“Ha sido un logro de las tres asociaciones, Capuchinos, Canto Blanco y Pizarrales; creíamos que no lo conseguiríamos”

Tras años de reivindicaciones para poder tener comunicación por autobús con el Hospital, los vecinos de los barrios Capuchinos, Blanco y Pizarrales han visto atendida su demanda con la nueva línea de bus urbano puesta en marcha este pasado mes de junio. Un logro de las tres asociaciones vecinales de esos barrios que no creían que finalmente se fuera a hacer realidad, tal y como apunta Regina Moreiro, presidenta de la asociación Canto Blanco y una de las cabezas visibles de esta constante reivindicación.

“Lo del autobús a los hospitales lo pedíamos ya cuando nos pusieron el 12 en el Barrio Blanco, queríamos que fuera por San José, pero que pasara por Hospitales, no la vuelta que da que parece que te vas de excursión, porque si se coge ese autobús desde el principio de parada hasta San José se tarda 55 minutos: tardamos más que si vamos a Ciudad Rodrigo, que son 45 minutos”, afirma Moreiro.

Alrededor de 15 años llevan reclamando los vecinos del Barrio Blanco una línea que comunicara con el Hospital, pero “al no dárnosla, pedimos que pusieran una línea que uniera los tres barrios con hospitales; éramos los únicos que no la teníamos”. Muchos años de reivindicaciones al Ayuntamiento de Salamanca, incluso con concentraciones y manifestaciones, y ahora se ha hecho realidad, aunque, apunta Moreiro, “creo que lo han hecho ahora porque ha influido que iba a haber elecciones y estaban más receptivos; a primeros de este año, nos dijeron que estaba todo solucionado y tendríamos ese bus”.

Unas reivindicaciones, recuerda, cuya respuesta fue poner en marcha la línea 12 “porque, nos dijeron, que ya había muchos autobuses, que tenía que ser ese recorrido y no podía ser otro”. Cuando “lo metieron por La Aldehuela, mandamos un escrito diciendo que no estábamos de acuerdo, que si ya el recorrido era largo, meterlo por La Aldehuela era hacerlo mucho más, pero pasaron de nosotros”.

Los vecinos se muestran contentos con esta nueva línea, además “es algo que hemos conseguido que no creímos que lo consiguiéramos. Al final, a última hora, cedieron, a pesar de que intentaron darle ‘el punto ‘a los del Hogar del Jubilado de Pizarrales”, señala Moreiro, que añade que “esto ha sido un logro de las tres asociaciones, de Capuchinos, Canto Blanco y Pizarrales, no ha sido algo que los del Hogar hayan pedido, pero como a nosotros nos lo habían denegado durante tanto tiempo, pensarían ‘si ahora damos marcha atrás, se va a ver como que hemos reculado’, por eso han dicho que era una demanda de las personas mayores”. Además, añade, “el recorrido no ha variado mucho del que nosotros propusimos”.

Una nueva línea que, de momento, funciona bien. “Es una maravilla, no pasa por el medio del barrio Blanco, pero la gente que vive en la parte de arriba lo tiene bien, porque en total tardamos 5 minutos o 7 hasta la parada, y a la gente de abajo le queda bien la parada de la carretera de Ledesma para cogerlo”.

Las asociaciones de vecinos salmantinas son las que propone y demandan al Ayuntamiento distintos aspectos para mejorar el bus urbanos, pero a veces lo hacen en conjunto a través de Fevesa “para darle un poco más de peso”. Entre esas reivindicaciones conjuntas, Regina Moreiro recuerda la que hicieron hace un par de años todas las asociaciones desde Fevesa: un autobús circular que uniera la periferia de Salamanca, los barrios, y que ese mismo bus estuviera también por la noche completando el nocturno, pero “se hizo un trabajo exquisito desde Fevesa y no han hecho nada de lo que se pedía entonces, ni con esta propuesta ni con la modificación de algunos tramos de líneas, que pedimos”. Ahora, añade, puedes ir de un barrio a otro, pero haciendo trasbordos desde el centro, y “tal y como se propuso, era todo muy práctico, pero no lo veían viable, como siempre”. Porque estas decisiones, señala, las toma toda la Corporación, y “los responsables de Transporte, Participación Ciudadanos, Parques y Jardines”, que son los que más relación quizás tienen con las asociaciones de vecinos,” han sido estos últimos cuatro años muy asequibles y cercanos, pero dentro del Ayuntamiento, son todos y dicen que no” a sus propuestas. Y es que dar respuesta a sus demandas no depende de la empresa, si no del Ayuntamiento, como explica, “a la empresa le da igual, le pagan por kilómetros no por taquilla, por lo que cuanto más líneas haya, más les interesa”.

El nuevo contrato para la gestión del autobús urbano da respuesta a algunas demandas vecinales, como es esta nueva línea 15 y también la 14 (El Zurguén y Huerta Otea) que se ha puesto en marcha, además, entre otros aspectos, se han ampliado paradas y reducido algunas frecuencias, pero aún quedan reclamaciones sin cumplir y los usuarios del bus siguen quejándose de retrasos, de paradas lejanas, de los horarios de sábados, domingos y festivos, y echan en falta esa línea circular que permita el desplazamiento entre barrios y que esté fuera de ese eje en el que los trayectos generalmente conectan los barrios con el centro.