El torero salmantino hace balance de su primer año como matador de toros
El domingo 23 de julio se cumple el primer año de alternativa del matador de toros Manuel Diosleguarde, quien se doctorase en tauromaquia en la plaza de toros de Santander de manos de Alejandro Talavante y con Pablo Aguado como testigo. Una tarde triunfal que nuestro protagonista no olvida, tal y como manifiesta en esta entrevista con SALAMANCArtv AL DÍA: "Fue una tarde muy especial, en la que todos los sueños que tenía desde que era un niño se cumplían. Además tuve la suerte de tener como padrino al torero que más he admirado y más me he fijado. En definitiva, fue la tarde soñada para cualquier torero por la plaza, por el cartel y por lo que yo sentí esa tarde en Santander en la que además salí a hombros."
Pese a ese triunfo, este año Diosleguarde se ha quedado fuera de los carteles de la Feria de Santiago, algo que afronta con entereza: "Tengo esa espina clavada porque me hubiese encantado volver a estar este año en Santander, donde creo que lo tenía ganado por méritos propios. Pero bueno, es una profesión muy larga y estoy seguro de que volveré muchos años". Desde que tomase la alternativa, seis han sido los paseíllos que ha realizado el torero salmantino, saliendo a hombros cinco de esas tardes: "El año pasado toreé cuatro corridas hasta la cogida de Cuéllar y dos después de la reaparición. El balance que hago es muy bueno pero soy consciente de que el camino no es fácil, por eso hay que aprovechar cada oportunidad como si fuese la última".
Para Manuel Diosleguarde, dentro de este año apasionante, el recuerdo más grato se lo trae a la mente la tarde de su reaparición en Guijuelo: "Ese día volví a sentirme vivo... El sentirme de nuevo torero, el calor de la gente...", recuerda emocionado, "fue un día muy bonito y quizás de los más importantes de mi carrera". Por contra, el día más duro como matador de toros lo vivió en Cuéllar la tarde del 28 de agosto de 2022: "Sin lugar a dudas ese día ha sido el más duro, pero eso ya está en el olvido. Hay que mirar siempre hacia delante y ahora que ya ha pasado todo, sólo se pueden sacar cosas positivas. Entre ellas, que todo eso me ha hecho sentir más torero".
La valoración que hace Diosleguarde de este primer año como matador de toros es la siguiente: "Claro que ha habido cosas muy buenas y por las que estoy contento, pero me gusta ser exigente conmigo mismo y sé que puedo dar mucho más. Por eso tengo que seguir trabajando y creciendo como torero". El salmantino continúa con su reflexión: "Lo importante siempre es dar pasos adelante, por muy pequeños que sean, pero que siempre sean hacia adelante, para llegar a ocupar algún día un puesto importante en el escalafón y competir con la figuras. Tardaré más o tardaré menos, pero con trabajo estoy convencido que se consigue".
De cara al futuro, Manuel Diosleguarde lo afronta "con ganas e ilusión, pero a la vez mentalizado de que cada tarde tiene que ser como si fuera la última y la gente tiene que salir hablando de mí de todas las plazas de toros". Sobre su más que posible presentación como matador de toros en Salamanca en la próxima Feria de la Virgen de la Vega, el charro se muestra ilusionado: "Ojalá pudiera estar este año en La Glorieta. Sería mi punto fuerte de la temporada, además de que torear en Salamanca siempre será especial porque es donde he crecido como torero y como persona. En definitiva, sería un sueño para mí".