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Un cronista de excepción para una reina de leyenda: Cuando José Ángel Mañas encontró a Berenguela de Castilla
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ENTREVISTA

Un cronista de excepción para una reina de leyenda: Cuando José Ángel Mañas encontró a Berenguela de Castilla

Actualizado 24/10/2023 12:06
Charo Alonso

El escritor, que presenta su última novela en la librería Santos Ochoa el viernes 27 a las 19.30 horas, ha recuperado a la reina Berenguela cuya historia recorre la insólita techumbre de La Claras.

Vaya por delante. Parece que impone entrevistar a José Ángel Mañas quien en 1994 consiguió retratar el espíritu de toda una generación con Historias del Kronen. Pero muchos libros después José Ángel Mañas se muestra tremendamente cercano, capaz de seguir leyendo, esta vez en el pasado, el devenir de la historia que estudió en las aulas y ahora busca en la cuidadosa documentación de la Trilogía que empezó con Pelayo, siguió con Fernán González y ahora dedica a la reina Berenguela cuya estela, retratada en la insólita techumbre del Convento de las Claras, han leído Miguel Ángel Martín Mas y Charo García de Arriba. Un descubrimiento que ha coincidido, la magia existe, con la publicación del libro de Mañas, una novela fuerte como su protagonista, espléndidamente documentada y mejor escrita que nos devuelve la mejor mano narrativa de un José Ángel Mañas en estado de gracia.

Charo Alonso: Después de tanto trabajo con la reina Berenguela ¿Qué sentiste cuando te contaron la historia de la techumbre de las Claras? ¿Cuadra con esa personalidad tan fuerte que has descrito en tu novela?

José Ángel Maña: Hombre, fue un subidón. Era un poco como si Berenguela nos estuviera enviando un mensaje a través de los siglos, como si nos dijera: “Aquí estoy yo, no olvidéis lo que hice”. Y me imagino que Miguel Ángel y Charo sintieron algo parecido al ver que, justo ahora que empezaban a prestar atención mediática al significado de ese artesonado, se publicaba mi novela. Es una coincidencia maravillosa, de esas con las que se alucina. Y, sí, cuadra el personaje que ha registrado su historia con el que yo transcribo. Hay que decir que Berenguela era la nieta de Leonor de Aquitania, quien en su sepulcro quiso que se la representara con un libro entre las manos, como una mujer culta. Y Berenguela lo era también, era muy consciente de la importancia de dejar constancia de sus actos, cosa que hizo en las dos crónicas que encargo a Lucas de Tuy y a Jiménez de Rada, y a través del artesonado de Las Claras.

Ch.A.: Estudiamos muy mal nuestra propia historia ¿Qué hubieran hecho los británicos con un personaje como ella?

J.A.M.: Ya habrían tenido una serie de televisión, seguro. Lo habrían explotado. Pero nunca es tarde. Es cuestión de ponerse a ello y de empezar a fijarse en la multitud de personajes que poblaron durante los siglos pretéritos la Península.

Ch.A.: Tu reina es sagaz, una mujer apasionada, una mujer de su tiempo y con un detalle muy curioso… es muy alta. Me gusta cómo recalcas esa característica.

J.A.M.: Jaja, es un añadido mío, no sé la talla real que tendría, pero me inspiraba el sobrenombre de “La Grande” (que no era por el tamaño, desde luego) y quise subrayar, con ese detalle ficticio, el que podía mirar sin tener que subir los ojos a los hombres.

Ch.A: ¿Verdaderamente cierras la trilogía histórica con ella?

J.A.M.: Sí. Le he dedicado ¡Pelayo! al nacimiento del reino de Asturias en el siglo VIII, Fernán González a todo lo que sucedió en el entorno de la batalla de Simancas en el 939, en el siglo X, que es cuando Castilla empieza a cobrar importancia. Y quería cerrar con la batalla más trascendente de la Reconquista, la de las Navas de Tolosa. Y en su entorno, la figura más atractiva fue la de Berenguela.

Ch.A: ¿Has aprendido más de nuestro presente escribiendo esta trilogía y tus novelas anteriores, puramente realistas?

J.A.M.: Hombre, más, no. Pero tanto, sí. Se aprende mucho mirando el pasado. Por ejemplo, con esta novela he aprendido a entender el leonesismo, que era algo que antes de escribir Berenguela no entendía. Y es que el castellanismo que le imprime Berenguela a la unión va a ser algo que marque el futuro reino de España.

Ch.A.: ¿Qué tiene la novela histórica que nos gusta como lectores y os convierte a los escritores en fervorosos documentalistas y estudiosos?

J.A.M.: El placer de entender, primero, y el de divulgar, después. Para escribir la novela has de entender cómo funcionaban la época y tus personajes, que suele ser complicado. Cuando por fin lo entiendes, te encanta explicar a los demás lo que has llegado a entender. En mi caso, procuro hacerlo con la máxima sencillez y teniendo siempre en cuenta que lo fundamental es contar una buena historia y que el lector disfrute con la novela.

Ch.A.: ¿Cuándo te dijiste “Quiero escribir novela histórica”?

J.A.M.: El gusanillo por lo histórico lo recuperé –yo es que soy licenciado en Historia Contemporánea- en el 2016 cuando Pedro J. me encargó que recrease día a día el año 1936, para El Español. Y luego llegó el procès y ese clima de turbulencias identitarias tan peculiar en el que seguimos desde entonces me afecto y tuve ganas de entender mejor cómo es el país en el que vivo. De esa pulsión salen mis novelas históricas.

Ch.A.: Después de tu paseo medieval ¿Era una época más cruel que la nuestra?

J.A.M.: Era más violenta. No había más traiciones que en nuestro tiempo, pero en aquel entonces se pagaba con la vida. Y las intrigas por los tronos eran incesantes. Siempre se dice que la historia medieval tiene mucho de Juego de tronos, y es cierto. Pero también lo es que Juego de tronos tiene mucho de historia medieval. No olvidemos que George Martin se inspiró, para su saga, en la guerra de las dos rosas y en Los reyes malditos, de Druon, que noveliza la historia de Francia.

Ch.A.: Me ha gustado mucho que cites en las entrevistas el detalle de los vestidos de Berenguela, ese gusto por lo real hace viva la historia…

J.A.M.: Forma parte del encanto de la novela histórica: describir la vestimenta de la gente, recrear los decorados y los escenarios en los que se mueven tus protagonistas. Localizaciones y vestuarios son dos facetas del novelar histórico que no se pueden obviar.

Ch.A.: Juana la Loca, mejor dicho, Juana de Castilla tuvo sus versiones, absolutamente magistrales, en el cine ¿A qué esperamos para ver en pie a Berenguela?

J.A.M.: ¡A que algún director se anime! Creo que esta mujer lo tiene todo para que se haga una buena película o una serie. Me encantaría verla en pantalla y, por supuesto, habría que verla encargando el artesonado de las Claras.