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“De niño jugaba a hacer teatro en casa y ahora ese sueño es una realidad”
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Béjar- Entrevista a Antonio Velasco, actor

“De niño jugaba a hacer teatro en casa y ahora ese sueño es una realidad”

Actualizado 26/08/2023 08:39

Antonio Velasco y su compañía han estrenado su último montaje en la Feria de Teatro de Castilla y León , llevándose una de las grandes ovaciones de esta edición

Lleva a Béjar en el corazón y por los escenarios de toda España. Antonio Velasco, actor y director teatral, ha estado estos días por Ciudad Rodrigo, municipio que acoge la Feria de Teatro de Castilla y León y donde su compañía, “Teatro de Poniente”, ha estrenado su última propuesta. “Enigma Shakespeare” es una montaña rusa de risa y sorpresas que recorren algunos fragmentos de las obras más conocidas del autor inglés, que ha muerto en extrañas circunstancias.

Pregunta: Antonio, tras la tremenda ovación de la noche del lunes, las felicitaciones, la buena valoración del público del estreno… ¿Sigues aún en la nube?

Respuesta: Sigo en ella (ríe) ¡Y que dure mucho tiempo! Es muy bonito que después de tanto trabajo, llegas a un festival tan importante como este, con un estreno absoluto, con esa propuesta que traes que has imaginado en tu cabeza cientos de veces, pensando en todo lo que podría pasar…y ves que funciona con el público, que lo reciben con risa y tanto cariño, pues me hace seguir aún flotando.

Una parte de Béjar también viaja en esa nube, ciudad muy vinculada a ti y a tu corazón…

Mis bisabuelos, abuelos y mis padres son de Béjar. Mi madre es del barrio de “Los Praos”, mi padre de La Corredera, del garaje Honorio. Es el lugar en el que he crecido, en sus calles, en Los Pinos, en la montaña, en los veranos de Béjar y eso se lleva dentro y es mi lugar al que regresar siempre que puedo.

Ese niño que jugaba en las calles de Béjar ¿Soñaba con ser actor?

Sí, si, mira déjame que te cuente…Mi abuela Julia, que era una mujer maravillosa, me veía jugar montando un pequeño teatro entre dos sillas: ponía una manta, yo me escondía detrás y hacía funciones eternas, que les obligaba a todos a mirar y podían durar horas (ríe). Mi abuela con mucha gracia decía: “este niño nos va a salir cómico” ¡Y qué razón tenía! Ella vio en su nieto el cómico que soy.

Si tuviéramos la posibilidad decirle a ese Antonio que usaba sillas para hacer un escenario que acabaría sacando montajes como “Enigma Shakespeare”, ¿qué pensaría?

No se lo creería (ríe) pero hay mucho trabajo detrás, muchos años, mucha formación. Cuando voy a institutos, me suelen preguntar si soñaba con esto y les digo que si, claro, pero que para conseguirlo hay que currar, como con todo en la vida. Que a veces te confundes, y es muy bonito equivocarte y evolucionar, pero sin dejar nunca de soñar, aunque los sueños cambien. ¿Por qué no soñar con tener un premio Max un día? ¿Por qué no soñar con crear nuevas historias y personajes? Sigo siendo el mismo niño soñador que jugaba al futbol en las plazas bejaranas o subía en bici al Castañar.

¿Cómo es de importante el apoyo de la familia en una profesión como la de actor, tan voluble, que tan pronto te da como te quita?

Yo tengo mucha suerte y soy un privilegiado, gracias a muchas personas. Primero a mi compañera, Iratxe Jiménez, que está conmigo en el proyecto y es el “alma mater”. Yo soy una pequeña parte, quizás mas visible, la cara que ve el público y me reconocen más, pero no se puede comparar con lo que hace ella de gestión, producción, organización, la que está detrás haciendo posible que los sueños que antes te mencionaba sean posibles. Sin Iratxe esto no existiría. Y luego mi familia, por supuesto, mis padres, mi hermano…Nunca me han cortado las alas, siempre me han apoyado y creo que soy muy afortunado. Han estado en los momentos malos, cuando no llegaba a fin de mes, siempre estaban ellos ahí, me han levantado y me han hecho creer siempre que todo se puede hacer realidad.

Oye Antonio ¿Qué le pasa a “Teatro de Poniente” con los grandes autores? Ahora Shakespeare, antes Cervantes o ese recorrido por la historia de la literatura

Antes de hacer arte dramático estudié Filología Hispánica en Salamanca, para mí, la literatura siempre ha sido una pasión. Los libros han alimentado mi imaginación y ahora son una base trabajo, pero dándole una vuelta. Me gusta acercar la literatura al público, pero quitándole el polvo. Por ejemplo, cuando vamos a institutos, a por ese “público secuestrado” que llamo yo, esos alumnos adolescentes que vienen obligados al teatro a vernos y nosotros les queremos demostrar que el teatro es divertido, que los libros son divertidos. Ahí la literatura nos da esa opción de jugar con ella, de ser un poco gamberros. Trabajamos para que ese espectador que va por primera vez a una representación teatral quiera volver más veces.

Por si todo esto no te diera ya suficiente trabajo, este verano te has lanzado a una nueva aventura, crear un festival de artes escénicas y montaña en Candelario…

Sí, el “CandelaFest”. La cultura es muy amplia, yo me considero un monstruo cultural y la gestión cultural está ahí: el arte, el teatro y la música deben ser ejes vertebradores no sólo socialmente, si no económicamente. La cultura hace crecer la sociedad e impulsa el crecimiento social, mira por ejemplo esta Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo, o en Olmedo o en Almagro… ¿Por qué no puede la cultura ser un agente del impulso económico? ¿Y por qué no unirlo con la montaña? Ahora estamos trabajando en este proyecto en Candelario, pero eso no significa que, si desde Béjar puedo de alguna manera ayudar a que la cultura sea motor de crecimiento, ahí estaré.

La última pregunta Antonio… ¿Veremos este nuevo montaje en el Teatro Cervantes de Béjar?

¡Eso espero! Si por mi fuera, mañana mismo lo hacemos (ríe). Para mí, actuar en el Cervantes es emotivo, por los presentes y los ausentes. Algunos ya no están como mis abuelos Antolín y Gaudencio o mi abuela Julia, mientras que mi otra abuela, Filo, está en la residencia del Buen Pastor, y cuando actúo allí es sentirles en el patio de butacas, viendo a su nieto, a aquel niño que jugaba al teatro en casa que ha conseguido su meta. Pero a eso le sumo los que sí están, familiares, amigos, espectadores que en estos últimos años me han ido conociendo y me ven como un bejarano más… es una emoción muy grande y si es posible, estaremos con “Enigma Shakespeare” en ese teatro que tanto significa para mí.