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Lucha y esfuerzo vital para pasar de ser niña en la cuna a Izam Álvarez
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TESTIMONIO

Lucha y esfuerzo vital para pasar de ser niña en la cuna a Izam Álvarez

Actualizado 26/02/2023 10:15
Raul Blazquez

Su camino hacía el cambio, desde la niña del nacimiento, ha sido difícil y cargado de complicaciones, pero hoy ha conseguido ser la persona que soñaba ser

Su historia es de esas que cuesta trabajo transformar en palabras porque el esfuerzo, la superación y las ganas de vivir y ser plenamente traspasan cualquier modo de contarlo. Es un ejemplo de como alguien ha luchado por construirse a si mismo, desde el medio rural y sin miedo a nada.

Así podemos arrancar la historia de Izam Álvarez, hoy un joven de 32 años que nació en un cuerpo que no le correspondía y con un nombre femenino que nada tenía que ver con sus sentimientos, algo de lo que se dio cuenta desde los primeros compases de su existencia, casi desde la cuna.

Y es que, tal y como explica Izam, “desde muy pequeñito sabía que era un niño…cuando comencé a tener conciencia no hacia otra cosa que pedirle a Dios el poder despertar siendo un niño. Fui creciendo y veía como mi cuerpo no se desarrollaba como yo quería, sino que lo hacía al contrario de lo que yo sentía”.

A partir de ese momento, comenzaba un verdadero calvario personal, en el que el castigo parecía ser el mayor de los protagonistas. “Al llegar casi a la adolescencia empecé a maltratar mi cuerpo, pensando que si tenía una delgadez no se me notaría el pecho ni las caderas y eso, algo que me llevó a sufrir un trastorno relacionado con la autopercepción y la distorsión de la imagen corporal” afirma.

“Pasó el tiempo, conocí a un chico trans y fue cuando me di cuenta de que así me sentía y quería ser…fue el impulso definitivo que me hizo levantarme, cortarme el pelo y luchar por mi identidad” asegura Izam.

Tras ello llegaba un cambio radical en su vida. “Me mudé a Madrid donde ya siendo mayor de edad empecé a luchar por poder obtener la testosterona, pero no fue fácil ya que entonces se consideraba una enfermedad mental y tenía que ir a consultas con el psicólogo para que me dieran lo que ellos querían, ya que se llamaba un trastorno de identidad de género. En la unidad del Ramón y Cajal, donde tenía la consulta, estaba incluido dentro del programa UTIG (unidad de trastorno de identidad de género), donde tenía que soportar preguntas de lo más absurdas y todo para demostrar lo que era un hombre... pero cuando parecía que todo iba bien, entre el 2015 y el 2016, tuve que vivir continuos episodios de buying por parte de mis compañeros, lo que me llevó a tener un intento de suicidio” explica emocionado Izan.

Una situación que le dejo marcado profundamente y con no pocas secuelas. “A raíz de aquello mi pareja me dejó y fue cuando regrese a mi pueblo, Cantaracillo, donde pensé que nadie lo entendería…pero estaba muy equivocado. Me recibieron con los brazos abiertos y puedo decir que estoy orgulloso ya que mi familia acepto mi identidad de género y las personas de mi pueblo igual (pensé que esto no sucedería nunca). Fue entonces cuando comencé a ver la luz y empezaba mi recuperación, aunque siendo sincero tuve de nuevo episodios anorexia, algo que me condicionaba a la hora de poder realizarme la mastectomía debido al peso.

Fueron tiempos de tormenta, de tempestades y calma en episodios casi repetidos y de manera continuada. Un tiempo convulso que finalmente, tras una verdadera ‘larga travesía por el desierto’ llegaba al año 2018, momento clave en la vida de Izam. “Fue en diciembre de 2018 cuando me ingresaban en un centro especializado en TCA (Trastorno de Conducta Alimentaria) en Barcelona, ya que después de muchos años con anorexia no vieron otra opción. Era un cambio muy grande y quisieron que este proceso estuviera siempre apoyado por especialistas, tenia mucho miedo” y entonces, asegura de nuevo con mirada brillante, “apareció Anna, una chica que se convirtió en mi apoyo, mi confidente, mi mejor amiga…y finalmente mi esposa. Ella fue la que me dio fuerza cada día para salir del agujero negro en el que estaba y junto a ella, familia y amigos, logre la aceptación y llegar a las taansiadas operación de histerectomía, mientrás que la mastectomía aún espera por mis problemas con el tca".

Hoy, en este 2023, Izan cuenta con su DNI con su identidad real, tras años de tratamientos. Una lucha diaria, constante y sin tregua que, si es el camino que está siguiendo alguien que se encuentre en la misma situación, Izan tiene claro que “mi consejo es que siempre sean ellos y que no hay un manual de cómo ser uno de verdad... la transexualidad o identidad de género es muy diversa. Hay mucha diversidad de cuerpos, al igual que testimonios. Sobre todo, que busquen y pidan ayuda, que no lo vivan en silencio ya que para nada es malo ser diferente”.