El gerente de la cooperativa, Víctor Manuel Rodríguez, muestra su preocupación por la situación actual de los agricultores y ganaderos, y ve complicada la viabilidad de las explotaciones
De “muy bueno” ha calificado el año 2022 el gerente de la cooperativa Copasa, Víctor Manuel Rodríguez, antes de arrancar la Asamblea General Ordinaria, que se ha celebrado este viernes, en la que se ha informado de lo que se ha hecho durante todo el pasado año, se han aprobado las cuentas de 2022 y se ha elegido a la mitad de los miembros del consejo rector, así como la aprobación y ratificación de los acuerdos aprobados por el mismo.
Importante actividad, un año más, porque durante 2022 “se han facturado casi 58 millones de euros, con un beneficio después de impuestos de 1.200.000 euros”, ha informado Rodríguez. Una facturación que ha crecido en el último año un 52% “en parte por la mayor actividad de la cooperativa y en parte por el mayor precio de las cosas que hacíamos, por ejemplo, los piensos”, de los que también se ha registrado un nivel de producción importante, 127.000 toneladas.
Lo más importante “al final es que haya una marcha estable, coherente y lo es. Las cuentas son bastante buenas para lo que ha sido el año”, ha afirmado.
Pero a Víctor Manuel Rodríguez lo que más le preocupa son “las circunstancias actuales para el agricultor y ganadero, son difíciles y veo complicada la rentabilidad y viabilidad en el futuro”, por lo que “hay que hacer un esfuerzo muy grande, a medio plazo”.
La climatología, “con una sequía brutal, se da por descontado que la cosecha se reducirá en torno a un 70% en toda España. Además complica regadíos, suministro a las ciudades… la situación es muy grave”.
También, ha añadido, “hay dos cosas que han incidido en el desarrollo negativo de la actividad. Una sería el coste energético, de las materias primas, la subida de los tipos de interés, la inflación, los combustibles… ha habido una serie de cosas que han hecho más cara la vida y la producción en la explotación agropecuaria”. Por ello, ve “muy complicada la rentabilidad y viabilidad de las explotaciones; estamos en un punto muy complicado”.
Además en esta situación, “no ha ayudado la nueva PAC y las exigencias medioambientales extraordinarias pensadas desde despachos lejanos”. En este sentido, el gerente de Copasa “agradecería un cambio de mentalidad en cuanto a ponerse un poco en la piel de los agricultores y ganaderos” y que la sociedad “sea más consciente de que detrás de un alimento hay personas que están trabajando todos los días y que están en una situación difícil, que se les tenga en cuenta y se reconozca, así como que se legisle pensando que hay que seguir produciendo no solo mantener el medio, que puede haber equilibrio entre sostenibilidad y producción”