La jubilación de los propietarios deja 'huérfanos' a los numerosos clientes que disfrutaban de esta propuesta gastronómica
Una de las hamburgueserías más genuinas de Salamanca ha cerrado por jubilación. Se trata de Cacho, ubicada en el centro de Salamanca, en el número 22 de la calle Condes de Crespo Rascón.
"No es lo mismo la comida rápida en la que todos pensamos que la comida que se prepara con cariño y oficio en poco tiempo. No es lo mismo entrar en uno de esos bares-casa que formar parte de la decoración de un sitio 'bonito' pero igual o parecido que otros tantos sitios bonitos que hay en los centros de todas las ciudades bonitas o no bonitas, o en esos otros que tienes que pedir en una pantalla y parecen una sala de espera. Personalidad y comida sencilla y rica, eso nos llevaba hasta ahí para terminar esos días tan largos y tantos otros", publicaba en las redes sociales la librería Letras Corsarias, un negocio vecino del Cacho.
Este popular establecimiento hostelero llevaba abierto desde 1957, primero en la Gran Vía, y después en Crespo Rascón. "Podemos hablar otro día de la despersonalización de los centros de nuestras ciudades, de los gatos y las liebres, pero hoy solo queremos enviar un abrazo a los del Cacho si nos leen y desearles una feliz jubilación. Os echaremos de menos", manifestaban desde Letras Corsaria reflejando el sentir de gran parte de los clientes salmantinos de la histórica hamburguesería.