Con la salida de la procesión, por segunda vez, desde la Catedral, "notamos que hemos ganado protagonismo en Semana Santa", señala Alicia García, hermana mayor de la hermandad
Con “nervios y mucha ilusión” viven el mes previo a Semana Santa en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Vía Crucis. “Hay que tener muchas cosas preparadas, queremos que todo salga bien, la gente ya está muy ilusionada, ya se va acercando la fecha, estamos pendientes del tiempo, de todos los actos que tenemos”, dice Alicia García, la hermana mayor.
Este año es el segundo que su procesión del Jueves Santo sale desde la Catedral, “ya tenemos la experiencia del año pasado, pero lo vivimos con muchísima ilusión y ganas”. Esta cofradía está adscrita como sede canónica a Trinitarios, un poco más alejados del centro y eso les dificultaba “el poder llegar a la gente. Desde que hemos cambiado la sede de salida a la Catedral, estamos ganando un protagonismo en Semana Santa y lo venimos notando”.
Es una de las hermandades más recientes de la Semana Santa salmantina. Por detrás solo están La Franciscana, El Despojado y El Rosario. Fundada en 1989, en el seno del barrio de San Bernardo, en la parroquia de San Juan de Mata y al amparo de los Trinitarios. Cuenta en la actualidad con 215 cofrades.
No hay novedades en su procesión en la tarde del Jueves Santo: “Repetimos la salida de la Catedral, pero regresamos igual a Trinitarios, entrando a hacer una estación de penitencia en el Hospital de la Santísima Trinidad. Todo es igual que el año pasado”, señala García.
La reivindicación de contar con una sede de salida se hizo realidad en la Semana Santa del año pasado. “Éramos la única hermandad que, por desgracia, no tenía techo para salir, ya que la iglesia de trinitarios no está concebida para que podamos salir desde dentro. Entonces teníamos que montar toda la procesión el jueves por la mañana. Son muchos años de lucha los que llevamos reclamando una sede de salida, simplemente para poder disfrutar como hacen todas las hermandades en igualdad de condiciones, de la previa, de sus días y esa mañana estar tranquilos y no tener que estar deprisa y corriendo para dejarlo todo montado”. Después de muchos años de lucha, “tuvimos la sede de salida en el Auditorio de San Blas, pero no dejaba de ser un sitio que no estaba consagrado. Pero después nos concedieron salir de la Catedral; esperábamos salir de una iglesia, pero la Catedral no deja de ser la sede de todos los salmantinos. Nos hemos estrenado a lo grande, la ilusión y las ganas que no nos falte”.
Además de esa salida desde la Catedral, el año pasado se recuperaron las procesiones. Era el último año de Alicia García como hermana mayor de la hermandad, pero el primero que hubo procesión. “Comencé como hermana mayor en el 2019, pero no me pude estrenar, porque ese año se tuvo que suspender por lluvia, y 2020 y 2021 por la covid”. 2022 era su último año, pero ha renovado por otros cuatro, “Espero y deseo que tras el covid, que tanto sufrimiento ha causado en tantas personas, podamos disfrutar de lo que nos gusta y de lo que llevamos trabajando durante todo el año”.
Y es que la pandemia, señala, “ha hecho mucha mella en muchas hermandades. Nosotros hemos conseguido salir reforzados de la situación, el año pasado y este, hemos conseguido tener todo preparado para la salida, no hemos necesitado ayuda de ninguna hermandad, por lo que nos podemos dar por satisfechos con el trabajo que venimos realizando”.
La lluvia es lo que más se teme, porque “una vez ya que tienes todo atado, por así decirlo, lo único que te queda es que el tiempo acompañe. Creo que es lo que todas las hermandades en unas circunstancias normales vienen pensando: que el día respete para poder hacer la estación de penitencia y poner la puesta en escena en la calle para poder disfrutarla todos”.
Como todas las hermandades y cofradías de Salamanca contará en su recorrido con una zona destinada para personas TEA, la suya será desde Victoria Adrados hasta Santa Teresa (avenida Villamayor), porque “en el centro de Salamanca, aunque quieras poner la zona TEA, hay mucho ruido una tarde de Jueves Santo, está llena, y donde más recogimiento y más sentido tenía aplicar la zona TEA es en la subida de la avenida de Villamayor; subimos con menos gente y se puede disfrutar verdaderamente de la procesión sin ruido”.
Lo harán poco después de su tradicional entrada al Hospital de la Santísima Trinidad. Lo llevan haciendo desde que se fundó la hermandad. “Rezamos las 14 estaciones y entendemos que acercamos la fe a los que no pueden venir a ella, que al final son los enfermos y, por eso, hacemos estación en el hospital”.
La procesión, comenta,”es la puesta en escena de todo el trabajo que se lleva haciendo durante un año. Para nosotros la tarde del Jueves Santo es disfrutar y hacer estación de penitencia, mostrar a la gente lo que verdaderamente son las hermandades y puntualmente, en mi opinión, donde más se disfruta es en el Hospital, porque ahí realmente ves la necesidad de las personas, el salto al vacío que es la fe, y el acercarla a esas personas que no pueden ir a ella y que puedan disfrutar igual que disfrutamos nosotros de la salida”.
Procesión de 2022 en la que la hermandad salió por primera vez de la Catedral