"Ya no hay discusión ni problema ninguno, están cumpliendo el convenio de separación a rajatabla" asegura la portavoz de la colombiana
Shakira y Gerard Piqué han 'fumado la pipa de la paz'. Un año después de su ruptura, y de protagonizar numerosos encontronazos y una infinidad de titulares, la expareja ha zanjado su guerra abierta por el bien de sus hijos.
Así lo asegura 'Vanitatis', que citando a fuentes cercanas a la cantante y al presidente de la 'Kings League', desvela que han dejado sus diferencias a un lado. "Ya no hay discusión ni problema ninguno, están cumpliendo el convenio de separación a rajatabla" asegura la portavoz de la colombiana.
Una información que ha salido a la luz mientras Piqué, que prefiere mantener un perfil bajo, disfruta de los quince días de vacaciones que le corresponde con Milan y Sasha en agosto -antes de que los pequeños empiecen el curso en Miami- y Shakira está en Los Ángeles grabando sus próximas canciones.
Además, la cantante estaría aprovechando este periodo sin sus hijos -que son su absoluta prioridad- para verse con Lewis Hamilton, con el que se insiste que estaría viviendo un romance 'sin ataduras' y con el que se especula que está en la ciudad estadounidense por una gorra negra que aparece en una de las publicaciones de Shakira en redes sociales y que, al parecer, podría pertenecer al piloto de Fórmula 1.
Coincidiendo con la noticia del momento de paz y tranquilidad que se ha instalado entre Piqué y la cantante, nos llegan imágenes del exftubolista con Clara Chía, captadas días antes de que Milan y Sasha viajasen a Barcelona para disfrutar de sus vacaciones con su padre.
Cada vez más relajados ante las cámaras, aunque manteniendo las distancias, la pareja cogía un vuelo en el aeropuerto de Barcelona y fiel a su discreción Gerard prefería guardar silencio y dejar en el aire cuándo podremos ver a sus hijos con su novia.
A su lado, llevando una maleta de cabina, una Clara sonriente que acaparó todas las miradas con un look de lo más favorecedor y estiloso, compuesto por shorts de lino en color crudo y camisa oversize a juego, top blanco de algodón y sus inseparables gafas de sol.