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José Enrique Fraile de Valdefresno, ilusión renovada
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REPORTAJE EN LA FINCA TABERA DE ABAJO

José Enrique Fraile de Valdefresno, ilusión renovada

Actualizado 08/06/2023 14:34
María Fuentes

Con “la sensación de vivir un empezar de cero”, el ganadero se muestra feliz con esta nueva etapa que se consolida tras 50 años de trabajo y entrega a una pasión

El año 2020 fue decisivo para esta familia ganadera mítica del campo charro. Los hermanos finalizaron en noviembre la escisión de la vacada y así, se consolidó la separación de los hierros Valdefresno y Hermanos Fraile Mazas que ya no volverán a lidiarse juntos como procedencia de una misma explotación.

Nicolás y José Enrique Fraile, los hijos del añorado Nicolás, que pusiera el hierro de Valdefresno entre la élite ganadera tras su escisión de El Puerto de San Lorenzo, han partido la vacada para quedarse cada uno con un hierro y con una de las fincas familiares.

La escisión se produjo en octubre de 2019, si bien el atípico año de 2020 por la pandemia no dio lugar a que se anunciase. El hermano menor, Nicolás Fraile, se quedó con el hierro de ‘Valdefresno’ para seguir dando lustre a la historia de la vacada desde la finca de Tellosancho, mientras José Enrique permanece en la finca de Tabera de Abajo, que lleva el nombre de ‘José Enrique Fraile de Valdefresno’. Allí recibe en una jornada lluviosa a SALAMANCArtv AL DÍA.

Con ilusiones renovadas, pero con “la sensación de vivir un empezar de cero”, José Enrique se muestra feliz con esta nueva etapa que se consolida tras más de 50 años de trabajo y entrega a una pasión: criar toros bravos. “Es lo que he hecho toda mi vida y lo que realmente me hace feliz, y actualmente puedo decir, tras la división, que la ganadería es buena en cuanto a resultados, en cuanto a ilusión, porque veo que este encaste minoritario y del que muchos se olvidan sigue funcionando, están saliendo buenos los animales, están embistiendo y eso te mantiene vivo. Cada día los ganaderos cuidamos más a los animales, los preparamos más para los festejos y eso también te da un plus de responsabilidad, es un encaste que hay que mantenerlo vivo. Esta era la gran ilusión de mi padre, tenía todas sus ilusiones en este hierro porque era el de su padre, mi abuelo, y ahora pasa a mis manos y al dividir la ganadería yo me quedé con esta marca y estoy intentando que las cosas salgan bien. Tengo una sensación contraria porque esto es lo que llevo haciendo toda la vida, pero a la vez es como un empezar de cero. Ahora más motivado si cabe para luchar porque es mi vida”, explica el ganadero.

Según explica, los lotes en que se ha dividido la ganadería han sido perfectamente equilibrados, analizando genéticas y compensando animales, pero sin perder el origen Atanasio-Lisardo.

Desde esta ‘nueva’ andadura, “los festejos han sido pocos, pero muy cuidados”. El año pasado en Madrid llegó el triunfo. Su toro de nombre ‘Cigarro’, lidiado en Las Ventas el 3 de julio fue uno de los toros del año en Las Ventas. “Fue una corrida completa con un buen resultado, y lo que pasa en Madrid tiene siempre eco y repercusión. Además, el año pasado liamos también una corrida completa en la provincia de Salamanca, concretamente en Vitigudino el 16 de agosto y el resultado también fue muy bueno. Permitió el triunfo de Ferrera y de Manuel Escribano, les cortaron las orejas a los toros y a dos de ellos se le dio la vuelta al ruedo. Además, liamos una corrida de toros en Bayona y varias novilladas en el sureste francés, la verdad es que estamos contentos. En el país vecino valoran mucho este encaste, el comportamiento de estos toros, y es algo que a veces echamos de menos aquí. Es fundamental que las empresas y los toreros apuesten sin fisuras por este encaste, la variedad es fundamental en la Fiesta nacional. Hay que defender lo nuestro desde Salamanca, desde Castilla y León como comunidad y a nivel nacional, por supuesto”, añade.

El toro que busca José Enrique Fraile es el toro que humilla, bravo. “A mí me gusta que el fondo de los toros sea bravo, me gusta un toro completo, que sea bravo para el caballo, que vaya a más en la muleta y que tenga una lidia completa. Doy mucha importancia al caballo dentro de que el siguiente paso que es la muleta es el fin de todo, que el torero esté a gusto, que el toro sea exigente también para que el aficionado disfrute. El fondo de raza y de trasmisión es importante y que se vea que el único que se puede poner delante de los animales es un torero ante un toro imponente por su presencia morfológicamente y su carácter y su bravura con las dificultades propias”.

La temporada ya ha empezado y de momento, también con buenas sensaciones. Empezaron lidiando en Moralzarzal en la Copa Chenel propiciando el triunfo rotundo de Juan de Castilla y Rafael Serna. “Fue una corrida televisada por Telemadrid, y eso a las puertas de Madrid siempre tiene repercusión. A día de hoy ha sido la corrida más completa del circuito y los toros que mejores han salido”, añade.

A partir de ahí, tiene preparada una corrida de toros completa para lidiar en julio en Las Ventas, “como premio al triunfo del año pasado”.

La ilusión está centrada en finalizar la temporada en Salamanca. Este año, la empresa podría poner en marcha una corrida concurso con diferentes ganaderías salmantinas, y ahí es donde José Enrique busca su sitio. “Para este año no tendría una corrida completa, pero si sale adelante esa corrida concurso por supuesto que me gustaría entrar. Tengo un toro preparado que sería un espectáculo que lo pudiera disfrutar la afición charra, sería un gran reto, pero de momento no se han puesto en contacto conmigo, todo depende de lo que quieran los toreros que la vayan a lidiar, los intereses de la empresa… esto nunca se sabe, pero desde luego me encantaría. Salamanca es la plaza donde todos los ganaderos de la tierra queremos estar, porque, aunque suponga muchísima responsabilidad, ahí es donde están nuestros amigos, los compañeros, y triunfar en nuestra casa es el mayor orgullo. Esta casa a lo largo de su historia ha lidiado toros muy importantes, por aquí hay varios toros de oro, y ojalá volver a repetirlo”.

Una pasión de generación en generación

Si José Enrique creció entre toros bravos viendo la entrega de su abuelo y de su padre, se repite la historia ahora con sus tres hijas. Con 19, 17 y 10 años, comparten con su padre la afición a la tauromaquia. Son ellas quienes mueven la ganadería las redes sociales y se encargan de la gestión de las visitas guiadas. “Son muy buenas aficionadas, defienden la ganadería y trasmiten a la perfección los valores de esta profesión. Son ellas las que suponen mi impulso, defienden esto ya mucho mejor que yo por su juventud. Creemos que es fundamental abrir la ganadería a aficionados y a personas que no lo son, pero tienen inquietudes sobre la crianza del toro. Los que vienen salen encantados porque son tres jóvenes las que le explican todo, las que le trasmiten el esfuerzo que hay detrás, el cuidado del toro, el ecosistema, y está siendo otro recurso económico para la ganadería”.

José Enrique es un enamorado de esto y no piensa tirar la toalla “pese a los días duros”. “Como ganadero, lo único que pide es que nos respeten, yo no insulto a nadie y no quiero que lo hagan conmigo porque a veces a pesar de lo dura que es la profesión, se hace más duro el día a día a por los ataques externos o las decisiones empresariales porque es algo que uno no puede controlar. Aquí nos dejamos la piel los 365 días al año, de día y casi de noche, llueva o haga sol porque tenemos entre nuestras manos algo único que es la crianza de estos animales; una corrida de toros es un espectáculo cultural que no se puede comparar con ningún otro, y ahí radica nuestro valor. Hay que seguir luchando por esto, las plazas se están llenado de jóvenes, y solo por eso, merece la pena seguir”, concluye.