Manuel Diosleguarde quiere (y puede) sentarse en la mesa de las figuras

Manifestaba Manuel Diosleguarde hace apenas un mes en una entrevista concedida a SALAMANCArtv AL DÍA que con trabajo e ilusión llegará a competir con las figuras y a ocupar un puesto importante en el escalafón. Sus palabras no son sólo fruto del deseo y la ilusión de un joven imberbe. Es toda una declaración de intenciones que día tras día se reafirma con sus actuaciones en el ruedo.

Con sólo un año y un mes de alternativa a sus espaldas, de los cuales ocho meses han sido un calvario debido al tabacazo sufrido en Cuéllar hace un año, Diosleguarde aprovecha cada oportunidad que tiene para dar un golpe encima de la mesa. Varias de esas tardes ha estado acartelado con figuras de la talla de Morante de la Puebla, Alejandro Talavante, Emilio de Justo, El Fandi o Sebastián Castella. Lejos de amedrentarse por verse al lado de auténticas eminencias de la tauromaquia, el salmantino da un paso al frente y ofrece una gran dimensión, impropia quizá de quien tan sólo lleva un rato en esto.

La tarde del sábado en Guijuelo da fé de que Manuel Diosleguarde puede ser la figura del toreo que Salamanca lleva tiempo anhelando. Al temple, la prestancia y la sobriedad castellana que le imprime a su toreo, le añade el charro una conexión con el público y una frescura propia de quien tiene la hierba en la boca, del que quiere aprovechar cada tarde como si fuese la última. Y, además, dejando atrás los fantasmas de la cogida en Cuéllar, se va detrás de la espada recto como una vela. En definitiva, abrirse paso a puro huevo y a triunfo cantado. No hay otra forma.

Algunos de los empresarios que manejan los hilos de este tinglao como Simón Casas o Pepe Cutiño estuvieron presentes el pasado sábado en el callejón de la plaza de toros de Guijuelo y, por tanto, pudieron comprobar de primera mano que Salamanca tiene un torero en ciernes capaz de competir con las figuras y de aportar aire fresco a un escalafón necesitado de caras nuevas. El deseo y la intención de Diosleguarde es ese, entrar en esos carteles de las grandes ferias. Por capacidad desde luego no va a ser. Por tanto, abran paso...