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Encierro limpio y correcto de los astados de El Pilar, entre los que hubo una baja de última hora
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CIUDAD RODRIGO | LUNES DE CARNAVAL

Encierro limpio y correcto de los astados de El Pilar, entre los que hubo una baja de última hora

Actualizado 21/02/2023 13:45
David Rodriguez

El Lunes de Carnaval está contando únicamente con 5 toros, ya que el sexto se lesionó en la jaula del camión que lo llevaba a los toriles urbanos

Ciudad Rodrigo ha entrado en la ‘2ª parte’ de su Carnaval del Toro, aquella en la que ya hay menos gentío a nivel general por la marcha de todos aquellos que tienen que trabajar Lunes y Martes, pero que mantiene el alto número de involucrados directamente en los eventos taurinos, es decir, de corredores de los encierros, recortadores y maletillas, que evidentemente tienen en Miróbriga una de sus grandes oportunidades anuales de lucimiento y disfrute.

La jornada del Lunes está protagonizada en materia taurina por la ganadería de El Pilar, entre cuyos 6 astados seleccionados para participar en el Carnaval hubo una baja de ultimísima hora: un astado se lesionó en la jaula del camión que lo llevaba a los toriles urbanos situados entre las calles Miño y Duero, con lo cual no pudo tomar parte en el encierro (y obviamente tampoco en el resto de eventos del día).

El encierro se quedó así con 5 toros –curiosamente el mismo número que el sábado-, que protagonizaron una carrera limpia (no se han comunicado incidencias relevantes ni por parte de los servicios médicos de la Plaza ni por parte de Cruz Roja), y correcta, tardando un total de 12 minutos en entrar en los toriles del ágora mirobrigense el último de los astados.

En este aspecto, a la Plaza fueron llegando desperdigaos: primero un buey, menos de un minuto después el resto de bueyes con dos toros, justo detrás suyo otro, un poco más tarde el cuarto, y uno último un poco más rezagado. Como se puede ver al inicio de la galería, los prolegómenos del encierro en la Plaza fueron animados tanto por la Charanga Santana como por un hombre que se puso a mostrar sus habilidades atléticas corriendo y haciendo el pino, arrancando los primeros aplausos de la mañana.