“Ser bombero es una profesión grande con necesidad imprescindible de ser versátil”

Su nombre es Jorge de Dios Carrera y hoy, a sus 38 años, este peñarandino de cuna continua en el esfuerzo y la lucha diaria por conseguir una plaza en oposición para hacer realidad su verdadero sueño como es el de ser bombero profesional reconocido, profesión que ya ejerce y con verdadero brillo, algo que bien puede constatarse entre los equipos de profesionales con los que ha desarrollado no pocas intervenciones, algunas de ellas dejando huellas imborrables en su mente.

Una profesión, la de bombero, que tiene un origen mas que llamativo, ya que, tal y como explica, “la idea nacía haciendo las prácticas de prevención de riesgos laborales, de lo que soy técnico superior, en la planta de Bioetanol de Babilafuente. Entre las tareas que tenía estaba la de revisar el estado de los equipos de protección respiratoria que tienen. Empecé a revisarlos y me llamó mucho la atención todo el sistema de rescate en altura…esto se unió a mi época de gimnasio y me lancé… cierto es que por aquel entonces no tenía carnets así que me busqué un trabajo auxiliar para poderlos conseguir y ya con ellos empecé con la formación y el entrenamiento necesarios”.

Desde ese origen pasó no poco tiempo y un largo proceso. “He tenido dos fases. Empecé como opositor en 2013, preparándome para Palencia y Ávila y caí en la prueba de callejero. Hubo dos años que no salieron convocatorias por lo que aparqué la oposición y comencé a trabajar como monitor de pilates clásico. En octubre de 2019 volví a ello, siendo aún instructor de pilates, dejando el trabajo justo antes de la pandemia para dedicarme a ello de pleno” detalla Jorge quien además recuerda que “mi primer destino fue la bolsa de empleo de la Diputación de Salamanca… pero hasta llegar a ello tienes que superar pruebas muy duras que tienen solo un intento, necesitando una gestión muy seria de los sentimientos y los nervios…en octubre vuelven a salir las plazas oficiales y estoy preparándome a conciencia”.

A día de hoy Jorge de Dios tiene su destino en el organismo provincial y su base de operaciones en el que parque de Vitigudino, que es de nivel dos, siendo una zona que por el momento esta siendo muy tranquila. “Sí que es cierto que ahora empezamos la época fuerte… espero que no sea como el año pasado y podamos vivirlo como hasta ahora” suspira.

Una profesión de riesgo, que deja huellas mas allá de lo físico, echando la vista atrás recuerda intervenciones con gran emoción: “creo que todas las intervenciones son importantes, pero como gravedad inolvidable recuerdo la de 2020 en el almacén de pinturas de San Pedro del Arroyo, por la magnitud del fuego y lo sobrecogedor de la situación que se generaba. Yo di relevo a unos compañeros de Peñaranda…llegar y ver esa gran bola de fuego fue muy impactante. Otros de los que más me han marcado han sido los de Candelario y el de la Sierra de la Culebra…este último ha sido, a nivel emocional, el más duro sin duda, ya que fueron muchas horas de trabajo y nunca tenias la sensación de control de la situación… apagabas lo que tenías pero mirabas atrás y veías más y más focos reavivados… recuerdo ver los animales en familia, como los jabalíes, tratando de huir… te impactan esas imágenes y ver el gran desastre que se genera en un incendio así”.

“Si bien es cierto, mi primer incendio fue de pastos, en la carretera de Macotera… en aquel, quizás fruto de los nervios, me caí y tuvo que ayudarme uno de los camiones para que no me quemara el fuego… eso por no hablar de los accidentes, que los bomberos también estamos en ellos. La gente no es consciente también de esto” recuerda.

Para Jorge, la definición de bombero es sencilla y complicada a la vez: “es un trabajo que es un espectáculo. Nunca sabes lo que va a pasar ni vas a controlar el cien por cien de lo que haces. Pero por encima de todo está la inexplicable sensación de saber que estás ayudando a alguien y hacerlo con herramientas y siendo versátil, ya que necesitas adaptarte en segundos…incendio, accidente, abejas, o abrir una puerta… son muchas cosas, para lo que es necesario una preparación constante… y es que, como ejemplo, te puedo decir que atacar un fuego en un coche hoy no tiene nada que ver con lo de antes, ya que no es lo mismo enfrentarse a un incendio de vehículo híbrido, normal o eléctrico”.

Al preguntarle si cree que la profesión de bombero esta verdaderamente reconocida a todos los niveles, Jorge es rotundo: “Pues creo que sí y no… la gente de mi entorno me dice ‘si vivís muy bien, estáis descansando casi toda la jornada’… pero lo que no se ve es que en segundos suena el teléfono y tienes que estar al 200% y da igual cómo puedas estar…da igual las tres de la mañana o las dos de la tarde. En cuanto a la administración creo que deberían apostar mucho más por valorar al equipo de personas que forman los bomberos. La diputación tiene que mejorar mucho en este área y en Peñaranda, mi ciudad, el ayuntamiento debería de apostar mucho más por los Bomberos. Creo que los peñarandinos no saben lo que tienen…son un auténtico lujo ya que cada uno de ellos tienen sus trabajos y tienen capacidad de salida enorme, ya que en menos de 10 minutos está una dotación en marcha… esto es un privilegio y además trabajan muy muy bien… creo que no son conscientes las administraciones, empezando por el ayuntamiento y siguiendo por la Diputación, del gran trabajo y esfuerzo que realizan”.