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Sergio Pérez: “Es un orgullo llevar la bandera de Salamanca en el escalafón de rejoneadores”
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REJONEADOR SALMANTINO

Sergio Pérez: “Es un orgullo llevar la bandera de Salamanca en el escalafón de rejoneadores”

Actualizado 01/09/2023 09:22
Toni Sánchez

El rejoneador charro toma la alternativa el domingo 3 de septiembre en Valladolid junto a Diego Ventura y Guillermo Hermoso de Mendoza.

La plaza de toros del Paseo Zorrilla de Valladolid será testigo en la próxima Feria Taurina de Nuestra Señora de San Lorenzo de la alternativa del rejoneador salmantino Sergio Pérez. El peñarandino se anuncia en un cartel de máxima repercusión junto a Diego Ventura y Guillermo Hermoso de Mendoza para lidiar astados de la ganadería salmantina de El Capea y San Pelayo. “Es una fecha muy importante, ya que tomo la alternativa con los dos rejoneadores que más están apretando en este momento”, manifiesta Sergio Pérez, quien se muestra muy ilusionado ante esta cita que lleva marcada en rojo bastante tiempo en su calendario: “La verdad que creo que la gente se va a sorprender conmigo y va a ser una tarde muy bonita”.

Sergio Pérez es un joven de Peñaranda de Bracamonte que con tan sólo veintiún años está a punto de doctorarse en el arte del rejoneo. Nuestro protagonista echa la vista atrás para recordar sus comienzos en esta larga travesía: “Llevo montando a caballo desde los dos años y esto ha ido creciendo poco a poco. Todo empezó cuando un amigo mío me regaló un caballo y empecé a ir a las vacas con él. Ese caballo tenía experiencia y yo me encontraba muy a gusto con él. Me empezó a picar el gusanillo y todo ha ido a más hasta que decidí tomarme en serio querer ser rejoneador y empezar a torear en plazas de toros”.

Al igual que sucede con los novilleros que quieren convertirse en matadores de toros, no es fácil abrirse paso para poder llegar a competir con las figuras del toreo en las grandes ferias: “Hay que dar la talla todas las tardes, dejar al público contento y que la gente salga hablando de ti cada día que va a verte”. Además, uno de los aspectos que también hay que tener en cuenta es que en las ferias taurinas se programa, por norma general, un único festejo de rejones, lo que hace que la reducción de puestos sea notoria: “En las ferias casi siempre hay cinco o seis corridas de toros y sólo una de rejones, pero la verdad que al público cada vez le está gustando más y cada vez hay más festejos de este tipo”, explica Sergio Pérez, quien en la temporada de 2022 toreó un total de 16 festejos, cortando 40 orejas y 5 rabos. Unas cifras que invitan al optimismo y a la esperanza de que Salamanca cuente con una figura del rejoneo, algo que ilusiona al rejoneador salmantino: “Es bueno que salgan rejoneadores salmantinos en una tierra de toros y toreros como la nuestra. La verdad que es un orgullo llevar la bandera de Salamanca en el escalafón de rejoneadores. Mi tierra no la cambio por nada”.

Sergio Pérez tiene claro que su objetivo es “ser la máxima figura del toreo a caballo”. Entre esos deseos de ser el mandón del rejoneo, el joven de Peñaranda de Bracamonte desvela las claves del auge de las corridas de rejones, que cada vez cuentan con un mayor número de adeptos: “Bajo mi punto de vista, en el espectáculo de rejones hay más variedad y es más completo que el toreo a pie. Está entre el toreo y un espectáculo ecuestre, y esa conexión entre el toro, el caballo y el rejoneador la gente la valora y le gusta mucho”. Sus referentes son Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, las dos grandes figuras en la historia del rejoneo. Con dos tauromaquias diferentes, el navarro y el hispano luso son fuente de inspiración para Sergio Pérez: “Cada uno con sus diferencias, ambos son mis referencias. Eso es lo bonito, que al igual que en el toreo a pie cada uno de los rejoneadores seamos diferentes, porque si fuésemos todos iguales… la gente sólo iría un día a los toros a ver a uno y ya tendría todo visto. El ser diferentes le da esencia al espectáculo”. El rejoneador salmantino se muestra firme en su convicción de abrirse paso: “Tengo mi propia forma de torear, cogiendo lo mejor de cada uno e intentando sacar lo mejor que tengo dentro de mí mismo”.

La preparación de Sergio Pérez y sus caballos se compone de jornadas maratonianas en sus magníficas instalaciones en la entrada a Peñaranda de Bracamonte. “Empiezo a entrenar todos los días a las siete y media de la mañana y muchos días me dan las nueve o las diez de la noche aquí”, manifiesta el rejoneador, quien continúa explicando: Suelo montar entre trece y catorce caballos cada día, mas los potros nuevos. Eso te pone muy fuerte, así que no dedico demasiado tiempo al ejercicio físico propiamente dicho, aunque si me gusta caminar un rato por la mañana”. Pérez desvela que “en un caballo busco que tenga habilidad, que tenga fuerza, que tenga esa expresividad necesaria para llegar al público en la plaza, que llene el escenario nada más que sale al ruedo”. La ilusión con la que prepara su cuadra se palpa en su mirada y en sus gestos: “Tengo la mitad de los caballos preparados por mí porque creo que para un rejoneador es lo más importante: domar sus propios caballos para poder torear después con ellos como uno lo siente. Comprarlos domados y preparados para torear tiene su mérito porque tienes que adaptarte después a ese caballo, pero ponerlo a funcionar desde cero creo que es lo más complicado que hay, pero a la vez lo más bonito y gratificante”. El rejoneador charro añade: “Puedo presumir de que con veintiún años y solo dos años toreando tengo más de la mitad de mi cuadra preparada por mí, lo que me enorgullece”.

El proceso de preparación de un potro hasta convertirlo en caballo de rejoneo tiene sus claves: “Primero hay que domar al potro en clásica, que es la base de todas las domas, y después adaptarlo al rejoneo”, explica Sergio Pérez, quien continúa: “Todos los caballos no valen para lo mismo. Ellos, al igual que las personas, tienen facilidad para una cosa. Por lo tanto hay que buscar esa facilidad y ponerlos a torear en esas circunstancias. Eso implica unos dos años y medio aproximadamente”. Este trabajo de doma y preparación de un caballo es algo que apasiona al rejoneador: “Domar un potro mío, sacarlo a torear y que lo haga perfecto en la plaza de toros delante del toro es lo que más me llena. Además, bordar una faena y ver que el público lo está viviendo como lo estás sintiendo tú… es una sensación indescriptible.

La cuadra de Sergio Pérez se compone actualmente de catorce caballos en condiciones óptimas para salir al ruedo de cualquier plaza de toros. Por cuestiones logísticas y de espacio en el camión del que dispone para acudir a torear, el rejoneador salmantino viaja a cada cita con tan sólo nueve de esos catorce caballos. Luna, Ingenio, Hebreo, Fonseca, Lambrusco o Manglar son algunas de las joyas de la cuadra de Sergio Pérez, quien desvela que está preparando para debutar el año que viene un caballo muy especial: Tengo un hermano de Nazarí (caballo histórico de la cuadra de Diego Ventura que fue retirado en la pasada Feria de San Isidro en Las Ventas de Madrid tras una faena antológica) en el que tengo puesta mucha ilusión y que el año que viene quiero debutar con él”. Precisamente Nazarí es uno de los caballos favoritos de Sergio Pérez a lo largo de la historia del rejoneo, aunque también destaca a Gallo, ejemplar mítico de la cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza. “Ha habido caballos muy importantes en la historia del rejoneo que ojalá pueda tener yo algo parecido algún día en mi cuadra”, finaliza Sergio Pérez, quien con el sol cayendo sobre los campos de Peñaranda finaliza una de sus jornadas de preparación de cara a la cita de la alternativa. Por trabajo e ilusión seguro que no va a ser.