Bolso manual que, pendiente de unos cordones, usaban las señoras para llevar el pañuelo y otras menudencia. No, esto no es lo que deseo expresar.
RAE: Expuesto a la burla de las gentes, persona de poca estimación o movido por intereses o quizá órdenes superiores.
Aquí me encaja la definición. Un señor que no estaba invitado a un acto oficial o banquete. Cumpliendo órdenes de su tirano jefe acude al acto. Escucha el zafarrancho escenifica un ejercicio de victimismo impostado. Eleva un conflicto protocolario al rango de desafío al Estado y finalmente ni votos ni mandangas, aquello se queda en una tontuna, una tontuna ridícula. presencia. No le gustó la forma en que el pueblo lo abuchea y me mostró enloquecido ante nuestra TV, la que pagamos entre todos, osea la UNA. ¿Se arrepentiría del feo que hizo siendo obediente al dictador, o de la pitada, o no saber mantener el tipo hasta el final del acto ¡Pues menudo lío! Total que prefiero leer los cuentos de Perrault a seguir leyendo victimismos impostados
Los deseos ridículos (Perrault, adaptado por la autora del artículo)
Había una vez un leñador muy pobre, que a pesar de trabajar durante todo el día, apenas ganaba unas monedas para poder comer él y su mujer.
Un día, cansado del trabajo, y viendo lo poco que conseguía, se lamentó en voz alta:
— ¡Qué desgraciado soy, que trabajando sin cesar no consigo apenas unas monedas como recompensa!
Entonces, el dios Júpiter, que estaba escuchando, bajó a la Tierra para decirle:
—Vaya, veo que está muy decepcionado… Está bien, te concederé tres deseos, amigo leñador. Ten cuidado y piénsalos bien. Los primeros deseos que pidas en voz alta, se harán realidad.
— Oh, muchas gracias dios- respondió sorprendido el leñador- Los pensaré muy bien. Estoy muy agradecido. Usted no es como mi jefe un narcisista de mucho cuidado, me tiene recadero.
El leñador fue corriendo a su casa a darle la buena noticia a su mujer.
— ¿Y qué pedirás?- preguntó entusiasmada ella- ¿Dinero? ¿Joyas?¿Ser un Duque o Marqués?
— No sé - contestó el leñador-He de pensarlo con calma. La cosa anda muy revuelta y esto me parece “cosa” sin sentido.
—Espera, mi amor. No necesitas consultar con la almohada. Esas son bobadas de viejas. Te pondré un vasito de vino añejo que sisé al jefe y te ayudará a cavilar mas rapidito- dijo entusiasmada la esposa
El leñador, mientras degustaba las mieles del vino, dijo en voz alta:
— ¡Ay! Con este delicioso vino vendría fenomenal una enorme salchicha…
Y al instante, una salchicha recién hecha apareció junto al vino.
—¡Pero qué hiciste, descerebrado marido! Eres mi desgracia. Jamás debí casarme contigo. ¡Has desperdiciado el primero de los deseos! Ya me veía como marquesa de Carraspagar
Ella estaba muy enfadada, y él, un tanto sorprendido por lo que acababa de suceder. Y ambos empezaron a discutir, tanto y tanto, que el hombre, lleno de ira, dijo:
—¡Ojalá se te pegara la salchicha a la narizota y así no tendría que ver más esa fea cara!
Inmediatamente, la salchicha voló hasta la nariz de la mujer, quien comenzó a lamentarse al ver el hot dog. pegado a su cara. El intruso se arrepintió tanto, que no tuvo más remedio que preguntar:
— Solo me queda un deseo… ¿qué prefieres, que pida que seas una rica marquesa pero con una fea nariz en forma de salchicha o que recuperes tu hermosa nariz pero sigas siendo pobre?
La mujer no dudó y dijo que prefería la segunda opción. Y el ridículo usó su último deseo para deshacer el entuerto. Y así fue como el imprudente gastó sus tres deseos para continuar siendo el mismo leñador pobre .
Nota reflexiva: Tenga cuidado con las elecciones que toma: Sí, porque muchas veces, cometemos un error que ya no tiene solución. Por eso es tan importante utilizar la prudencia y pensar bien cada paso que vamos a dar. Las pataletas resultan ridículas. Pensaba reventar un acto y el acto le reventó en la mano. Ya se sabe, a veces uno va buscar lana y sale trasquilado.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.