Españoles -uno salmantino- en el corazón de la Iglesia

El lunes se reunía por primera vez en Roma con presencia del Papa Francisco el recientemente renovado Consejo de Cardenales, asesor del Papa en su gobierno del Vaticano y de la Iglesia. Constituyen este consejo un sacerdote secretario del mismo y 9 cardenales, cuatro de ellos recién elegidos, de los cuales dos son españoles, el Cardenal Arzobispo de Barcelona Don Juan José Omella Omella, presidente también de la Conferencia Episcopal Española. Y el otro, precisamente nacido en Salamanca, es el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Gobernación del Vaticano, hombre de gran confianza del Papa Francisco.

Es una buena ocasión para poner de relieve el fuerte complejo de los españoles ante la rica aportación de notables personajes a la historia y al mundo. A peligro de ser prolijo en el relato de tantos personajes, creo que merece la pena repasar ampliamente a tantas personas notables de la historia de España.

Hay tres emperadores romanos que proceden de España: Trajano, Adriano y Teodosio. Y cuatro Papas también españoles: Dámaso I, Calixto III, Alejandro VI y Benedicto XIII.

Hemos celebrado el pasado miércoles la fiesta de San Isidoro de Sevilla, arzobispo y sabio padre de la Iglesia, en este caso de la iglesia visigótica española. Su gran obra enciclopédica se titula “Etimologías”. Otro aspecto sobresaliente de San Isidoro es ser hermano de sangre de nada menos que tres santos: San Leandro de Sevilla, San Fulgencio de Cartagena y Santa Florentina de Cartagena.

Avanzando en el tiempo, tenemos que señalar, como hombres de gobierno sobresalientes en España, a la Reina Isabel la Católica, Felipe II, Juan de Austria y el Cardenal Cisneros, distinguido por su notable acción de gobierno y su acción reformadora de las órdenes religiosas españolas.

Pasando de largo por San Isidro Labrador, cuyo año jubilar estamos celebrando especialmente en Madrid, su tierra, recordamos también a Santa María de la Cabeza, su mujer. Recordemos también al agustino, patrono de Salamanca, San Juan de Sahagún. Y entrados ya en nuestro siglo de oro, el siglo XVI, nos encontramos con un amplio ramillete de santos: Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, y San Francisco Javier, canonizados los tres el mismo día que San Isidro Labrador. Nombremos, también de ese siglo, a San Juan de la Cruz, San Juan de Dios, San Juan de Ávila y San Francisco de Borja.

Relacionados con el descubrimiento de América, tenemos que recordar a Cristóbal Colón, Hernando de Magallanes, y el agustino fray Juan de Urdaneta, que descubrió el regreso a España por el Océano Pacífico.

Destacamos a algunos humanistas de pro: Antonio de Nebrija, Miguel de Cervantes, Fray Luis de León, Lope de Vega, Calderón de la Barca… Y hay que nombrar a la Escuela de Salamanca, y en especial a Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional o Derecho de Gentes. Y a obispos notables de la época, como fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo de Méjico, o Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, famoso arzobispo de Lima.

Recordemos ahora a algunos de nuestros famosos pintores, como Diego Velázquez, Esteban Murillo, Pablo Picasso o Salvador Dalí. O escultores como Alonso Berruguete.

De la época moderna, se distinguen en el siglo XIX la enfermera Isabel Zendal, que llevó a América la vacuna contra la viruela. Y, ya en siglo XX, Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de medicina.

Volvamos ya al Consejo de Cardenales celebrado esta semana. De los 9 cardenales que lo componen, nos vemos honrados con la pertenencia de los dos españoles: el Cardenal Juan José Omella Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Y el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Gobernación del Vaticano que, como dijimos antes, es salmantino de nacimiento.

Respecto de la última reunión de cardenales, el Vaticano informó de los temas que ocuparon la reflexión de los mismos. El punto central fueron las guerras que desangran el mundo y la necesidad de que la Iglesia se involucre en la construcción de la paz.

Otro tema fue el del próximo sínodo y que es necesario explicar mejor la constitución apostólica, emanada del Consejo de Cardenales y firmada por el Papa, “Praedicate Evangelium”, para que se pueda aplicar mejor.

La próxima reunión del Consejo tendrá lugar en el mes de junio.