Desorejó al primero de su lote. Guillermo Hermoso de Mendoza cortó una oreja
Hoy en los corrillos que se forman en los alrededores de la plaza de toros, el comentario más sobresaliente, era Morante si o no, y quien sería el sustituto de este, si lamentablemente el sevillano no pudiera hacer el paseíllo en la Glorieta. Dentro de la plaza pues el mismo soniquete, incluso algún coro hacía apuestas, para saber quién formaría parte del cartel. Y entiendo que eso está muy bien, debatir de toros y de los gustos de unos y otros por el torero a remendar el cartel, siempre fue una apuesta vital. Pero vayamos al rejoneo.
Para rejonear, no solo es preciso que el caballero conozca la técnica, mida el esfuerzo, posea gracia y domeñe el valor; es también muy necesario que el caballo tenga sangre torera, para que este conjunto armonioso mantenga la viveza y emoción. Una cosa es que el caballo obedezca a la mano y la pierna que le manda, y otra el cómo realizar ese mandato que todos siguen mecánicamente. Es el caso de muchos de los caballos de sangre torera. El caballo torero como decimos, le echa arte, es un caballo que presiente y luego siente las suertes, son ejemplares asombrosos, donde su sensibilidad equina es bien conocida por el rejoneador...
Hoy son muchos los que se asoman en todas las plazas, porque este arte ha recobrado el beneplácito del público, hoy se realizan las suertes desde la montura con verdadero riesgo y pureza; aunque entre estos también existen los niveles, y hay quien aprovecha la espectacularidad, entre otras cosas, porque al igual que el toreo de a pie, al personal le gustan mucho las florituras, los caballazos, los alardes, las cabriolas y los aires teatrales, mucho más que lo que significaba, el fundamento, la razón y el respeto del arte de rejonear.
Hoy se ha cambiado la fecha, pasamos al día 9, y los caballos no cerrarán la feria el 21 con San Mateo. Muy al contrario, este año para conmemorar los 130 años de esta plaza, la Glorieta abre el abono con este espectáculo ecuestre que ya viene durante años siendo un clásico.
La corrida ha sido de los herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, con el encaste de Murube, el amigo Félix, con una buena base de afición, lleva años manteniendo en muy buen tono, más aún si los rejoneadores figuras piden matar sus toros, parece ser que este encaste es el más propicio para dar espectáculo. Y en Salamanca podemos decir que ya es un clásico en los últimos años.
Tras un merecido minuto de silencio en honor de José Antonio “Chopera” abrió plaza Mendoza I, los “bienpensados” se preguntan ¿estará ya buscando el relevo?... Porque la verdad que este Mendoza, lleva unos años que no parece el mismo, aquel que con alegría, con afición y maestría, arrebatador, vibrante y con emoción, cuando acostumbraba a triunfar en casi todas sus actuaciones, pero, en mi modesto entender, parece que anda un poco atorado, parece que el navarro va perdiendo frescura, no en vano lleva cantidad de años en la primera línea del rejoneo, hoy se ha visto devorado por el mismo, y ha dado una lección de despropósitos, una calamidad y un vulgar toreo a caballo. Lo dicho “bájese ya del caballo Sr Mendoza", silencio y bronca fueron sus poderes. Un Mendoza padre, carente de las emociones que despertaba el navarro tiempo atrás y a la hora de matar un lamento indecoroso, me temo que aquel toreo ajustado clavando bien en todos los terrenos llevando prendido al toro, aquel toreo mágico de otras tardes, se ha diluido.
Llevaba ya unos años sin acercarse a esta feria. Sergio Galán, afincado en esta provincia es un jinete y rejoneador distinto a muchos de sus compañeros, una monta más sobria, clasicismo en sus formas, y un toreo más reposado en las suertes. En la tarde de hoy ha dado una autentica lección de toreo desde un caballo, ha parado a sus toros con excelente porte, siempre cosido en redondo a la grupa, clavo rejones arriba, y en banderillas mantuvo firme el temple, clavando con sobriedad, en los terrenos del animal, y haciéndolo con solvencia, poniendo garra en las suertes, soberbio estuvo Galán con el rejón así lo reconoció la plaza que le pidió con justicia las orejas. Que también podían haber sido las de su segundo enemigo, ante el que una nueva demostración de monta y toreo a caballo manejando los tiempos y terrenos, pero en esta ocasión el rejón de muerte se fue a los bajos descaradamente, y aun se pidió trofeo que no fue atendido, el palco ahí estuvo prudente.
Que manseó y se aquerenciaba en tablas de inicio, luego el Murube se entregó, toreo en los medios más reunido, clavo con buen tono, cosió a la grupa a un toro codicioso, quebró con limpieza y armonía, se comprometió más y alegro a la parroquia con su monta, volvió a fallar con el rejón de la muerte otro rejonazo más muy trasero, tuvo que volver a bajarse de la montura y tras dos descabellos finiquitar al animal, evidentemente no fue su tarde, pues en algunos momentos se atascó, no lo vio claro, en esta pasaje su labor fue silenciada.
Guillermo, sigue los pasos de Mendoza I tras dos años de alternativa sorteó dos toros con la técnica heredada es la de su padre, le falta madurar, poner un poco más de mando y temple, pero tiene gran afición y entrega. Guillermo Hermoso de Mendoza II, con aplomo y buen tono, maneja con la alta escuela, tiene caballos muy en su tono y forma de montar, pero hoy, no ha estado fino, no se acoplo con su primero, con el que estuvo vulgar y cansino sin medir los tiempos, demasiado caballazo, y contagiado de su progenitor hizo correr al toro detrás del montado, pero sin madurar, sin torear, sin quebrar la embestida, se pasó de tiempo en banderillas y mato de medio contrario. Mejoró en su segundo clavo con mejor tono, en banderillas se negó un caballo, ganó terreno en las cortas y logró meterse en faena, luego tras dos pinchazos y entera llegando bien a la suerte le concedieron una oreja de saldo.
- Hermoso de Mendoza: Silencio y bronca
- Sergio Galán: 2 orejas y ovación (salió a hombros)
- Guillermo Hermoso de Mendoza: Silencio y oreja