Participante del Programa de Empleo de Salud Mental Salamanca, en la actualidad tiene un empleo que compagina con su vida personal
María González Alonso tiene 34 años y 34% es el porcentaje de discapacidad de salud mental que tiene. Trabaja y cuida de su hijo, pero ha tenido que recorrer un largo camino para conseguirlo. Participante del programa de empleo de Salud Mental Salamanca, llegó a él en el año 2018 con el objetivo de “poder abrirme paso laboralmente”, cuenta a este medio de comunicación.
“Tengo una discapacidad reconocida y necesitaba orientación laboral”, continua. Estudió Trabajo Social y gracias al apoyo de la asociación “conseguí con éxito acabar los estudios”. Después encontró trabajo en una empresa de limpieza, donde fue ascendiendo con el paso del tiempo. “Fui cogiendo seguridad en mí misma y en mis capacidades, hasta que aumenté de categoría”, algo María define como “muy gratificante”.
Cuando se quedó embarazada tuvo un parón por el embarazo y para dedicarse al niño una vez dio a luz. Unos meses después, “me salió otra oportunidad laboral y no la rechazó”. En la actualidad, continúa en ese trabajo y tiene tiempo para dedicarle a su pequeño.
“Al principio fue muy duro, pero hoy tengo un contrato indefinido, estoy muy contenta. Me siento valorada, respetada, que creo que es lo más importante para trabajar a gusto”, destaca. Tiene un contrato a media jornada para “poder dedicar tiempo también a mi vida familiar y a mi hijo”.
Reconoce que todo esto lo ha conseguido gracias al apoyo de sus seres queridos y también de Salud Mental Salamanca, y más concretamente de su programa de empleo. “Me han ayudado a ver mis capacidades personales y laborales, confiar en ellas y trabajarlas poco a poco”.
En este sentido, valora de forma muy positiva su seguimiento en la asociación. “El seguimiento diario que hacen cuando encuentro dificultades y cuando no, porque siempre están ahí. Tengo una dificultad en el trabajo y los llamo, están ahí para escucharme, para darme su opinión, orientarme y ayudarme”.
No tiene dudas y recomienda a las personas con alguna discapacidad que acudan a ellos a la hora de buscar empleo. “Lo recomiendo, que vengan porque te ayudan en lo profesional pero también en lo personal. Hay psicólogos trabajadores sociales, realizan talleres”, detalla.
Para el futuro tiene claro que quiere continuar consiguiendo sus objetivos “tanto a largo como a corto plazo”, entre los que destaca lograr una independencia. “Tengo bastante estabilidad personal, laboral y económica pero actualmente vivo con mis padres y son los que me están ayudando. Estoy trabajando y en el futuro quiero comprarme una casita o alquilar una casita”, detalla.
Por todo ello, María lanza un claro mensaje. “Hay veces que pensamos que vivimos solos y las personas que tenemos alguna dificultad nos frustramos y decimos, madre mía, nadie nos puede ayudar, estoy yo aquí sola, no sé cómo resolver esto, no sé cómo... Hay que tener claro que no estamos solos y eso es importante y fundamental”, concluye.