El equipo charro juega este miércoles en Turquía, ante el conjunto que dirige Roberto Íñiguez
Después de la final de la Supercopa que se perdía, el CB Perfumerías Avenida iniciaba un largo viaje para jugar este miércoles su primer encuentro de la Euroliga. Así lo contaban desde el club:
¿Saben aquello de quitarse la tirita de golpe para que duela menos? Pues eso, que puestos a tener un viaje interminable, mejor quitárselo de delante nada más comenzar. Y dicho y hecho. Primer viaje de Euroliga, la gran maratón por delante. Desde Las Palmas hasta Mersin, cruzar literalmente Europa de Oeste a Este, 6.000 km recorridos, 20 horas tres aviones, un taxi y un autobús, ¿quién da más?
Y, claro, todo eso con el palo de la Supercopa a cuestas, que otro viaje hubiera sido con eso que los modernos llaman ahora "resaca emocional". Pero a las 8AM como un clavo nos disponíamos a salir del hotel de Las Palmas en varios taxis porque, sí, el día ya empezaba bien, había huelga de buses en la isla (que nos parece bien, todos tienen derecho a la huelga, lo dice la Constitución, ¿eh?) lo que implicaba un carrusel de taxis hasta el aeropuerto. Un aeropuerto en el que ya coincidimos, como en el viaje de ida, con Valencia Basket que vendría con nosotros en el primer tramo de viaje (Las Palmas-Madrid). Para completar una mañana de esas que no dejan muchas sonrisas, avión atestado, nulo espacio para sobrevivir entre asientos, salidas de emergencia ocupadas... y el detallazo de Rubén Burgos, Esteban Albert y Sergi (delegado del equipo taronja) que ceden una de sus salidas de emergencia para nuestras altas y nótese que Rubén no es, precisamente, el tipo más bajo del lugar con sus 2 metros largos que no cabían de ninguna forma en los minúsculos habitáculos. Detalles de caballeros, sin duda.
Primera parada, Madrid. De la T3 hasta la T1 en un fantàstico paseo interterminales que se hizo eterno, más aún para la pobre Silvia maltrecha de su tobillo "a la virulé". Con Barajas recorrido de punta a punta, tiempo para comer en el único local que podía albergar a 16 personas hambrientas en varias mesas. Cada mesa nombra una delegada para tomar nota de la comida en una perfecta organización a la altura de cadenas de montaje alemana. Tras comer, la espera... Cinco horas de escala que se pasan como buenamente se puede: jugando a cartas, hablando por teléfono, trabajando en el caso del staff... Siguiente parada, vuelo a Estambul.
Aquí la cosa cambia, con sus salidas de emergencia, su espacio para personas normales, sus pantallitas que siempre nos dan mucho juego y que te ofrecen la posibilidad de tragarte, por ejemplo, un Avatar 2 de tres horas que te hace el vuelo de cuatro mucho más ameno. Llegamos a Estambul a eso de las 12 de la noche, hora local, con la incertidumbre (para los más "cagaprisas" fundamentalmente) de saber si nos da tiempo, en menos de una hora, a cruzar el enormérrimo aeropuerto de Estambul, pasar dos controles y coger el siguiente vuelo. Spoiler: prueba superada y hasta con tiempo de tomarnos una opípara cena a base de bolsa de patatas fritas (menos mal que en la compañía turca de aviones siempre nos dan algo pra comer). Con Olcay ya en su país, comienza la sesión de "consúltele a Olcay" que, presumimos, se prolongará hasta regresar a Salamanca: que si dónde está tu casa, que si cómo se dice esto, que si... Tener a una jugadora turca en Turquía es un puntazo, sin duda. Todos esos malentendidos idiomáticos producidos por niveles "así así" de inglés quedan reducidos. A volar a Adana, siguiente parada.
A estas alturas, 1:30 AM del día siguiente, cabe destacar que la cabeza comienza a apagar el interruptor de la inteligencia y comienzan las risas tontas por todo, digo yo que como método de no caer rendido. El caso es que allá donde vamos, dando el show. Vuelo de poco más de una hora con más cabezadas que otra cosa y llegada a Adana a eso de las 2:40 AM. Aeropuerto conocido, por el que te tienes que mover en pista andando, como "Pedro por su casa" hasta llegar a la nave de maletas internacionales, que la tienen apartada del mundanal ruido. Asistimos estupefactos a la llegada de nuestro equipaje, algo por lo que no dábamos un duro teniendo en cuenta las tres escalas y cambio de compañía. Gratamente sorprendidos. Maleta cogida y salida a la calle que parecía la calle Varillas un jueves. Al parecer los "adanienses" deben tener como costumbre ir a ver la llegada de pasajeros a las 3 AM, estaba aquello de bote en bote y con voces y griterío. Olcay se mimetiza con su país y suelta un bufido en turco que pone tieso al conductor y camino a Mersin. Nos espera una hora larga de viaje por carreteras semi vacías hasta que a medio camino nos comienza a escoltar la policía, poco sentido dado el tráfico.
Son las 5 AM, casi, y ya pisamos el fantástico hotel turco, cinco estrellazas y, como hemos visto hoy, frente al mar (ayer no veíamos ni la puerta). Tras unos momentos de incertidumbre porque las habitaciones sólo tenían una cama y compartir es vivir, pero hasta cierto punto, tema solucionado a eso de las 6 AM. Por fin es momento de descansar, de forma casi inconsciente y recuperar una mínima fuerza antes de entrenar esta tarde en el escenario de nuestro debut en una nueva edición de la ELW. A ello vamos.
El primer encuentro del CB Perfumerías Avenida en Euroliga será este miércoles, en Turquía, a las 19:00 horas, ante el CBK Mersin.