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El capitalismo del desastre sube al escenario con Komo Teatro
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El capitalismo del desastre sube al escenario con Komo Teatro

Actualizado 20/04/2023 16:57
Charo Alonso

El grupo teatral salmantino ha ofrecido el estreno absoluto de ¡Shock! en el escenario del Teatro Liceo.

Se sube de nuevo el grupo de teatro tan vinculado al Barrio del Rollo-Comuneros al escenario del Teatro Liceo, felizmente lleno de público, tras su impresionante Calígula, pleno de tragedia. Esta vez, de nuevo el humor corrosivo y la gracia de todos los recursos dramáticos que tan bien sabe utilizar KOMO TEATRO sirven para hacer una crítica feroz a la sociedad de nuestro tiempo, marcada por la esclavitud de la pantalla y la ferocidad de los yonquis del dinero haciéndose eco de la teoría económica del capitalismo del desastre del teórico de la Escuela de Chicago, Friedman.

Escrita por Roberto Sánchez, el sorprendente autor de otra de las grandes obras del grupo, Muñecas rotas, ¡Shock! está dirigida por los dos protagonistas Félix Nieto y Amalia de Prado, siempre solventes y capaces de ofrecer soluciones imaginativas que, en esta ocasión, se apoyan en la coreografía de Adolfo Pino, en las imágenes proyectadas que aportan actualidad y dinamismo y sobre todo, en la música compuesta para la ocasión del compositor y divulgador musical FerCyborg, Fernando Sánchez Gómez. Todo perfectamente maridado con el talento de una técnico muy reconocida entre los grupos de teatro de la ciudad, Marta Jiménez a quien se le hace un especial reconocimiento jugando muy acertadamente con la ruptura de la cuarta pared.

Obra enmarcada en el empeño de Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, que se sirve de los grupos salmantinos y de la mejor programación nacional a la hora de servir un teatro diverso y estimulante al público de la ciudad, ¡Shock! resulta un montaje refrescante que, a través del humor, nos sitúa en la dolorosa situación actual de la propaganda moderna analizando las redes sociales, la creación de líderes populistas, el cuestionamiento de la autoridad, la falta de cultura general, de libertad y sobre todo, de memoria. Una obra que ahonda en los problemas actuales, la falta de intimidad, el dominio de las grandes empresas, y sobre todo, en el personaje, magistralmente ejecutado por un Félix Nieto que ha disfrutado mucho con la interactuación con el público, la personificación de las teorías económicas de Friedman, que propugnan un shock violento y fuerte para dejar la página en blanco y volver a escribir una nueva trayectoria en la que seguir produciendo y ganando de todas las formas posibles. Una ciega dominación del poder económico que acaba con la democracia –espléndidamente representada por una durmiente Amalia de Prado que solo despierta para el alegato final a favor de la cultura y del poder del pueblo- mientras a su alrededor, los personajes, algunos de ellos simbolizados con nombres como “Deseo” o “Delincuencia”- muestran las aristas de una sociedad infantilizada, cegada por las pantallas, falta de protestas y propuestas pero que no se deja engañar tan fácilmente por la retórica, imparable, del protagonista, un “Chicago boy” que representa el poder político de los economistas del desastre y de la Escuela Económica de Chicago.

Compleja, divertida, plena de detalles muy bien resueltos por un grupo teatral que se atreve con todo –su Calígula sigue impresionando entre las paredes de este teatro de todos- la obra escrita por Roberto Sánchez merece una segunda lectura en la que disfrutar de esta parodia que explica perfectamente una devastadora teoría económica que sufrimos todos y que se ejemplifica con las imágenes desoladoras de una Salamanca vacía en la pandemia ante la que se yergue el personaje de Félix Nieto. Un texto que merece atención y que ha sido resuelto con una escenografía muy efectiva, humor, sorpresa –impagables las aportaciones de un “público” muy especial- y sobre todo, esa voluntad de crítica social que acaba con la defensa cerrada del teatro como espacio de libertad y la cultura como auténtico alimento que nos hace, precisamente, libres. Un auténtico shock para liberarnos de todas las cadenas.