El Ayuntamiento ha transformado 28 hectáreas entre Salas Bajas y El Marín en zonas de corredor ambiental con paseos peatonales y ciclistas, todos ellos con financiación de los fondos FEDER
El Ayuntamiento de Salamanca ha transformado más 28 hectáreas sin ordenación entre Salas Bajas y El Marín en zonas de corredor ambiental y paseos peatonales de ribera compatibles con usos deportivos. De esta forma, el río deja de ser una barrera natural para convertirse en un espacio disfrutable por salmantinos y turistas. Los Corredores Verdes cohesionan barrios y proporcionan desarrollo para sus habitantes, abriendo al Tormes las puertas del sur de Salamanca.
Con una inversión de 1,8 millones de euros, esta iniciativa con múltiples beneficios medioambientales, económicos y socioculturales, claro ejemplo de una ciudad aún más saludable y con una mayor calidad, está enmarcada en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) TORMES+, que en total cuenta con un presupuesto en torno a 22 millones de euros, con financiación de fondos FEDER gracias a las políticas de cohesión de la Unión Europea.
El proyecto de Corredores Verdes supone el incremento del arbolado con la plantación de 10.000 unidades de diversas especies, el aumento de la vegetación de ribera en 52.697 metros cuadrados, la potenciación de la biodiversidad autóctona y la definición de 8 kilómetros de recorridos que fomenten el conocimiento y la difusión de valores naturales, ambientales, de flora y fauna y del patrimonio cultural y etnográfico.
“Una extensión tan grande de más de 20 hectáreas, casi 30 hectáreas, es un hecho histórico en el curso de las revegetaciones en la ciudad. Ese incremento es tremendamente importante porque debemos provocar el bosque de dentro de diez años, de quince años, de veinte años”, destaca el biólogo Raúl de Tapia, director de la Fundación Tormes EB. “Siempre es importante la biodiversidad, que aumente o que por lo menos la mantengamos para que nuestros hijos puedan disfrutar de lo mismo que hemos disfrutado nosotros”, añade Miguel Blanco, del Centro de Educación Ambiental ‘Lorenzo Milani’.
El gran corredor verde desde Salas Bajas hasta El Marín financiado con Fondos FEDER permite, en primer lugar, habilitar nuevas zonas para el ocio, como un parque de aventura junto a los huertos urbanos y áreas recreativas estanciales a lo largo de toda la ribera mediante perímetros circulares dotados de farolas, bancos y fuentes, ofreciendo reminiscencias al botón charro salmantino.
También permite la práctica de hábitos saludables, como elementos biosaludables, un circuito de running o de cross para atletismo de 1,4 kilómetros mediante pavimento terrizo y permeable, y un circuito ciclista de 8 kilómetros de longitud conectado con el resto de la ciudad. Ello facilita distintos itinerarios a través de la nueva pasarela de Huerta Otea, los huertos urbanos y los carriles bici ya existentes más allá de Salas Bajas, hasta La Aldehuela y por extensión hasta Santa Marta de Tormes a través de la Isla del Soto para un total de 13 kilómetros de riberas transitable.
Así lo destacan quienes cada día recorren los Corredores Verdes de Salamanca. “El paseo y disfrutar un poco de la ciudad en un ambiente de naturaleza se agradece. Bienestar, todo en general, frescura, aire limpio. Desconectar, relajarse, hacer deporte, liberar tu energía al salir de trabajar, y desconectar, desintoxicarte y llegar a casa nuevo”, afirman.
Todo ello con un beneficio para la salud y la mejora de la calidad de vida de los salmantinos. “El beneficio psicológico que genera es extraordinario, los médicos están aconsejando para los procesos de estrés, de depresión, de ansiedad hacer largos paseos por las zonas naturales más próximas, aquí lo estamos consiguiendo”, explica Raúl de Tapia. “Los japoneses hablan mucho, y lo recetan los médicos, de los baños de bosque, porque ya se han dado cuenta de que aporta muchísimo beneficio para la salud, pues esto es lo que necesitamos, claro, que se nos acerquen estas posibilidades en el entorno que tenemos. De hecho, se nota con las actuaciones que ha habido que la gente se acerca, lo pasea y lo disfruta”, añaden los ciudadanos que transitan los Corredores Verdes.
El nuevo corredor verde del Tormes también supone una importante mejora en la calidad medioambiental de la ribera, contribuyendo a mitigar los futuros impactos del cambio climático. En esta mejora de la biodiversidad se contempla también la salvaguarda de las zonas más inaccesibles del río como reservas para la avifauna mediante la instalación de 118 unidades de refaunación y el desarrollo de hábitats para las diversas especies del río.
“Las aves son un indicador muy fiel porque responden muy bien a los cambios. Tenemos que entender todas estas especies de las que estamos hablando como termómetros de la salud de un entorno, que evidentemente es nuestra salud; un entorno saludable para las especies lo es también para los salmantinos”, explica Raúl de Tapia. “Siempre es muy positivo el que haya esa conectividad para mantener la biodiversidad sana”, añade Miguel Blanco.
Además, permite desarrollar iniciativas de ahorro y eficiencia energética en todos los ámbitos de la gestión municipal a través de 171 unidades de luminarias con tecnología LED y 59.554 metros de riego por goteo. A mayores, proporcionará valiosa información de biodiversidad, cultural, social y deportiva de las diferentes áreas de actuación gracias a las plataformas tecnológicas a instalar dentro de otro proyecto de la EDUSI TORMES+ ya en marcha.
Al mismo tiempo, permite la puesta en valor de construcciones hidráulicas históricas que suponen vestigios únicos de la época en que el río era epicentro de la actividad económica de Salamanca, como la Noria de Sangre, la pesquera de Tejares y el azud de Huerta Otea, elementos ya rehabilitados con Fondos FEDER gracias también a la EDUSI TORMES+.
El nuevo corredor verde del Tormes no sólo permitirá mejorar la calidad medioambiental de la ribera y transformarla en un espacio para el ocio y la práctica de hábitos saludables, sino que también permitirá el desarrollo de actividades económicas que generen riqueza y oportunidades de empleo en torno al aprovechamiento recreativo y turístico de la zona, configurando el río Tormes como un espacio de oportunidades.
En este sentido, se han habilitado nuevos miradores en la zona de ribera de Tejares e instalado un pantalán análogo al existente junto a la Fábrica de la Luz, compuesto por un módulo flotante conectado a la ribera por una pasarela con una longitud de cuatro metros. Este pantalán activará tanto usos recreativos como la práctica de piragüismo en la zona del Tormes aguas abajo de la pesquera de Tejares.