“Buscando a Nebrija” deleita a Oropesa
El grupo de teatro “Lazarillo de Tormes” ha tenido que desplazarse a representar la obra allí donde ha sido requerida, hasta ahora a cinco comunidades autónomas y a siete provincias
Son ya 180 las representaciones de este montaje producido por el Área de Cultura de la Diputación de Salamanca con la intención de ser representado en los municipios que lo solicitaran a la institución provincial para conmemorar el quinto centenario de Nebrija. Aunque la mayoría de las representaciones se han llevado a cabo en la provincia salmantina también se ha podido disfrutar esta obra en otros lugares nebrisenses como Lebrija, donde nació el ilustre humanista, o en Alcalá de Henares, donde falleciera. O recientemente en la comarca de La Serena en Badajoz en la que el académico pasara 20 años de su vida investigando en la corte literaria del último maestre de la Orden de Alcántara, Juan de Zúñiga y Pimentel, también duque de Béjar.
El grupo de teatro “Lazarillo de Tormes” ha tenido que desplazarse a representar la obra allí donde ha sido requerida, hasta ahora a cinco comunidades autónomas y a siete provincias.
La representación 180 se ha llevado a cabo en Castilla-La Mancha en la provincia de Toledo, concretamente en Oropesa. Una localidad amante del Teatro que organiza cada año el “Festival Noctívagos”.
Invitados por la asociación cultural que se hace cargo de la organización de “Noctívagos” el claustro del restaurante “Los Arcos del Bosque”, lleno de público, acogió la representación. En una ocasión tan especial el autor y director Denis Rafter se encontraba entre el público agasajado por el cariño de los espectadores y del elenco del grupo de teatro. Denis es un asiduo colaborador del Festival oropesano.
En un día tan especial, con gracia e ironía, el elenco de actrices, actores y músicos supo llegar al numeroso público a través de diferentes técnicas dramáticas que engancharon al espectador gracias a ser contadas con la facilidad con la que llegan los diálogos, gestos, emociones y fuerza interpretativa. Adorna aún más la puesta en escena su vistoso vestuario, un atrezo sencillo pero cuidado y esa música en directo de Juan del Encina que hicieron disfrutar al público oropesano que mostró su emoción y entusiasmo con aplausos sentidos y calurosos.
¡Otro día para el recuerdo!