Ya escribí, en el caso de la Ley del sí es sí, que llamar agresión sexual a todos los llamados abusos sexuales era un grave error:
a) El término agresión en castellano hace referencia, como significado directo y más propio, a la violencia.
b) El 12% de abusos sexuales no recurren a la violencia sino a otras estrategias. Entre adultos hay muchas estrategias abusivas que no son agresivas: presión, sorpresa, manipulación, seducción con engaño, etc.
c) Sobredimensionar el vocabulario o usar otros mitos sexuales (los abusos siempre incluyen violencia, los efectos son siempre graves y duran toda la vida, todas las víctimas o supervivientes necesitan terapia, etc.) es falso y hace daño a las víctimas que no necesiten terapia, que son la mayoría.
d) El vocabulario y los conceptos científicos en las revistas científicas no usan el vocabulario de esa ley.
(claro que el presidente de gobierno nos anunció que esa ley tendría efectos internacionales)
¿Cambiar el vocabulario y los conceptos para agravar las penas, manipular a los ciudadanos y buscar votos?
El beso polémico, sino se es sectario o sectaria, es evidente que no fue una agresión sexual.
(claro que según el ministro de cultura la población ya ha dado la sentencia: agresión sexual).
Yo no puedo dar la sentencia.
Por respeto a la posible víctima y al posible abusador o maltratador y porque tendría que suponer cosas que no sé.
a) La posible víctima la dejaron sin ninguna salida digna: -Si había consentido o no etiquetado lo sucedido de agresión ¿Qué se diría de ella, después de oír hablar hasta al presidente de gobierno?
-Si no había consentido y no decía por escrito lo que finalmente escribe (en textos muy propios de la ley comentada) ¿Qué dirían de ella?
Por mi parte, felicitarla por ser tan buena defensa y jugar tan bien, y comprender en el lío que la han metido el posible abusador y tantos como manipulan lo que ha sucedido.
b) El posible agresor.
Se dicen tales cosas de él (no puedo distinguir lo cierto de lo no fundamentado) y tengo una visión tan crítica de una parte importante de este deporte que me resulta difícil ser justo con él. Lo intentaré.
No vi el partido, sí un resumen por la noche: felicidades (a mí el futbol me ayudó a adaptarme al colegio Maestro Ávila y a ser feliz en dicho centro, al que le debo mucho).
También vi la entrega de la copa y parte de los festejos; por tanto, los hechos etiquetados de agresión.
-El presidente de la federación y el ministro de la cultura estaban muy exaltados (comprensible) y demasiado deseosos de protagonismo (muy típico).
-El posible agresor tuvo varias conductas muy inapropiadas: tocarse los genitales y el beso de la polémica. Un presidente no puede hacer estas cosas: la soez y el beso, aunque fuera, que no lo sé, consentido.
Como etiqueta un organismo que me ha perecido más sensato, hay un abuso de autoridad (si no fue consentido) y, en todo caso, una conducta denigrante que finalmente él, la institución y la posible víctima no se deben permitir, aunque ella pudo ser sorprendida y salió de la situación como pudo.
La posible víctima, comprendo a ella y su familia, no tenían ninguna salida: condenada a ser agredida o libertina y culpable de hechos tan poco apropiados.
Si no hubo consentimiento verbal o gestual (yo no lo sé y la imagen no me lo deja claro) o son manifestaciones que entran dentro de esos festejos deberíamos hablar de abuso o maltrato sexual, nunca de agresión.
¿Ven lo imparte que es legislar bien y no hacer política barata? Con el arreglo apoyado por el PP no han corregido este grave error. La Ministra Montero, todo el gobierno y el propio PP creen que todo maltrato sexual es una agresión. Apoyar el feminismo no es apoyar sus errores, en este caso errores muy graves. Las leyes deben ser justas y entonces serán feministas.
Por cierto, vengo diciendo, desde hace tiempo, que en lugar de hablar de abusos sexuales (mala traducción del inglés) sería mejor hablar de maltratos sexuales (en plural). Y deberían figurar dentro de los delitos contra la libertad sexual las mutilaciones genitales, los matrimonios forzados, el rechazo de la homosexualidad o la transexualidad, la prostitución y pornografía infantil ( que son muy distintas en las causas, los efectos y en la intervención a los abusos sexuales).
Mi apoyo a la posible víctima y a su familia, también al posible abusador, mal educado y prepotente al menos, pero que debe ser tratado con justica.
Mi crítica a este circo nacional e internacional en el que con buena intención ha colaborado mucha gente. Provocar estos fenómenos de masas es demasiado fácil y me temo que los responsables es lo que deseaban.
Es un disparate, y comprendo también la reacción de la madre que reza y hace huelga de hambre ¿Quién con buen corazón puede criticar a esta madre? Yo la felicito, aunque le aconsejo que coma.
Necesitamos un feminismo serio y responsable, movimiento tan necesario, no estos políticos.
La FIFA no ha sido tan descabellada: suspensión temporal del posible abusador y afrontamiento del caso. Tal vez sea mejor ponerlo en manos de los jueces y que no sea el gobierno ni los órganos federativos del futbol que ya tendrían bastante con mejorar ese mundo.
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