Utilizar bien los recipientes, tápers y menaje de cocina es fundamental para reducir al máximo el paso de sustancias químicas al alimento
Utilizar bien los recipientes, tápers y menaje de cocina es fundamental para reducir al máximo el paso de sustancias químicas al alimento. Los expertos en seguridad alimentaria aconsejan no calentar comida en el microondas en un envase de plástico, entre otras medidas.
Pero la mayoría de los consumidores usa mal los envases alimentarios: solo el 15% sabe que la migración de sustancias químicas del envase al alimento es más probable cuando se guarda caliente, según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
¿Sabías que nuestra forma de actuar en la cocina puede hacer que contaminemos los alimentos con sustancias químicas? Pues cuando guardamos un guiso caliente en un táper de plástico o envolvemos unas lonchas de embutido en papel de aluminio estamos contribuyendo a que aumente el riesgo de transferencia química, sin que seamos conscientes de ello.
Según la encuesta de la OCU y a juzgar por las respuestas, los consumidores no sabemos utilizar correctamente los envases alimentarios.
Los encuestados declaran en su mayoría que no están bien informados sobre la composición y materiales del menaje, ni sobre la forma correcta de guardar los alimentos. Y menos aún en cuanto al riesgo de migración química del envase al alimento: solo un 15% se siente bien informado.
Lo cierto es que en la naturaleza no existe ningún material inerte. Aunque la mayoría de ellos se consideran seguros, todos son susceptibles de transferir sustancias químicas al alimento con el que están en contacto. En determinadas circunstancias, el riesgo de migración aumenta: por ejemplo, es mayor en alimentos líquidos grasos que en sólidos secos y mayor a temperaturas altas que bajas. Sin embargo, muchos encuestados lo desconocen y, además, uno de cada cuatro cree que no es cierto.
En la encuesta, la OCU presunta si, al almacenar alimentos ácidos o grasos, piensan que algunos envases y recipientes podrían transferir sustancias químicas a los alimentos. Apenas llegan a la mitad los consumidores que dan una respuesta afirmativa. También preguntan si, al calentar alimentos en el microondas, podrían migrar sustancias químicas de algunos envases y recipientes a los alimentos: un 17% desconoce que no todos los envases son adecuados para calentar la comida en el microondas y un 22% cree, de forma incorrecta, que no hay posibilidad de migración.
El microondas es seguro, pero solo se deben usar envases adecuados para ello: el vidrio y la cerámica son los más apropiados.
Los encuestados perciben que el riesgo de contaminación de los alimentos es más bajo cuando se utilizan recipientes de vidrio, cerámica y acero inoxidable. En esto coinciden con los expertos en seguridad alimentaria, pues califican estos materiales como los más estables.
El plástico es el material que transmite más sensación de riesgo. Efectivamente, con él debe prestarse atención, ya que representa un mayor riesgo de migración a temperaturas altas.
Evitar la migración es imposible, pero sí está en nuestra mano reducirla al máximo. Por eso, la OCU da una serie de recomendaciones para guardar los alimentos y la comida cocinada y también para calentarla, de forma que la exposición a sustancias químicas potencialmente dañinas sea la menor posible.
Recuerda que para alimentos que no sean ácidos, grasos, tengan alcohol o estén calientes, el riesgo de migración es muy bajo.
El vidrio, el acero inoxidable y la cerámica son los materiales más seguros.