Monleón, una fortaleza clave sobre el Alagón

Uno de los tesoros escasamente conocidos que alberga nuestra provincia es la villa de Monleón, una localidad que aunque escasamente poblada, alberga un rico legado histórico-monumental, en el que destaca tanto un verraco vetón de época prerromana, como sobre todo sus monumentos de época medieval.

En este aspecto, en la villa de Monleón sobresale el castillo como joya de la corona de la localidad, pero además conserva casi íntegramente su recinto amurallado, del que podemos observar sus tres puertas históricas: la de la Villa, la del Sol y la de Coria, que custodiaban el acceso a una localidad de importancia estratégica por su ubicación en un altozano sobre la desembocadura del río Riofrío en el río Alagón.

Curiosamente, esta ubicación de Monleón marca, además, el propio nombre de la localidad, pues este procede de época medieval, y se debe a su situación en un alto que servía de atalaya defensiva del Reino de León, siendo por ello denominado como el Monte de León, esto es, Monleón (previamente documentado como “Montleón”).

En todo caso, aunque la integración de Monleón en el reino leonés se podría haber dado con el avance de este reino tras la victoria de las tropas de Ramiro II de León sobre el califa Abderramán III en el año 939 en la batalla de Alhandega (en el entorno del actual Fresno-Alhándiga), el refuerzo de la posición de Monleón como enclave leonés se dio ya en el siglo XII, una vez que las tropas de Alfonso VI de León tomaron la ciudad hoy extremeña de Coria.

Por su parte, la muralla de la villa es consecuencia directa de un hecho histórico medieval, como es la elevación a cabeza de concejo de Monleón por parte del rey Alfonso IX de León, que convirtió a esta localidad en la capital de un alfoz que se extendía sobre diversos pueblos de la zona, y que conllevó que se fortificase con muralla y castillo este enclave, que pasó así a ser el centro administrativo-militar de la zona.

Sin embargo, la condición de Monleón como cabeza de concejo se perdió posteriormente, decretando en 1248 Fernando III su integración en el concejo de Salamanca, lo que hizo perder su importancia en la zona a Monleón, que conservó sin embargo su estructura fortificada como heredera de aquellas décadas ‘de oro’ de la villa.

No obstante, aún le quedaba historia por escribir a esta vieja villa. Así, aunque erigida sobre un templo medieval anterior, la actual iglesia monleonense data del siglo XVI, mientras que el castillo erige su esbelta torre como fruto del recrecimiento y embellecimiento que se hizo en el siglo XV de la antigua fortaleza de la villa. Además, posteriormente esta localidad protagonizaría una de las canciones de nuestro folclore más conocidas: “Los mozos de Monleón”.

Y es que Monleón es una villa que rezuma historia por los cuatro costados, y caminar por las calles que custodian sus murallas nos retrotrae a épocas de leyendas medievales, a cuentos de princesas y guerreros, nos lleva a descubrir un tesoro de gran valor que custodiamos en nuestra provincia pasando casi desapercibido.