El presidente en funciones de la Asociación de Empresarios considera que las nuevas tecnologías y la inmigración son una oportunidad que los pueblos de la conocida como la ‘España vaciada’ no pueden dejar de lado
Con la finalidad de afianzar y apoyar al sector empresarial de Vitigudino y su comarca, hace 23 años nacía la Asociación de Empresarios de Vitigudino (Asemvi), organización que llegó a contar con más de 120 socios y que a lo largo de su dilatada singladura ha hecho frente a los problemas más importantes que se le ha presentado al empresariado, constituyéndose en un factor determinante en su solución. No es menos cierto que desde sus inicios en el año 2000, su actividad y peso entre el sector empresarial ha ido dibujando una línea de dientes sierra hasta la actualidad, momento en el que aglutina a cerca de 40 empresas, en su mayoría de Vitigudino, aunque también acoge a varias ubicadas en municipios de la comarca.
Desde hace cuatro años Asemvi está presidida por Elena Alonso, aunque por motivos de salud la Presidencia en funciones la ejerce su vicepresidente, Roberto Gonzalo Santamaría, quien está acompañado en la directiva por Jorge Sousa Egido, como secretario; y de Isabel Carrasco Crespo, como tesorera.
Entre las reivindicaciones históricas de Asemvi cabe recordar la creación de suelo industrial en Vitigudino que permitiera solucionar la situación de alegalidad en la que se encontraban un buen número de empresas, problema al que puso freno la creación del polígono industrial y el polígono agroalimentario, así como cambios en la interpretación de la aplicación de algunas normas urbanísticas. Otra de esas reivindicaciones iniciales fue la instalación en Vitigudino de una estación permanente para la ITV, servicio que Itevelesa comenzó a prestar en 2006, sin embargo lejos de acabar con las colas, situación que empeoró en 2021 con el reinicio de la actividad tras el covid, Asemvi se vio obligada a ejercer una “presión” sin cuartel sobre Itevelesa para que procediera a la apertura permanente de la estación, situación que se mantiene en la actualidad.
Como recuerda Jorge Sousa, secretario de Asemvi, “antes de la reunión que mantuvo Luisa -la anterior alcaldesa- con la delegada territorial de Itevelesa en Castilla y León, María Victoria Antona Sánchez”, y cuyo encuentro fue determinante en la solución al problema, así como las reuniones mantenidas con responsables de Industria de la Junta de Castilla y León, “desde Asemvi recogimos cientos de firmas e hicimos mucha presión también desde la Confederación de Empresarios de Salamanca para que Itevelesa atendiera nuestras reivindicaciones”, aseguraba, entonces con más de dos meses de espera para pasar la ITV. Felizmente, Sousa se congratula de que a finales de 2021 Itevelesa comenzase a prestar el servicio “cada día de la semana, incluidos los sábados”, calendario que se mantiene en la actualidad y “funciona como tiene que hacerlo”, añade.
A lo largo de estos 23 años, las relaciones entre Asemvi y el Ayuntamiento de Vitigudino han sufrido muchos altibajos, aunque quizá el mayor distanciamiento en esa relación se produjo la legislatura anterior sin que la mayoría sepa muy bien por qué, por lo que una de las prioridades en este momento será establecer una “reunión con el nuevo equipo de Gobierno” formado por los grupos PSOE y Ciudadanos, para recuperar el grado de “colaboración y diálogo” que hubo en el pasado, señala Roberto Gonzalo. Precisamente, el actual alcalde de Vitigudino, Javier Muñiz, ha expresado a LAS ARRIBES AL DÍA “toda la disposición del Ayuntamiento para colaborar en aquello que desde la asociación se impulse”, señalaba.
Pero como en gran parte del país, fue la llegada de la pandemia la que marcó un antes y un después en la actividad económica de Vitigudino: “El covid y que no tuvimos mucha ayuda para contrarrestar el parón, entre 2020 y 2021 se cerraron más de 20 negocios, y es que cuando se cierra una puerta es difícil volver a abrirla por la falta de relevo generacional”, hecho inexplicable cuando muchos de ellos son negocios rentables a los que les llega el cierre por la jubilación de sus propietarios. Para el presidente en funciones de Asemvi, este efecto es consecuencia de la cultura adquirida por generaciones anteriores que tuvieron una vida difícil en el medio rural y cuya experiencia trasladaron a generaciones posteriores inculcándoles la necesidad de buscar en otro lugar una alternativa a sus vidas, “cuando en estos momentos las oportunidades están en los pueblos porque está todo por hacer”, añade, “y al contrario de lo que muchos piensan, las nuevas tecnologías, tan criticadas por su incidencia en el pequeño comercio, en los pueblos son una oportunidad más para hacer viable una empresa”, afirmación sobre la que recuerda la existencia de numerosos ejemplos de personas emprendedoras que, a través de Internet, venden sus productos por todo el mundo ofreciendo una calidad superior y con unos costes de producción inferiores a los de lugares industrializados, lo que hace que tengan una excelente acogida.
Ante esta circunstancia, para Roberto Gonzalo una posible solución sería la “llegada de inmigrantes dispuestos a trabajar”, de hecho asegura que uno de los motivos que le empujaron hace cuatro años a ingresar en la dirección de Asemvi fue “intentar atraer gente a la comarca porque sin gente es muy difícil que se mantengan los negocios”, por lo que desde estas líneas hace un llamamiento a las administraciones y a ONGs para que consideren la posibilidad que ofrecen muchos pueblos de la conocida como ‘España vaciada’ para que personas inmigrantes reinicien sus vidas en los pueblos.
En unos objetivos más cercanos y dirigidos a sus asociados, Asemvi tiene como aliados a la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y a la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES). Con su ayuda se encarga de despejar cualquier duda a los nuevos emprendedores, de informar de los canales para la concesión de ayudas y de la organización de actividades formativas que faciliten la puesta al día de los empresarios. Entre estas últimas se encuentran cursos para el uso de aplicaciones informáticas, nuevas tecnologías, redes sociales y el kit digital, y en breve “haremos unas jornadas sobre digitalización mediante talleres formativos gratuitos”, añade Gonzalo. Además, impulsa campañas de promoción del comercio local como el Bono Rural o la campaña de Navidad con el sorteo de un cheque de 200 euros, entre los clientes de empresas asociadas, y cuyo premio debe emplearse en las empresas de Asemvi, por lo que “el beneficio de la campaña es doble”, concluía.