Devoción multitudinaria y sorpresas protagonizan la esperada procesión del Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de las Lágrimas

Las calles y plazas de Peñaranda se han llenado de vecinos, fieles y visitantes este Martes Santo para vivir la esperada e histórica procesión del traslado del Santo Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de las Lágrimas, imágenes que desfilan desde su Ermita y hasta el Templo de San Luís junto a multitud de cofrades.

El acto arrancaba puntual, a las nueve de la noche, con la bendición de su nuevo estandarte, con el nuevo escudo bordado, a lo que se une su libro de Reglas, algo que tenía lugar a las puertas de la Ermita y junto a las imágenes titulares.

Tras ello, arropados por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad, comenzaba la procesión con el Humilladero portado a hombros y la Virgen escoltada en carro, iniciando un recorrido que finalizaba en los accesos a la Ermita de San Luis, donde se vivía el esperado e histórico momento de la entrada del Santo Cristo.

Pero antes de eso, se producía un sorprendente anuncio tras la oración ofrecida a ambas imágenes, cuando el Cabildo del Humilladero, a través de su Hermano Mayor y presidente, Guillermo Flores, anunciaba el nombramiento de Raúl Redondo Sacristán, Hermano Mayor de la Vera Cruz, como titular de un hermanamiento entre ambas cofradías, algo que se hará oficial en la fiesta anual del Humilladero el próximo mes de agosto, algo que era aceptado “con mucha alegría”.

El retraso en la llegada de las nuevas andas, generaba un año más el sobrecogedor momento de la entrada del Cristo en la Ermita, algo que sus costaleros lo han vuelto a hacer de rodillas y entre un imponente silencio, solo roto por una larga ovación tras finalizar el ritual.