"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día" (John Lennon)
A veces, o quizá siempre, para conmemorar que cierto día señalado, tenga la finalidad perseguida para la causa a reseñar, solemos concentrar la atención, en alguno de los personajes influyentes, de contrastados hechos ejemplares y sobresalientes. Y me parece muy bien, dicho reconocimiento, pero a veces también, hemos de resaltar lo sencillo y humilde, como muestra de respeto y agradecimiento.
Hoy día, la mujer trabajadora o más ampliamente la mujer en todas sus facetas y variantes, quisiera acordarme de una de ellas, y rendirle homenaje, pues fue a raíz de su muerte, que ella misma anuncio públicamente, a manos del que era su marido, y que fue a raíz de su muerte el momento en que empezó a cambiarse en España la legislación que amparaba el maltrato, y el asesinato en este caso de Ana Orantes, mujer anónima, ama de casa, que relató en vivo y en directo como era su bestial maltrato y tortura de cada día, y cuál iba a ser su final después de salir en TV. -Todos sabemos la tragedia anunciada-.
Años después, han vuelto en varias ocasiones, a pasar por la pantalla aquellas imágenes, que removieron las conciencias de toda opinión pública, la protesta llego al parlamento y las reformas de las leyes, aún tardaría años en verse íntegramente las medidas de protección de la violencia de genero. Aunque lamentablemente, no parecen ser suficientes, tales medidas, y esta lacra donde la brutalidad, la ira, el rencor cobra unas agresiones y violencias donde la muerte comienza a convertirse, en un hecho cotidiano, que se rompe cuando el relato de los hechos sobrecoge ante la tragedia, que se suma día tras día,.
Está sucediendo, que para el hombre- (hemos de ser sinceros)- el tener que asumir su papel de “macho” en una sociedad donde la mujer cada vez adquiere mayor protagonismo profesional, y mayor presencia en muchos sucesos especiales y cotidianos de la vida, y es activa en su conducta sexual, resulta muy complicado, porque el hombre se encuentra en cuanto a tal, completamente descolocado en sus nuevas funciones asignadas en la modernidad, se encuentra inconexo, es decir desconectado y lleno de dudas, al tener que enfrentar esta nueva realidad. Lo cual es un desencadenante más de los preocupantes índices de violencia doméstica y maltrato que se viene produciendo, y que al parecer, las dificultades y obstáculos para atajar el problema, siguen siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad: El hombre es incapaz de reconocer a la mujer y de reconocerse así mismo, más allá-como digo- de esquemas caducos. Y en el mundo:
Cada año, entre 1,5 y 3 millones de mujeres y niñas pierden la vida como consecuencia de la violencia o el abandono por razón de su sexo, cada periodo de dos a cuatro años, el mundo aparta la vista de un recuento de víctimas equiparable al Holocausto de Hitler. ¿Cómo es posible que ocurra algo así? ¿Qué razones hay, para que barbarie continúe?.
- En los países en los que se considera a las mujeres propiedad de los hombres, los padres, hermanos y maridos las asesinan por atreverse a escoger sus propias parejas. Son los llamados asesinatos “de honor”, aunque el honor tiene poco que ver en el asunto. A las novias jóvenes cuyos padres no pagan dinero suficiente a los hombres que se han casado con ellas se las mata; son las llamadas “muertes por dote”, pero no son muertes; son asesinatos.
- El brutal tráfico sexual internacional de chicas jóvenes mata a un número incalculable de mujeres.
- La violencia doméstica causa la muerte de un gran número de mujeres en todos los países del mundo. Las mujeres entre 15 y 44 años tienen más probabilidades de ser asesinadas o heridas por sus parientes masculinos que de morir debido al cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico o la guerra, todos juntos.
- Cada día, 6.000 niñas sufren la mutilación genital, según Naciones Unidas. Muchas mueren. Otras sufren dolores atroces durante el resto de su vida.
- Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres tiene probabilidades de ser víctima de una violación o un intento de violación a lo largo de su vida. El genocidio consiste en el exterminio deliberado de un gran número de personas. Y esto es genocidio. No son unos asesinatos silenciosos; todas las víctimas proclaman a gritos su sufrimiento. Y no es que el mundo no oiga esos gritos; es que nosotros, los demás seres humanos, preferimos no prestar atención. ¡Y esto aparte de hacernos reflexionar, nos debería dar vergüenza!.
Fermín González, salamancartvaldia.es, blog taurinerias
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.