Miércoles, 24 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Las frías noches de los bultos sin techo
X
LA MOSCA COJONERA

Las frías noches de los bultos sin techo

Actualizado 19/03/2023 19:04
Luis Gutiérrez Barrio

Son las tres de la madrugada, el viento helado del invierno salmantino recorre las calles como amo absoluto de la ciudad. Nadie se atreve a enfrentarse a él, los ciudadanos descansa plácidamente en sus más o menos caldeadas casas protegidos por gruesas mantas. A esas horas deambular por la ciudad es jugarse la salud y aún la vida. Las calles está vacías, tan solo la sombra de algún viandante perdido que con paso acelerado se apresura para llegar cuanto antes a su casa. Pronto se desvanece en la oscuridad y el viento gélido vuelve a adueñarse de la ciudad, finas serpientes de hielo se arrastran por calles y aceras metiéndose por cuantos resquicios encuentran en busca de su víctima.

Y su víctima está ahí, tumbada en un portal o en una cajero, en el que ha podido meterse burlando la seguridad, otros no han tenido tanta suerte y tienen que pasar la noche sin más refugio que el que le proporciona la breve cornisa de un tejado o el mínimo rellano a la entrada de un portal. Son bultos repartidos por la ciudad que molestan al honrado ciudadano que tiene que esquivarle para entrar en casa.

El viento con sus infinitos brazos rodea al bulto, con cruel acaricia se va metiendo entre los cartones, agujas de hielo traspasan su desgastada ropa hasta llegar a su piel, el intenso frío empieza a hacer mella en ella, el pobre corazón no puede bombear más sangre que caliente sus ateridos músculos, poco a poco el cerebro le va dictando la orden de adormecerse, de rendirse incondicionalmente al tiránico frío. El sueño, el dulce sueño de la muerte le acurruca y le abraza como la madre al hijo, poco a poco el bulto se abandona al dulzor de la muerte, ya va a entregar su último aliento, cuando una mano firme a la vez que amiga le zarandea con amor, mientras le exhorta a despertarse. Apenas tiene fuerza para girar la cabeza y abrir los ojos en la oscuridad de la noche rota por un leve rayo de luz que cae de una farola. Un aroma cálido y humeante le hace pensar en un reconstituyente café. Una mano hermana le acerca el termo a sus helados labios, apenas tiene fuerza para tragar, a medida que el reconstituyente líquido entra en su organismo, el cuerpo va recobrado la vida que ya daba por perdida, el corazón empieza a latir de nuevo con cierta regularidad.

Pero no ha sido sólo el café acompañado con algún alimento lo que le ha hecho recobrar la vida, el calor de la mano amiga que apretó la suya, la mirada llena de amor, las palabras llenas de solidaridad, el gesto de esas personas que combatiendo al implacable frío de la noche salmantina han dejado sus cálidos hogares y han salido a la calle en busca del hermano que necesita de su amor, eso es lo que le ha hecho recobrar la fe en la vida, lo que ha impulsado a su corazón a latir con más fuerza y ha realizado el milagro de que aquel bulto dejara de serlo para convertirse en persona.

Por encima de los blancos tejados empieza a clarear el nuevo día, un barrendero pasa veloz con su máquina aspiradora, esquiva al bulto no sin soltar algún improperio. El transistor, con el volumen al máximo, va pregonando las noticias del día:

El IAG reparte 4,3 millones de derechos sobre acciones entre 11 directivos

Iberdrola premia a los accionistas que acudan a la junta si logra el 70% de asistencia.

La ministra de economía ha dado el visto bueno a 10.757 millones de los 28.692 presupuestados en 2023

El Ibex acelera ante el nuevo rescate a un banco en EE UU y supera los 9.000 puntos

Gobierno, banca y auditores aseguran que el sistema bancario español está a salvo de la crisis.

El bulto se mueve sobre sí mismo, poco a poco, de entre los cartones, va sacando los brazos, luego la cabeza embutida en un gorro de gruesa lana, apenas es capaz de abrir los ojos heridos por los primeros rayos del sol.

Ve cómo el barrendero y su máquina se van alejado, la voz de las noticias que hablan de un mundo desconocido para él, va despareciendo. Un nuevo día se abre, de nuevo a la esquina rodilla en tierra, el cuerpo tiritando de hambre y frío, la mano extendida esperando la caridad de los viandantes.

Las horas van pasado, el día toca a su fin, hay que buscar pronto un portal o un cajero, a ver si esta noche hay suerte. El bulto se envuelve en cartones, se enrosca sobre sí mismo y espera que la noche no sea demasiado cruel.

¿Qué pensará el bulto durante las largas horas de la noche?

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.