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Desesperación ganadera en Salamanca sin auxilio ante la EHE
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Enfermedad Hemorrágica Epizoótica

Desesperación ganadera en Salamanca sin auxilio ante la EHE

Actualizado 05/10/2023 07:42
Rosa M. García

Situación "caótica y muy dura" la que atraviesan los ganaderos de la provincia, que se sienten "abandonados" ante una enfermedad que está hundiendo moral y económicamente al sector

Desesperados, impotentes, hundidos… ante una situación caótica y de drama a la que se están enfrentando solos. Así se sienten los ganaderos salmantinos en uno de los momentos más duros que atraviesa la ganadería bovina de la provincia. La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica está hundiendo moral y económicamente a un sector que se enfrenta a un virus con el único apoyo de los veterinarios de campo, abandonados por las administraciones que parecen mirar para otro lado, ante una situación que recuerda mucho a la pandemia del Covid-19.

Nunca habían vivido algo de esta magnitud, afirma el ganadero Ramón Guarido, presidente de la Asociación de Ganaderos 19 de Abril. “Económicamente, las pérdidas que se están produciendo son enormes, en animales muertos, en abortos, en tratamientos, en vacas que se quedan con pérdida de peso y tardan mucho en recuperarse, y quedan vacías. Ahora mismo es un desastre y a medio o largo plazo, dentro de seis, ocho o diez meses, van a faltar muchos terneros de todas estas vacas; y tener este año una vaca vacía, con el coste que tiene la alimentación es una barbaridad, aparte del tratamiento de esto, que es carísimo”. Unas pérdidas enormes en la actualidad, pero cuyas secuelas posteriores pueden ser más dramáticas aún.

Impotentes ven cómo la EHE va afectando a todo su rebaño, con unas vacas más dañadas, otras con síntomas leves y otras sin síntomas, pero que lo han pasado. “Esto es como una pandemia, es un covid de las vacas”, que además tiene olas, porque tras cortar los casos en una explotación, vuelven otra vez. “Llegas una mañana, un toro que estaba perfecto, hoy ya lo ves mal, que no se mueve, que no come… es un desastre”, afirma Ramón Guarido.

No se cree los datos de mortalidad que proporciona el Ministerio de Agricultura, porque lo vive de cerca. El Gobierno estima que está en un 0,4-06%, pero los veterinarios ya apuntan a una mortalidad entre 1 y 3%. En Salamanca, con más de 600.000 cabezas de bovino, con un 2% ya suponen 12.000 animales muertos y, aunque sea un 1%, son 6.000 animales. Pero, como dice Guarido, no es ya la mortalidad, son las secuelas, como los abortos y esas vacas vaciadas que ya no volverán a tener terneros; son esos toros, que pueden perder fertilidad. Por eso, las consecuencias de la enfermedad serán peores en unos meses. En una provincia como la de Salamanca, la que más censo de ganado tiene de España, puede ser un caos. Guarido ha pedido a la Junta de Castilla y León que “se trate esto como una situación de catástrofe, como cuando hay incendios o inundaciones, lo mismo, es una situación de catástrofe y como tal tendrán fondos para estas cosas”.

Desesperación ganadera en Salamanca sin auxilio ante la EHE | Imagen 1

Panorama desolador

Una situación actual caótica, pero, cuando remita la enfermedad, por su estacionalidad, el panorama será desolador. Unión por la Ganadería de Salamanca estima que actualmente hay ya más de 2.000 animales muertos por la EHE y van a llegar a los 4.000 antes de que finalice el periodo de actuación del mosquito. A esto hay que unir los más de 60.000 animales tratados, estimándose que puedan llegar hasta los 100.000, con un coste medio de los tratamientos de 70 euros por animal y con la seguridad de que muchos de ellos tardarán en recuperarse o nunca lo harán.

Por todo esto, es vital que se les apoye y ayude, porque es imposible que el sector ganadero supere todo esto por sí mismo. Pero se sienten solos; no entienden que no se esté haciendo nada desde el Ministerio. “Hay vacunas, en Japón y EEUU, pero el problema es que no es una zoonosis obligatoria, no está en la lista de enfermedades obligatorias. Mientras no haya dinero por medio, ya sabemos cómo va esto. Lo que es triste es que nos dejen abandonados; si no hay dinero por medio, no hacemos nada”, lamenta Ramón Guarido.

Se sienten abandonados, porque consideran que las administraciones son conscientes del problema real que hay por la cantidad de casos que se producen. “Simplemente por la recogida de cadáveres, ellos ven que hay un problema, y con todas las recetas que se están haciendo, ya ven la magnitud. Tienen más datos que nosotros, pero están mirando para otro lado, no sé por qué, porque al final es política, están jugando a política con nosotros cuando estamos perdiendo una cantidad de dinero terrible; es muy triste”. En este sentido, Guarido recuerda la importancia de que los ganaderos vayan a las unidades a apuntar lo casos, ya que “es fundamental, porque si el día de mañana conseguimos que haya una ayuda, es importante que haya un registro de cada ganadero, que quede constancia”.

En mayor o menor medida, más del 90% de las explotaciones salmantinas están afectadas por la EHE en todas las zonas de Salamanca. “Es una locura”, lamenta y recuerda que primero pidieron información a las administraciones, pero “ni caso”; cuando empezaron a ver que “nos estaba tocando”, les pedimos ayuda, “pero tampoco”. Además, añade, está el tema de la vacuna, porque “el mosquito va a volver el año que viene, este año ya no hay nada que hacer en cuanto a vacuna, no hay tiempo”.

Un tratamiento como tal para esta enfermedad no lo hay en la actualidad. A los animales se les pone antiinflamatorio, para evitar las fiebres, para que se encuentren mejor, es como analgésico; cuando hay lesiones ya más graves, se le da un antibiótico para que no haya infección. “Pero algo para combatir el virus no lo hay, salvo la vacuna, pero son serotipos diferentes, en principio, porque aquí otra cosa muy curiosa es que tampoco nos están dejando coger sangre para seguir analizando. Cogieron del foco de Ledesma, yo cogí después sangre para analizar y me dijeron que no hacía falta porque ya había un foco localizado, pero yo creo que habrá que seguir analizando para ver qué serotipo es y poder intentar presionar para que tengamos una vacuna. Pero mientras no haya un laboratorio que vea la magnitud del problema y tener dinero de por medio, tenemos que hacer mucha presión”.

Estar preparados

Es difícil haber evitado que la EHE se extendiera, pero sí, como afirma Guarido, podían haberse anticipado, porque esto pasó en noviembre en Andalucía. “Es como todo, cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar, que te va tocar. Vieron que iban subiendo, teníamos claro que nos iba a llegar. Entonces, lo que tenían que haber hecho es pedir información para estar preparados, para decir, por ejemplo, mira esto se va a tratar con antiinflamatorios, es decir, estar preparados. Es labor de la Consejería y del Ministerio, que parece que nos están tomando el pelo”.

La magnitud del problema es tal que Ramón Guarido invita a que “cualquiera venga a cualquier explotación al azar, va a ver el problemón que hay”. La EHE prácticamente se ha extendido por toda España, y que “no se haga nada” lo entienden todavía menos. “Al final vamos a tener que salir a la calle, porque esta situación no tiene ningún sentido. Está en todos los sitios y no nos están haciendo ni caso, no es entendible”.

Un abandono de los ganaderos que se extiende al resto del sector agrario. “Los del campo ahora estamos en una situación como nunca y aquí nadie mueve nada”, señala Guarido. “Ahora mismo que tanto se le llena la boca a los políticos del relevo generacional, ¿creen que en esta situación alguien se va a quedar en el campo?, es imposible, un chaval no se va a atrever a quedarse. Con otra salvedad, que los mayores, los ganaderos de vocación de toda la vida que a lo mejor le quedan 40 o 50 vacas, van a tirar toalla todos, para qué se van a complicar ya la vida. Es la desilusión y desesperación que tenemos”.

Este es uno de los momentos más duros para la ganadería salmantina, nunca se ha visto una situación como esta. La gripe de hace unos 45 años era algo similar, pero no se morían tantas vacas como con la EHE. Las 'vacas locas' fue una crisis más económica, porque el ganado no se moría, “bajó mucho el precio, perdió valor el producto que hacíamos; pero ahora no, ahora mismo la situación es de caos, de drama, porque se está perdiendo dinero directo” y a largo plazo lo será más, porque “hay que ver cómo quedan las vacas; es una pena, es muy duro”.

Una “locura” que terminará en parte cuando llegue el frío y el mosquito pierda su actividad. En teoría las vacas tienen 90 días de infección, “a ver qué situación nos encontramos”.

“Es un dramón” y las administraciones “no hacen nada de nada, no hay contestación”, asegura Guariado, que recuerda que en ello se trabaja desde la Unión por la Ganadería de Salamanca, “en que vean los políticos el problema y conseguir las ayudas que necesitamos, así como la presión de contar con una vacuna el año que viene”.

Producción y consumo

La EHE es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores que afecta a rumiantes domésticos y salvajes. Al ser una zoonosis no afecta a las personas ni tampoco se transmite por el consumo de alimentos como carne o leche. Sí afecta de forma grave a la sanidad animal. Sin embargo, las consecuencias no se verán en la provincia de Salamanca en su totalidad hasta dentro de casi un año. Las pérdidas económicas van a ser muy grandes, no solo por los tratamientos y por las bajas de muerte, si no por las secuelas que va a traer, con esas vacas que van a quedar vacías, que no van a volver a preñar; una vaca es un animal de producción y tiene que estar gestante, por eso, hasta que no se sepa el número de terneros menos que va a haber, no se sabrá exactamente las consecuencias de la EHE.

Y todo esto es una cadena; se verá afectada la producción y, por lo tanto, el consumo. Si hay muchos menos terneros el año que viene, será un problema para los productores, que se trasladará también al consumidor, porque si la demanda se mantiene, habrá muchos menos animales.

Report. Gráfico : Miguel Corral

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