Los territorios rurales son el espacio donde se puede actuar decididamente para combatir el calentamiento global, obtener el alimento y el agua necesarios con modelos más razonables que los actuales, y ayudar a cambiar el modelo energético sin usar combustibles fósiles
Las asociaciones rurales y urbanas que formamos la red de colaboración y trabajo Colectivos de Acción Solidaria (CAS) llevamos muchos años preocupadas por la despoblación rural. Fruto de la reflexión colectiva hemos escrito esta carta dirigida al ámbito social y político, pero especialmente dedicada hoy a los candidatos y las candidatas que se presentan a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.
Hace sesenta años los poderes financieros y políticos decidieron que nuestro país, por su interés estratégico, pasase a formar parte del grupo de países ricos del mundo. Desde ese momento comenzó a cambiar la situación de pueblos y ciudades y también la vida y el futuro de varias generaciones.
Después de este proceso de cambio, todavía inacabado, pero que ha dejado en los huesos al mundo rural, agradecemos que haya personas en nuestros pueblos dispuestas a gestionar unos ayuntamientos, tan escasos de población y de recursos, para ofrecer servicios a sus conciudadanos.
Sabemos que, en la gran mayoría de los casos, el trabajo político a escala local es a veces ingrato y casi siempre sin remuneración, cuando no aportando tiempo y recursos personales. En algunos casos, la ideología política es una de las razones de fondo para asumir esta responsabilidad, pero, en muchos otros, es el amor al pequeño lugar en el mundo donde se nació y se vivió la infancia lo que mueve a pelear por la supervivencia del pueblo de cada cual.
Si este noble sentimiento de defensa de la supervivencia de tu pueblo es el rescoldo que calienta tu cabeza y tu corazón para animarte a ser candidato/a a concejal/a o alcalde/sa de tu municipio, estamos en sintonía. Somos mucha la gente la que sentimos imprescindible esta defensa de lo rural por lo que supone para la sociedad.
Tenemos la convicción de que nuestra salvación como especie humana depende de la conservación de los territorios rurales, sus paisajes, su patrimonio construido, su actividad como productores de comida sana y el mantenimiento de las culturas tradicionales que nos identifican.
Nuestros pueblos son, todavía hoy, el archivo donde se puede recuperar el conocimiento de nuestros antepasados en la gestión del territorio; un lugar donde se mantienen aún vivos los valores comunitarios y un sentido del trabajo y de la fiesta que tanto aportan a la felicidad de las personas; una oportunidad para reconstruir, por tanto , las herramientas físicas y espirituales que nos ayuden a enfrentar el cambio climático y la amenaza que representa para la vida de la naturaleza en su conjunto y de quienes la habitamos.
La gran política que necesita nuestro país se tiene que desarrollar en todos y cada uno de los miles de pueblos que tejen el tapiz sobre el que vivimos. Las políticas que de verdad defiendan la vida deben ejecutarse en el mundo rural. Las ciudades, intensas consumidoras de energía, agua y recursos naturales, son las que deben variar el rumbo de concentración humana y de capitales. Deben decrecer urgentemente.
Los ayuntamientos de pueblos pequeños deben trabajar con sus vecinos y vecinas de comarca y sacudirse el complejo de gestionar la miseria de lo que quieran cederles desde los centros de poder en el ámbito urbano.
Es urgente y necesario ofrecer a la sociedad la alternativa al desastre en el que estamos envueltos: Los territorios rurales son el espacio donde se puede actuar decididamente para combatir el calentamiento global, obtener el alimento y el agua necesarios con modelos más razonables que los actuales, ayudar a cambiar el modelo energético sin usar combustibles fósiles y, en definitiva, reducir la fiebre del único planeta que tenemos.
Las grandes políticas deben trazarse y ejecutarse desde lo pequeño. Con altura de miras ante al desafío que enfrentamos y con propuestas y soluciones que nos ayuden a sobrevivir. Este es el gran reto como país que tenemos que explicar con afecto a una sociedad urbana para que cambie y trabaje con nosotros y nosotras por encima de cualquier otra consideración partidista.
Colectivos de Acción Solidaria