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Multitud de peregrinos acuden a uno de los santuarios marianos más importantes de Portugal
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FESTIVIDAD DEL 15 DE AGOSTO

Multitud de peregrinos acuden a uno de los santuarios marianos más importantes de Portugal

Actualizado 12/08/2023 12:09
Raquel Martín-Garay

Lo sagrado y lo profano unidos en uno de los emblemas religiosos del norte de Portugal que, además, es una atalaya

Estos días de agosto, el Santuario de Nossa Senhora da Assunção es un faro que atrae a miles de personas, venidas principalmente de la región de Tras os Montes y de la región del Duero portugués.

Unos llegan movidos por una fe inmensa, otros, por tradición, otros por saudade. Todos, por vivir un momento de exaltación en comunidad en torno a un gran símbolo: el santuario y Nuestra Señora.

En el pueblo de Vilas Boas, en el concejo de Vila Flor, se dice que éste es el más importante santuario mariano de Tras os Montes. Desde luego, probablemente será el que convoque a mayor cantidad de visitantes durante todo el año, porque el lugar donde se ubica es un reclamo turístico en sí mismo, de tipo religioso y paisajístico.

A dos kilómetros del pueblo, a unos 760 metros de altitud, la basílica y el conjunto de capillas, miradores y la larga escalinata se levantaron a finales del siglo XIX sobre una ermita anterior, en un cerro rocoso, dominando una vasta extensión de tierras cultivadas, del Vale de Vilariça al Vale do Tua. Se dice que, desde aquí, en días claros se alcanza una vista de 100 km a la redonda, desde la Serra do Marão hasta la Serra de Montesinho y la comarca zamorana de Sanabria. El ojo también se detiene en los embalses del fértil y agrícola Vale de Vilariça.

La iglesia, que aquí llaman capela, fue construida sobre otra ya existente y aglutina mucha devoción, aunque no sea un edificio notable, tampoco por su tamaño. De una sola nave rectangular, no llega a albergar una docena de bancos, lo que nos lleva a plantearnos cómo el 15 de agosto tantos peregrinos conseguirán permanecer unos minutos orando en este templo.

El día de la Asunción es una fiesta majestuosa de fe a la portuguesa en este paraje, que además de un emblema religioso, es un mirador y un lugar de recreo, con merenderos incluidos. Pero parte de este profundo arraigo popular se debe a que desde el siglo XVIII aquí se honra a Nª Sª de la Asunción con una romería, celebrada anualmente de forma ininterrumpida. Y este lugar de culto estaría marcado por una impronta aún más remota, pues se piensa que en este alto habría existido un castro.

El valor estratégico de su ubicación es evidente. En esta cima se divisa toda la comarca y gran parte de la región. Y parte de su mística la constituye el hecho de que para llegar al santuario tengamos que subir más de 200 escaleras, en una personal procesión que nos hace detenernos en capillas, balcones, pérgolas. También hay un camino lateral transitable con vehículo, que lleva casi hasta la cripta. Pero quien pueda, que suba a pie y por la escalinata.

De la campiña de la Terra Quente Trasmontana ascendemos de improviso y sin transición unos 300 metros. El calor sofocante del verano explica la abundancia de chumberas, aunque la vegetación muda conforme vamos alcanzando altura. Llegar a la frescura del templo es otra bendición, además de la obtenida por los devotos por parte de la Virgen.

Nuestra Señora de la Asunción, -a la que aquí llaman la Virgem do Cabeço, por situarse el templo en un cabezo granítico-, está en su cripta y el altar mayor está presidido por otra imagen de la Señora que no es la que se procesiona. Quienes visiten este santuario en estos días no encontrarán la talla de la Virgen que genera tanta veneración, pues está en el pueblo de Vilas Boas. Salió de aquí el día 6 en solemne procesión y rosario, y aquí no regresará hasta el día 15.

La romería de Nª Sª da Assunção de Vilas Boas es un espectáculo de los más emocionantes de la región trasmontana, con miles de fieles y banda de música acompañando el paso de Nuestra Señora, cargado por unas 50 personas, hasta lo alto del peñasco rocoso.

Como en cualquier romería, lo sagrado y lo profano se dan la mano, en una alegría festiva en la que además de rezos y peregrinos, hay puestos de comida y bebida.

Ahí arriba, en el cielo trasmontano, acompañada por las tres virtudes teologales más una (Fé, Esperança, Caridade y Gratidão), que marcan los cuatro puntos cardinales, está su hogar.

Además de la novena, las noches del 12, 13 y 14 de agosto habrá 'Procesión de las Velas' en el santuario.

Desde primera hora de la madrugada del 15 de agosto este cabezo será un hervidero de peregrinos cumpliendo con la tradición y con las promesas particulares de cada uno.

Además de los ritos religiosos, las fiestas de la localidad de Vilas Boas se celebran con verbena el 14 y 15 de agosto, arruada la mañana del día 15 y fuegos artificiales a medianoche.

SANTUARIO DE NOSSA SENHORA DA ASSUNÇÃO- VILAS BOAS (VILA FLOR, PORTUGAL)

41° 20' 52" N 7° 11' 47" O

Visitable de 9:00 a 12:30 y de 14:30 a 20:00 (horario especial de agosto, hora portuguesa).