El perfil más habitual del agresor en Castilla y León es una sola persona (89,5 por ciento), varón (51,1 %) y paciente (62,9 %)
El número de trabajadores agredidos en Sacyl a lo largo de 2022 ascendió a 793, con un total de 678 incidentes registrados, según los datos analizados hoy en la reunión de la Sección de Agresiones al personal de centros sanitarios del Observatorio de la Comunidad.
El perfil más habitual del agresor en Castilla y León es una sola persona (89,5 por ciento), varón (51,1 %) y paciente (62,9 %), mientras que un 12,3 % son reincidentes.
Por áreas de salud, el total de agresiones se distribuye de la siguiente manera: Ávila 86 (en 75 incidentes registrados), Burgos 142 (116), León 76 (64), El Bierzo 19 (19), Palencia 37 (28 incidentes), Salamanca 58 (53), Segovia 45 (39), Soria 33 (30), Valladolid Este 177 (en 145 incidentes), Valladolid Oeste 62 (57) y Zamora 56 (50). Hay que sumar además dos profesionales de Emergencias agredidos en dos sucesos.
En 79 de los 678 incidentes registrados ha habido más de trabajador agredido, 51 de ellos en hospitales, 27 en Atención Primaria y uno en Emergencias. Así, de los 793 profesionales agredidos en esos incidentes, 446 lo han sido en el ámbito hospitalario, un 56,2 % del total, mientras que en Atención Primaria se ha registrado 344 agresiones, un 43,4 % del global.
Por categorías profesionales, los 793 trabajadores agredidos se distribuyen de la siguiente manera: 240 médicos, 317 enfermería, 123 TCAE, 44 celadores, 54 personal administrativo y 15 otro personal. Como dato analizado en la reunión, 60 de esos profesionales han registrado más de un incidente a lo largo de 2022, lo que supone el 8,75 % del total.
Por sexos, 108 agresiones fueron contra hombres (el 13,6 %), mientras que 685 (el 86,4 %) fueron contra mujeres, con enfermeras (290) y médicas (175) en primer lugar. Sobre el total de efectivos de SACYL, el 2,42 % de las agresiones fue sobre mujeres y el 1,41 % sobre hombres.
Analizados los datos según el mes del año, el informe indica un año más que julio y agosto es el peor periodo de registro de incidentes, con 75 y 68 respectivamente, seguidos de junio con 67. A pesar de estas cifras, han sido los meses de enero y febrero los que han registrado incrementos mayores con respecto al año anterior (de 25 a 64 y de 25 a 62, respectivamente).
Las agresiones físicas suman 209 del total (casi el 24 % del total), frente a 666 que fueron verbales o gestuales. De las físicas, hay que destacar que 192 lo han sido en centros hospitalarios, y que un 16,5 % se han producido en los servicios o unidades de Psiquiatría/Salud Mental. Además, 101 de esas agresiones directas han sido sobre personal de enfermería, por 14 en médicos o 67 en TCAE. Y un 65,55 % supusieron algún tipo de lesión.
En cuanto a las causas registradas como posibles desencadenantes de la agresión, el balance de 2022 indica que en primer lugar se encuentra una disconformidad con la atención recibida, seguida por no atender sus demandas -por ejemplo pedir una baja-.
Otras causas que aparecen se refieren a disconformidad con el tiempo de espera, conductas problemáticas o adicciones del paciente (las dos últimas suman casi dos de cada diez incidentes).
Por otro lado, el Observatorio ha analizado los datos referidos a la actividad judicial y administrativa frente a los agresores. Así, las agresiones a los trabajadores de SACYL acumulan ya un total de 262 sentencias judiciales condenatorias y otras 166 sanciones de tipo administrativo, según los datos actualizados por la Gerencia Regional de Salud.
El Código Penal introduce todos los supuestos de agresión, empleo de violencia o amenazas graves sobre el profesional sanitario, reflejando que se considerarán actos de atentado los que se cometan cuando el trabajador se halle en labores de su cargo, en el ámbito de la asistencia sanitaria pública, con penas para el agresor de uno a cuatro años.
En este sentido, la Consejería de Sanidad sigue trabajando de forma permanente con la Fiscalía, a la que se remiten todas las denuncias que se reciben para que sean tipificadas como delito de atentado.
Además, se quieren fortalecer los vínculos y protocolos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, reforzando la colaboración e intercambio de información con el interlocutor policial sanitario, con el que cualquier profesional puede contactar en búsqueda de asesoramiento y pautas de actuación, además de poder recibir formación.
Para la atención inmediata se puede contactar con los teléfonos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (091 y 062), y los profesionales también cuentan con el botón de alarma existente en los ordenadores, que en los próximos meses se integrará en una nueva versión dentro del Escritorio del Profesional.
Ante esta situación, desde la Gerencia Regional de Salud se han tomado algunas medidas para implementar el plan integral vigente frente a las agresiones, como la realización de un estudio sobre la eficacia de las medidas ya implantadas en algunos centros (cámaras de seguridad, pulsadores antipánico, botón de alarma) y valorar la oportunidad de instalarlas en aquellos que no dispongan de las mismas y estén incluidos en el mapa de riesgos, dado su mayor reincidencia en las agresiones, como medida disuasoria y para que los profesionales se sientan más protegidos.
Además, se continúa impartiendo formación para profesionales con el objetivo de mejorar y agilizar la gestión de los conflictos. El año pasado hubo 61 cursos en los que han participado 1.715 profesionales.
Asimismo, los consejos de salud de SACYL tendrán un punto específico para abordar este problema, con el objetivo de analizar causas y buscar posibles medidas preventivas.
Entre enero y diciembre de 2022 se presentaron 46 denuncias por vía penal. En el cómputo desde 2005 hay registradas un total de 262 sentencias condenatorias por agresiones.
En relación con los expedientes sancionadores, el año pasado se han abierto 47 expedientes, y ya hay acumuladas 166 sanciones administrativas.
En 2022 se realizó una campaña de sensibilización en los medios de comunicación, estrategia que se quiere reforzar en los próximos años con más campañas informativas y con la realización de una jornada en la que expertos de varios campos -sanitario, jurídico, policial, etc.- aporten su visión y posibles soluciones preventivas.