Miércoles, 24 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
De elecciones autonómicas y locales a generales en un suspiro
X

De elecciones autonómicas y locales a generales en un suspiro

Actualizado 04/06/2023 23:32
María Jesús Sánchez Oliva

Hace tan solo ocho días que los ciudadanos españoles pudimos respirar tranquilos por fin: terminaron las dos semanas de insufrible campaña electoral que se desarrolló en clave general pese a tratarse de elecciones autonómicas y locales, y hoy, ¿quién nos lo iba a decir?, aunque hasta el siete de julio no tiene que empezar, ya estamos inmersos en la campaña de las generales. El adelanto electoral pilló de sorpresa a todos los partidos, a todos los medios, a los analistas políticos, a los ciudadanos e incluso a los que afirman no haberles sorprendido, pero pasadas las primeras horas, poco hay que reflexionar para llegar a la conclusión de que la decisión del presidente del Gobierno ha sido la más acertada, puesto que el Partido Popular, sin tener en cuenta las consecuencias de los pactos con Vox que se ven venir, ya ha empezado su campaña particular sin más argumentos que el de acusar al presidente de robarnos las vacaciones y matarnos de calor por obligarnos a ir a votar el 23 de julio. ¿Cabe mayor estupidez?

Desde que el mundo es mundo, julio es un mes de verano en España, por lo tanto con más posibilidades de que haga calor que de que haga frío. Todos los años, tanto en obras públicas como privadas, vemos albañiles trabajando en las horas de más calor, también asfaltando calles, plazas y carreteras. Incluso ha habido años en los que se han producido muertes por golpes de calor. Nunca les ha preocupado este asunto, ni siquiera cuando hemos tenido que ir a votar, porque no es la primera vez que unas elecciones coinciden en estas fechas. Pero si tanto les preocupa ahora, en lugar de intentar ganar nuestra voluntad con este sinsentido, deberían poner remedio instalando aire acondicionado en los colegios electorales para evitarnos el tener que tirar de abanicos. Todavía tienen casi dos meses para hacerlo, y si no encuentran trabajadores porque en comunidades como la nuestra lo normal es que las personas en edad laboral se tengan que ir a trabajar fuera, tienen otra solución más rápida y barata: cambiar los colegios electorales a edificios ya acondicionados como centros oficiales, grandes superficies, iglesias, catedrales, conventos y entidades bancarias, bancos y cajas de ahorros que, además de estar bien acondicionadas, tienen ya poco público que atender y mucho que agradecer a los gobiernos, es decir, a los ciudadanos. Pero nada de hacernos ilusiones, ni harán una cosa, ni harán la otra, son conscientes de que el sol de julio no es capaz de impedirnos ir a votar. Todo lo contrario. Calor, mucho calor hace en las playas y en las piscinas, y gracias a esto se llenan. Los meses de calor son los que prefieren las novias para casarse, los amigos para reunirse, las familias para visitarse, los pueblos para celebrar sus fiestas, muchos para hacer obras en casa y los que pueden para viajar. ¿Por qué íbamos a tener miedo del calor para ir a votar? Todos tenemos un colegio electoral a dos pasos de nuestro domicilio. Nunca he visto esas interminables colas que se forman para asistir a un concierto de música, a un partido de fútbol o a una corrida de toros por dos razones: la primera porque todo está bien organizado, y la segunda porque son muchas las horas que tenemos para hacerlo. En los municipios pequeños, donde además de pocos habitantes son personas jubiladas, pueden votar todas a primera hora, con el fresco de la mañana, que les vendrá muy bien el paseo y estarán encantadas de poder darles los buenos días a todos los vecinos a la vez, por lo que el alcalde salmantino que ha sido noticia nacional por asegurar que no está dispuesto a que sus vecinos sufran de calor, más que utilizarlos para hacerle a su partido tan ridícula campaña, debería preguntarse si está en condiciones de seguir siendo alcalde después de cuarenta años en el cargo. Los que tengan contratadas sus vacaciones, no tienen que renunciar a disfrutarlas, pueden votar por correo, pero eso sí, cuidando de hacerlo bien. Los que sí lo tendrán más complicado, serán los que tengan que formar parte de las mesas electorales, pero la obligación está por encima de la devoción, y quiero pensar que los españoles, generalmente, somos ciudadanos responsables.

Resumiendo: Nadie se ha muerto todavía ni de frío ni de calor por ir a votar. Por lo tanto, el 23 de julio, podemos acudir a las urnas sin miedo al tiempo. También debemos hacerlo. Es la única oportunidad que tenemos los ciudadanos para defender nuestra democracia, que tiene sus cosas malas, no nos engañemos, pero si esto es guerra, decía mi padre, que no se acabe. Y de nosotros depende que no tengamos que firmar su defunción.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.