carlos, compañero y maestro, que ha sabido como nadie entender mi carrera y mi dedicación, y que siempre ha estado ahí. A nuestros hijos. Al soldado Javier del Pueyo -mi Javi- y a Carlos -Carletes- a los que tanto tiempo he robado para dedicarlo a mi profesión y de los que nunca he escuchado una sola palabra de reproche cuando no he podido estar con ellos; y que a pesar de todo se han convertido en hombres hechos y derechos, en hombres de bien, de los que no puedo sentirme más orgullosa.

Es un reconocimiento también a mi familia. Al esfuerzo que hicieron mis padres por nosotros. Y a los valores sólidos que nos inculcaron desde niños a mis hermanos y a mí. Especialmente me acuerdo de mi padre, que se fue demasiado pronto, pero que yo sé que estaría muy orgulloso de verme hoy aquí.

No quiero terminar sin insistir en que el título de Embajadora de la Marca Ejército va a suponer un enorme desafío profesional y personal para mí.

Hoy me comprometo ante vosotros, con toda humildad, a dedicar todas mis fuerzas a seguir fortaleciendo la imagen de nuestro Ejército y a difundir la labor que desarrollan los hombres y mujeres íntegros, valientes y comprometidos que lo forman.

Me pongo, así pues, al servicio de España, de nuestro Ejército de Tierra, y especialmente de nuestro regimiento. De mi regimiento, de El Señor, del Galicia, porque para mí es mi regimiento. Y lo hago como cazadora honoraria de montaña, como reza nuestro himno, por mi fe, por mi patria y por mi honor.

Eternamente agradecida.