Es uno de los emblemas más tradicionales de la localidad, protagonista cada año del gran encuentro capista que reune a cientos de personas en la localidad
Es una tradición tan dulce como antigua, de esas arraigadas en las gentes y cuyo secreto ha sabido perdurar en el tiempo y traspasarse con mucho mimo de generación en generación hasta llegar a nuestros días, siendo ya todo un símbolo y un emblema de Santiago de la Puebla.
Así son sus conocidos cuquillos, un dulce artesano que un año más ha comenzado su laborioso proceso de creación para llegar a punto hasta su esperada cita, el próximo 22 de abril, en el gran encuentro de capistas que tendrá lugar en la localidad.
Para ello han vuelto a poner en marcha su peculiar laboratorio, donde con gran habilidad y siempre respetando las formulas originales de este dulce, han sido manos experimentas las que han elaborado este producto natural creado a partir de ingredientes como vino, aceite, anís o harina, generando con ello una masa única que toma su forma de manera manual a través de cañas previamente tratadas en las que se enrosca.
Tras ello llega hasta las sartenes, donde ya se encuentra el aceite a la temperatura necesaria, para darle la fritura justa y pasar posteriormente a las perolas, donde se les da el último toque dulce.
Un proceso que se repite año tras año, llevado a cabo por varias mujeres santiaguesas, quienes ponen todo su empeño para que esta fórmula llegue a buen fin, algo que un año más han conseguido y con creces.
“Es un proceso muy bonito que no queremos perder. Lo hacemos con gran ilusión para que quienes nos visiten en el encuentro de la capa puedan disfrutar de este dulce tan nuestro” explican los artesanos, de cuya paciencia han salido cerca de 1.300 cuquillos, ya listos y preparados para su paseo triunfal por la Plaza Mayor santiaguesa en apenas unos días.