De Farina a la actualidad: Salamanca respira arte flamenco
El flamenco es una expresión artística resultante de la fusión de la música vocal, el arte de la danza y el acompañamiento musical, denominados respectivamente cante, baile y toque. Entró a formar parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco el 16 de noviembre de 2010, por eso cada año en esta fecha se celebra su Día Mundial.
Sin embargo, su historia se remonta muchos años atrás, en la Andalucía más profunda y otras regiones, en especial, del sur de la Península. Pero en Salamanca también llegó y lo hizo para quedarse. Así, el profesor jiennense Rafael Láinez Alcalá, entonces catedrático de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad salmantina, señalaba en los años 60 que “el Tormes se Guadalquivea”, dando a entender, que entre Salamanca y Sevilla existe un auténtico parentesco de afinidades. Entre ellas: el arte del flamenco.
Con el paso de los años de Salamanca han salido grandes artistas, el más conocido: Rafael Farina. Icono del flamenco, Rafael Antonio Salazar Motos (así es su nombre completo), nació en la localidad de Martinamor un 2 de julio de 1923 y murió en Madrid el 21 de noviembre de 1995. Sin embargo, pronto comenzó a vivir en Salamanca, donde los bares y las fiestas eran sus escenarios.
Estatua de Rafael Farina en la Vaguada de la Palma
De ahí dio el salto para llevar el flamenco por el mundo, siendo uno de los artistas de este género más reconocidos a nivel mundial. Eso sí, llevando siempre por bandera a Salamanca, como dice su canción, que ya es un himno para la ciudad: “Salamanca tierra mía, de arte y sabiduría, Eres joya sin igual, Tu brava ganadería es la casta y alegría de la fiesta nacional”.
Icono del flamenco, es la figura más representativa de Salamanca en este arte y abrió el camino para otros. Tan importante fue su influencia, que en el Barrio Chino, donde creció, hay una estatua en su honor.
Salamanca es ciudad de arte, de pasión y el flamenco es clave. La ciudad siempre ha tenido un importante séquito de aficionados al flamenco en todas sus versiones, ya sea baile o canto. Han nacido y se han creado algunas peñas y asociaciones del flamenco.
Salamanca continúa en la actualidad unida al flamenco y es que existen diversos lugares que ofrecen la posibilidad de conocer este arte más en profundidad. Entre ellos se encuentra la Escuela Flamenca Chua Alba, la Sala Flamenco y unas de las citas más importantes: Noches de Fonseca, organizadas por la Universidad de Salamanca, y que suelen programar flamenco.
Asimismo, en el Centro de las Artes Escénicas y de la Música (CAEM) de Salamanca también ha creado un festival flamenco que suele tener lugar en el mes de febrero; o en la provincia, donde destaca el Festival Flamenco Ciudad Rodrigo.
Y es que a Farina le siguen muchos otros artistas. En la actualidad el grupo Salameco es conocido por sus actuaciones y versiones de canciones míticas en flamenco. Del mismo modo tenemos a Fran Colmenero, compositor y cantante muy ligado al flamenco, con toques de pop, y que ha compuesto canciones en este género para homenajear a la ciudad: “Y es que ser tan charro es tener suerte”, dice una de sus letras más conocidas.
En el baile también la provincia puede presumir de grandes artistas, como la bailarina y coreógrafa Triana Ramos, con raíces salmantinas y mirobrigenses, lleva el flamenco con su baile y coreografías por el mundo.