El matador de toros salmantino vive inmerso en una sequía de festejos tras su triunfal alternativa al final del año pasado.
El pasado 16 de octubre de 2022, Antonio Grande se doctoró en tauromaquia en la plaza de toros cubierta de Alba de Tormes (Salamanca), dando una excelente dimensión y saliendo en hombros junto a Morante de la Puebla y Daniel Luque tras cortar cuatro orejas. Tras ese festejo no ha vuelto a vestirse de luces el torero de San Muñoz. "La verdad que sí me esperaba este parón. Es algo muy normal después de tomar la alternativa. Le ha pasado a muchos toreros", afirma Antonio Grande a SALAMANCArtv AL DIA.
Esta inactividad en los ruedos la está afrontando "para madurar en la profesión". Además, el torero charro tiene clarísimo que "la oportunidad llegará tarde o temprano y cuando llegue, no se puede escapar". Hasta que esa oportunidad llegue, Antonio Grande continúa con su rutina diaria de entrenamientos: "Lo más importante es no perder la ilusión. En mi caso la tengo intacta y sigo metido en la profesión al cien por cien, entrenando como si tuviera treinta compromisos por delante, porque la oportunidad de la que te hablo puede llegar cuando menos se espere, y como te pille sin estar preparado, no sirve para nada".
El objetivo principal del espada salmantino es "disfrutar del día a día, de mis entrenamientos y de los tentaderos como si cada uno fuera el último". "Sé que con ilusión y sacrificio todo se consigue y todo llega", enfatiza Antonio Grande, a quien estar en contacto con el animal en el campo le da vida, tal y como él mismo manifiesta a este medio. Pese a no poder vestirse de luces en todo el año, el torero de San Muñoz no ha perdido el contacto con las plazas de toros: "Siempre que puedo voy a los toros y estoy pendiente de todo lo que pasa dentro del mundo del toro. Creo que es absolutamente necesario".