Una solución con la que muchas personas pueden encontrar una vía rápida y segura de solución a sus necesidades, por lo que hay que tenerlos siempre en cuenta
Cada vez la economía parece afectar más directamente a los bolsillos y algunas situaciones apuradas en lo financiero pueden tener solución con un préstamo personal.
Cuando nos vemos ante situaciones sobrevenidas o queremos emprender un negocio, invertir u otra causa en la que sea fundamental un gasto económico de una cantidad que no se tiene, siendo una de las opciones habituales cuando se recurre a los prestamos.
Esta clase de ayuda en lo económico tiene una serie de ventajas y desventajas, pero depende de la clase de préstamo es posible contar con unos beneficios importantes en cuanto a la transacción. Como ejemplo de ello tenemos a los préstamos o créditos personales.
Hay que ver en primer lugar algunos aspectos en general de los prestamos para ver después qué ventajas tienen los préstamos personales.
El préstamos es, básicamente, una operación de carácter financiero donde una persona, que es el deudor, lo que hace es recibir una cuantía económica que se fijada o cedida por parte de una persona o entidad, denominada el acreedor, en la que se termina comprometiendo a devolver la cantidad que se presta y unos intereses en un plazo que se acordará por las dos partes.
Hay que tener en cuenta que todas las personas pueden solicitar un crédito, pero la concesión puede acabar siendo denegada si la persona no tiene unas características determinadas que pueda considerar el acreedor fundamental para contar con la seguridad de que la cantidad que se solicite se devolverá.
Alguno de los motivos es el historial en el campo crediticio por parte del solicitante, con ello queremos decir si se solicitaron otros préstamos y el estado de su devolución; garantías, caso de la hipoteca de un inmueble, la situación financiera del deudor vinculada a la capacidad para devolver el préstamo; el capital o el patrimonio que tenga el deudor; y demás características que van a variar dependiendo del acreedor, caso de la situación laboral en la que esté la persona que lo solicite.
Otro aspecto de gran importancia son los intereses. En este sentido, el TIN o Tipo de Interés Nominal, es el precio que se tiene que pagar por el dinero prestado, el tanto por ciento que va a recibir el acreedor; frente al TAE (Tasa Anual Equivalente), donde se incluyen las comisiones, plazos de devolución y el mismo TIN del crédito que se solicite.
Por otra parte, hay acreedores que van a solicitar la firma de un aval, que es un contrato que firme otra persona o que el deudor firme y ponga como seguro una propiedad para que si el deudor no cumpla con las obligaciones que se establecen en el contrato del préstamo, haya una persona o un bien que pueda responder en lo económico. Los avales son unos requisitos que se dan cuando el acreedor es una entidad bancaria.
Este tipo de préstamos o de créditos de índole personal se distinguen de otra clase de préstamos en los que el dinero es concedido para una compra personal, caso de la compra de un coche, vacaciones, costeo de formación o estudios, así como hacer una reforma del hogar o de gastos imprevistos.
Pensando en para qué son destinados este tipo de préstamos, pensemos que tienen una serie de características en concreto. Si hablamos de la cuantía, son cantidades por lo general pequeñas, salvo que a veces pueden ser de 10.000 euros.
De la misma forma, el plazo para devolverlos va a variar dependiendo de las cantidades, pudiendo variar desde tres meses hasta cinco años, todo dependerá si las cantidades son menores o mayores. Pensemos que habitualmente los intereses suelen ser del 20% TAE.
Esta clase de préstamos tiene como principal particularidad es que son más sencillos de solicitar que otros, puesto que los papeleos son más fáciles. Se van a solicitar documentos acreditativos, caso de los justificantes de nóminas, extractos de cuenta bancaria o documentación de carácter personal como el Documento Nacional de Identidad. Una de las ventajas más importantes que tienen esta clase de préstamos es que no se solicita un aval ni tampoco una propiedad como aval.
Si pensamos en todos estos aspectos, o ves que estás en una situación de las que hemos hablado en las que es necesario una cantidad de dinero con urgencia, puede ser una buena solución el pedir un préstamo personal, siempre informándote ante de las respectivas condiciones y si es una operación que puede solventar tu problemática.
Esperamos que después de todo lo que hemos comentado te haya quedado más claro en qué consisten los préstamos personales y las soluciones que podemos encontrar con ellos.
En definitiva, son una solución con la que muchas personas pueden encontrar una vía rápida y segura de solución a sus necesidades, por lo que hay que tenerlos siempre en cuenta.