El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) ha informado del suceso y denuncia que estos altercados no son aislados
Tres funcionarios de la cárcel de Topas han resultado heridos de gravedad tras ser agredidos por uno de los internos con un largo historial delictivo; además el recluso también hirió a su interno de apoyo, tal y como ha informado el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM ).
El pasado martes, según el sindicato, un preso con un largo historial delictivo lesionó de gravedad a tres funcionarios en Topas, tras agredir brutalmente al interno de apoyo que lo acompañaba durante las 24 horas del día para velar por su vida y su seguridad.
Los tres funcionarios y el interno de confianza precisaron atención sanitaria por los enfermeros de servicio, al no disponer en esos momentos de médico de guardia en el centro, puesto que actualmente en plantilla sólo existen dos prestando servicio, "de un total de ocho facultativos que deberían haber en la relación de puestos de trabajo y que se encuentran sin cubrir, para una población de más de 800 reclusos con variadas y diferentes patologías", denuncia el sindicato.
Fruto de la "brutal agresión", dos de los funcionarios causaron baja al sufrir cada uno de ellos una luxación en un codo y otra en un hombro. El tercer compañero, también presentó heridas de diversa consideración, "pero no quiso cogerse la baja para no dejar lastrado el servicio, ya de por sí bajo mínimos por la acuciante escasez de efectivos que arrastra Topas desde hace varios años".
Por su parte, el interno de confianza sufrió la rotura del labio a consecuencia de la brutal agresión sufrida, cuando se encontraba acompañando en el patio al violento interno de nacionalidad rumana para que precisamenre este "pudiera disfrutar de sus horas de recreo, al tener prescrita una orden de acompañamiento y estar clasificado en un articulo (el 75.2 del reglamento penitenciario) que exige al centro que se extremen las precauciones y cautelas para así velar por su vida al estar en peligro y amenazado por otros reclusos de la prisión". Esta particular clasificación, explica, se mantiene hasta que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias acuerda trasladarlo a otra cárcel, donde ya podrá disfrutar del régimen de vida ordinario con el resto de nuevos internos. "Y en esta situación, a la espera aún de traslado, sigue encontrándose este preso de nacionalidad rumana pese a los numerosos incidentes regimentales que ya había y ha protagonizado en Topas".
A consecuencia de la agresión, los funcionarios que se hallaban de servicio en el departamento y otros que fueron llamados acudieron en auxilio del interno de apoyo y lo sacaron del patio para salvar su vida y aislar el incidente. "Pese a los esfuerzos y a las ordenes dadas por los cuatro funcionarios hallados en el lugar, el interno agresor se resistió reiteradamente a obedecerles y sorpresivamente se lanzó contra ellos, comenzando a golpearles con extrema violencia, viéndose obligados a defenderse como buenamente pudieron debido a la corpulencia del interno, al inesperado ataque y a la falta de medios materiales para repeler los golpes, fruto de los cuales resultaron heridos tres de ellos hasta que consiguieron reducirlo gracias a su pericia y diligente y rápida actuación".
Se da la circunstancia, afirma TAMPM, de que "no es la primera vez que se produce un incidente de este tipo en las últimos meses, debido en buena medida al gran número de internos peligrosos que alberga el centro y los 3 módulos más conflictivos del mismo, con hasta casi 100 internos conviviendo las 24 horas del día en un espacio tan reducido".
"Este tipo de altercados, por desgracia, no son aislados, y se deben a la mala clasificación existente, ya que muchos de los internos no están capacitados para vivir en segundo grado, que es el régimen de vida común". Pero desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, denuncia, "se está primando la progresión desde el primer grado a este tipo de régimen convivencial para maquillar las estadísticas y vender la reinserción como un logro de cara a la sociedad, cuando realmente no es así, como estos hechos y otros muchos atestiguan".
Gran parte de estos intern, añade el sindicato, "deberían estar clasificados en un régimen más restrictivo, alojados en módulos especiales, puesto que está demostrado que no se adaptan a las normas de convivencia y ante el mínimo problema muestran su extrema agresividad, poniendo en riesgo la vida de otros internos y la de los propios funcionarios". De hecho, según las estadísticas, cada día se produce más de una agresión a funcionarios con lesiones en los distintos centros penitenciarios de España. "Pero la seguridad y la integridad de los funcionarios parece que en Madrid y a Marlaska no les importan demasiado y únicamente les preocupa el hecho de vender un sistema penitenciario ejemplar que tal y como demuestran este tipo de incidentes no es así".
En este sentido, este sindicato viene denunciando sistemáticamente la alarmante falta de personal en Topas, tanto de vigilancia como de médicos. Actualmente para una población de unos 900 internos existen sólo cuatro facultativos y las labores de vigilancia se ven mermadas por la escasez de funcionarios, a lo que hay que añadir la avanzada edad de los mismos, con una media de edad de 57 años, una de las más altas de toda España. Es habitual que las labores de vigilancia de estos módulos conflictivos, donde conviven cerca de 100 internos multireincidentes, sean desempeñadas únicamente por dos funcionarios, uno de ellos en prácticas, al no haber de carrera en la plantilla, ya que la mayoría se pasa a segunda actividad que les exime de realizar estas labores.