Viernes, 10 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
'La mirada de Tales', el atractivo debut literario del salmantino que visitó Chile y se quedó allí a vivir
X
Javier Bravo

'La mirada de Tales', el atractivo debut literario del salmantino que visitó Chile y se quedó allí a vivir

Actualizado 25/10/2023 07:59
César García

"Este libro le va a gustar a los lectores que les gusta saber el porqué de las cosas, y de donde venimos como sociedad", afirma

El ingeniero y profesor salmantino, Francisco Javier Gonza?lez Bravo, que hace años fue a Chile por sus montañas y decidió quedarse allí a vivir, acaba de publicar el libro 'La mirada de Tales' (Editorial Amarante).

En realidad, el origen de este trabajo tiene relación con la pasada pandemia y, en concreto, con el movimiento antivacunas que la acompañó. A partir de ahí, el autor charro empezó a trabajar en este viaje literario en el tiempo de la mano de Tales, filosofía vital, "sin filtro ni control analógico o digital externo, es una buena manera de ir por el mundo", según destaca González Bravo, con el que hemos hablado sobre este atractivo libro y otras cuestiones de interés.

¿Qué te inspiró para escribir este libro y por qué elegiste ese personaje. Tales de Mileto?

Fue el movimiento "antivacunas", que surgió durante la pandemia, el que tuvo la culpa. Resulta que llevábamos dos mil quinientos años de ciencia en las espaldas y ahora resultaba que algunos echaban pestes y culebras contra las vacunas en particular y la ciencia en general. Argumentos infantiles, simplistas, sectarios e interesados se instalaron en los trescientos caracteres de las "redes", en las conversaciones de café, en las tertulias de pseudointelectuales de folletín televisivo... Y yo me preguntaba: "pero, ¿será posible?, con las vacunas salvando vidas desde el difunto Pasteur, y ahora me salen con estas. ¿O es que ellos y ellas no fueron carne de jeringa —con perdón— y se inmunizaron contra el sarampión, la polio, la viruela, el tétanos...? Así que, pensando en el precursor del pensamiento científico, o protocientífico, me acordé de Tales, el de Mileto, el del teorema de la ESO. Porque Tales es el precursor de preguntarse y contestarse, de saber el cómo y el porqué de las cosas. Sin recurrir al oráculo de Delfos o a las sacerdotisas digitales (léase Google, Chat GPT y compañía). Él tenía su propia "mirada" sobre el mundo (la que habían perdido los antivacunas).

¿Por qué tu pasión por aquella etapa histórica?

Seiscientos años antes de nuestra era se produjo un alineamiento de planetas entre diferentes culturas: la griega, la babilónica, la egipcia y la del valle del Indo. Surgen, en cada una de ellas, personas que se preguntan por cómo funciona el mundo y qué papel jugamos en el. Son personas prácticas: necesitan saber "a qué atenerse", predecir; sin aves de mal agüero ni posos de café ni sangre de cordero. Ellos necesitan saber orientarse en el Egeo, calcular la distancia entre dos puntos o pronosticar un eclipse. Necesitan datos concretos, no respuestas crípticas y oscuras de adivinos. Yo me subí al tren de esos griegos que viajaron para "ver". Que recalaron en Egipto y en Babilonia para aprender de los geómetras, los médicos y los arquitectos. En fín, si mezclas faraones, sabios, crímenes, matemáticas, viajes... te sale, más o menos, La mirada de Tales.

¿Cuánto hay de ficción y cuánto de realidad histórica en el relato?

Durante dos años, acceder y empaparme de toda la base documental del relato ha sido un auténtico quebradero de cabeza, pero también una satisfacción. Lo primero es "construirse un mundo", como dice Eco, y cuando empiezas a saber del tema, las palabras vienen solas. Así que hay mucho de realidad histórica pero también mucha ficción. He intentado que todo sea verosímil, racional, más que históricamente exacto. He inventado circunstancias aquí y allá: encallando barcos, reconociendo grupos estelares, matando a alguien en este capítulo, besando a la protagonista en este otro, conversando con un matemático rodeado de papiros, explorando la Gran Pirámide desde sus entrañas, viviendo la lujuria del harén del faraón...

¿Qué tenemos que aprender las personas del siglo XXI de un personaje del siglo VI a. C.?

Retomando mi argumento anterior, pienso que la mirada de Tales sobre el mundo, sin filtro ni control analógico o digital externo, es una buena manera de "ir por el mundo", precisamente. Preguntarse por la esencia de las cosas —en el plano metafísico de Tales— traducido a nuestro siglo sería preguntarse por la auténtica esencia de lo que nos cuentan. Nos dicen qué ha pasado, a veces nos cuentan el cómo, y en escasísimas ocasiones, sabemos el porqué. Esa es la lección: hemos olvidado preguntarnos por el cómo y el porqué del mundo. Nos cuentan que hay una guerra en Ucrania, que Gaza ha sido bombardeada e Israel ha sido blanco del terrorismo, que una turba ha entrado en el Capitolio...., pero no nos dicen ni nos preguntamos porqué. Eso ya lo hacía Tales.

¿A qué tipo de lector se lo recomendarías?

Por supuesto a los lectores que les gusta saber el porqué de las cosas, y de donde venimos como sociedad. Los que tienen algo de filósofos o de científicos encontrarán argumentos para acercar las ciencias a la vida de a pie. No es un libro para eruditos, aunque se habla de ellos, y nos enseñan mucho en sus páginas. Sabios hubo y habrá siempre. A los que aman la narrativa histórica les puede interesar y gustar, he intentado mostrar el mundo faraónico y la sabiduría de Egipto con todo el esplendor y el rigor histórico crítico que necesita y merece la época.

Y todo esto en Chile, ¿qué llevó a un salmantino como tú a ese país y porque decidiste quedarte?

Bueno, larga historia... Siempre me ha gustado subir cimas, hacer rutas en la montaña, viajar y conocer gente... Encontré a mi esposa en esta angosta y larga franja de tierra que es Chile, y decidimos apostar por un proyecto de vida aquí. Un cura tuvo la osadía —y el acierto— de proponerme un puesto de profesor en su nuevo colegio, en Chile. Y nos vinimos. "No es lo que Chile te va a dar a ti", me dijo mi esposa, "sino lo que tú puedes aportar a Chile". Y todavía sigo aquí..

¿Cómo es la vida allí, muy diferente a la de Salamanca?

La vida es más complicada. Se trabaja más. El estado tiene menos peso. Lo privado gestiona los sectores estratégicos. Esto llevó al estallido social de 2019, que la pandemia y el cuarto poder tumbaron más tarde. Pero la grandeza de Chile son sus chilenos y chilenas: esforzados, inteligentes, cooperadores, amables. El factor de cohesión social y redistribución de riqueza son "los asados" (las parrilladas o las barbacoas en la casa)... En fin viven la vida, que no es poco. Ah, y por supuesto: "los temblores", los terremotos. Como el que me pilló en 2010: 8,9 en la escala Richter... sin comentarios (el máximo es 10).

Por último, ¿estás ya trabajando en tu próximo libro?, ¿qué nos puedes adelantar?

Si, por supuesto. Cuando escribía este, al lado siempre me acompañaba un cuaderno en blanco. Apuntaba una idea al vuelo, "esta para el siguiente". Tales, según cuentan, también viajó a la Babilonia del rey Nabuco, con sus jardines colgantes, la puerta de Isthar, la torre de Babel... Allí, y en el presente, transcurre la trama de un oscuro manuscrito fragmentado que descifrarán con técnicas de IA y será buscado intensamente por bibliófilos, papirólogos, escribas... y el mismo Tales, ahora acompañado de su discípulo Anaximandro. Es un puente entre el mundo actual de los libros y el mundo antiguo de las primeras escuelas y bibliotecas de barro.

Sinopsis

A mediados del an?o 650 a. C., la próspera colonia griega de Mileto, el joven Tales especula sobre la esencia y principio de las cosas y las causas últimas de los fenómenos naturales. Hasta su llegada, las explicaciones eran dictadas por el capricho de los dioses, los versos míticos de los rapsodas o las oscuras revelaciones de las sacerdotisas en los santuarios. Su propia búsqueda de las respuestas le llevará a Egipto, centro del saber del mundo conocido. Recalará en Sais, capital del formidable imperio regido por el faraón de la vigésimo sexta dinastía: Psamatek.

Una favorable casualidad le colocará en el cargo de consejero naval del faraón, y se iniciará en los secretos conocimientos de los geómetras y astrónomos al servicio del regente del País del Río. Encontrará la amistad de nobles y sabios personajes y el amor de Nerumeen, bella, inteligente y hábil hija del escriba real Ahmed.

En su camino, aprenderá de importantes miembros de la sociedad saíta: médicos, geómetras, arquitectos y sacerdotes; descifrará un asesinato y frustrará un complot; solucionará enigmas aplicando secretos cálculos geométricos, y paseará maravillado por las impasibles obras arquitectónicas que permanecen inmutables desde las primeras dinastías egipcias: templos, palacios, tumbas, pirámides...

Finalmente, retornará a su tierra transformado por las vivencias y, con una nueva mirada, iniciará la revolución intelectual que será el germen de nuestra actual visión del mundo.

El autor

Francisco Javier González Bravo (1967, Salamanca, España). Ingeniero de telecomunicación, apasionado por la novela histórica, la ciencia ficción, el ensayo y la divulgación científica.

Ha leído con alevosía, nocturnidad y premeditación a Poe, Hesse, Borges, Eco, Asimov y Feynman, los cuales, sin duda, han marcado su quehacer narrativo.

El montañismo lo llevó a Chile, país donde reside actualmente con su familia. Se dedicó a la docencia en el a?mbito de la formación profesional y a la asesoría educativa. Investiga y desarrolla temas de inteligencia artificial, innovación educativa y tecnologías y metodologías para el aprendizaje.

Se declara convencido del valor de una buena conversación de café sobre educación, ciencia o filosofía. Amante asiduo de la lectura, la escritura y la música, y montañero empedernido. Autor del blog de selecciones musicales y comentarios: 'Música Ecléctica'.

La portada

'La mirada de Tales', el atractivo debut literario del salmantino que visitó Chile y se quedó allí a vivir | Imagen 1

El libro ya está a la venta por 24 euros en la edición impresa y por 7,99 en la electrónica.