Este proceso pasa por la electrificación y es esencial para abordar el cambio climático y utilizar la energía de manera más eficiente
Iberdrola, CEOE Castilla y León y Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) han celebrado hoy en Valladolid una jornada para promover la descarbonización en el sector industrial, a la que han asistido cerca de un centenar de representantes de empresas y otras entidades de la comunidad y en la que se han presentado diferentes opciones para avanzar en este proceso.
El consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y león, Carlos Fernández Carriedo, ha explicado que la descarbonización plantea tres retos para las empresas a través del autoconsumo energético: “primero, por la reducción de costes por el suministro energético que permite aumentar su competitividad; segundo, porque se aseguran con instalaciones propias el suministro energético; y tercero, porque se puede obtener una certificación verde que es imprescindible para acceder a algunos mercados internacionales”.
Por su parte, el presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, ha precisado cómo “desde las Organizaciones Empresariales apoyamos a las empresas en este arduo camino de la descarbonización, desde el convencimiento de que la transición energética de las empresas debe ser compatible con la mejora productiva y del nivel de competitividad”. No obstante, ha señalado que “este camino supone un reto para nuestras empresas, que necesitan no solo de un marco adecuado para desarrollar su actividad empresarial, sino también de apoyos para poder acometer las importantes inversiones que lleva aparejada esta transición ecológica”.
“La descarbonización de la industria a través de la electrificación es esencial para abordar el cambio climático, utilizar la energía de manera más eficiente y fomentar la innovación. Para poder llevarla a cabo hay que tener un mayor compromiso con las redes, por cada euro que se invierta en renovables debe invertirse un euro en redes eléctricas”, ha subrayado el delegado de Iberdrola en Castilla y León, Miguel Calvo. De hecho, Calvo estima que es necesario incrementar las inversiones en redes para poder integrar la nueva potencia renovable, ofrecer seguridad de suministro y resiliencia frente a fenómenos climáticos extremos y poder desarrollar la digitalización del sistema, tan necesaria para la expansión de la movilidad eléctrica, el autoconsumo y la electrificación del calor en la industria.
Asimismo, el presidente de Empresa Familiar de Castilla y León, Pedro Palomo, ha destacado en su intervención el compromiso firme de la empresa familiar con la sostenibilidad y su apuesta por el uso más eficiente de los recursos energéticos, si bien ha insistido en la necesidad de mayores incentivos y una simplificación administrativa que facilite a las empresas la implantación de todos aquellos procesos respetuosos con el medio ambiente que contribuyan a incrementar su competitividad.
“El PERTE de descarbonización industrial es una buena oportunidad para que nuestras empresas puedan hacer frente al reto de la sostenibilidad, pero su éxito depende de que sus fondos lleguen a la empresa de forma eficiente, sin ahogarnos en burocracia y dirigidos a financiar los proyectos que necesitamos para afrontar la transición verde”, ha asegurado.
Cinco empresas punteras de Castilla y León que apuestan por la sostenibilidad: Campofrío, Verescence, DSSmith, Abadía Retuerta y Huercasa han desgranado sus diferentes casos de éxito en su camino a la descarbonización.
Mientras que Jorge Sanz, consultor energético y expresidente de la Comisión de expertos sobre Transición Energética, ha abordado la necesidad de reducción de la dependencia de combustibles fósiles de las industrias y ha compartido los objetivos y oportunidades que se abren con el Green Deal Industrial Plan de la Comisión Europea.
La descarbonización de la industria a través de la electrificación es esencial para abordar el cambio climático, utilizar la energía de manera más eficiente y fomentar la innovación. Se trata de un paso crucial hacia un futuro más sostenible y resiliente.
Gran parte de la necesidad energética de la industria viene del llamado calor industrial, el que se emplea en los procesos propios de esta actividad. Y es que el calor se necesita para una amplia gama de aplicaciones industriales, como calentar fluidos, generar vapor, llevar a cabo reacciones químicas, secar materiales, fundir metales o también proporcionar calefacción en las instalaciones. Además, por su gran variación de aplicaciones, el calor industrial suele requerir diferentes niveles de temperatura y cantidades de calor, según las necesidades específicas de cada proceso.
Históricamente, para generar este calor se han empleado combustibles fósiles, como gas natural, petróleo y carbón en calderas y hornos industriales. Sin embargo, el creciente interés en la sostenibilidad y la búsqueda de una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, hacen que la industria busque cada vez más fuentes de calor renovables y más eficientes energéticamente. No hay duda de que la descarbonización de la industria a través de la electrificación es fundamental para avanzar en la lucha contra el cambio climático.
Además, la electrificación permite un uso más eficiente de la energía a la vez que posibilita la implementación de tecnologías de control y monitoreo más avanzadas, lo que da como resultado una gestión más precisa y eficiente de los procesos industriales.