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El bombero salmantino que vive pendiente de una llamada para unirse a los rescates en Turquia
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JAVIER MALMIERCA, BOMBEROS UNIDOS SIN FRONTERAS

El bombero salmantino que vive pendiente de una llamada para unirse a los rescates en Turquia

Actualizado 14/02/2023 16:09
Raul Blazquez

Es el único profesional charro que esta unido a esta organización, que vive cada día en permanente contacto con sus compañeros mientras espera el posible aviso para trabajar en la zona del terremoto

Se llama Javier Malmierca y hoy es un Bombero profesional en el parque de Villares de la Reina que vive manteniendo su atención en la llamada que pueda llevarle a situarse en la primera línea de trabajo y rescate en los históricos terremotos vividos en Turquía y Siria.

Es el único salmantino que forma parte de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras, una organización que lleva varios días desplegada entre las miles de toneladas de escombros que ha dejado el seísmo, realizando una maratoniana labor de recuperación de personas bajo los escombros, siempre con el cronometro de la vida tan activo como presente.

Javier recuerda hoy sus inicios en la organización. “Fue en 2015 cuando comencé como bombero profesional en la provincia. A través de unos amigos conocí la ONG y realizamos un simulacro en Béjar que me encantó, por lo que no dude ni un momento en hacerme voluntario y formar parte de ellos” detallando como, a pesar de que Salamanca no dispone de sede, “yo estoy vinculado a la de Madrid, siendo el único salmantino en ella, desarrollando aquí labores de colaboración en lugares como Armenteros y el Comedor de los Pobres”.

A nivel internacional, Javier ha formado parte de un equipo que ha estado trabajando en África, en Guinea Ecuatorial, encargándose de formar más de un centenar de bomberos de siete parques por toda la zona en una primera fase y otros cien en la segunda. “En total estuve ocho meses allí y fue una experiencia impresionante, formando y coordinando todo” señala.

Después de todo esto la tierra temblaba bajo Turquía y Siria el pasado 6 de febrero, generando un nivel histórico de devastación, algo que ya le ha hecho coronarse como el peor terremoto de la historia recientemente en ambas zonas. Un momento que activaba todas las alarmas en Bomberos Unidos Sin Fronteras, movilizando a todos los voluntarios profesionales, entre los que se encuentra este salmantino.

“Ya estamos colaborando de manera activa sobre el terreno, principalmente en labores de rescate de personas, algo para lo que han mandado un destacamento de 13 bomberos de toda España, sanitarios y cuatro perros especializados en la recuperación de personas en situaciones como esta. Hoy están trabajando en Turquía, mientras esperan el aviso para poder acceder a Siria, país que se encuentra en guerra y que vive una inestabilidad todavía mayor” explica.

Lo que están viviendo los Bomberos allí, asegura, “es muy duro…te puedo decir que están durmiendo en los traslados que realizan de un punto a otro, en camiones, echando pequeñas cabezadas... paran apenas unos minutos para comer algo muy rápido y continúan entre los escombros…y a esto le añades que están trabajando a diez y quince grados bajo cero. Es una situación muy complicada” y detalla que el proceso que están siguiendo “se desarrolla en estructuras que han colapsado. Cuando los perros localizan personas hay que comenzar un complicado y delicado proceso para ir abriendo un camino, apuntalando cada movimiento hasta llegar a la persona…han estado más de 24 horas realizando ese camino para poder rescatar a alguien, es un esfuerzo muy grande, pero es todavía más grande la necesidad de hacerlo”.

Entre tanto dolor, esfuerzo, devastación y la gran cantidad de ciudadanos sin vida que están recogiendo estos profesionales voluntarios, surgen los momentos de emoción e intensidad, cuando entre las ruinas ven moverse las manos de alguien o escuchar alguna leve voz. “Han conseguido rescatar estos días a cinco personas con vida, dos niñas pequeñas y tres adultos…después de cinco días bajo los escombros, sin comer ni beber nada, encontrar vida es una sensación inexplicable que no deja duda de la fortaleza del ser humano” asegura emocionado.

Un operativo, que solo acaba de ponerse en marcha, en el que Javier puede unirse de un momento a otro ya que, tal y como explica, “nos pueden avisar en cualquier momento para solicitar refuerzos. Yo estoy totalmente preparado para que, en el mismo instante que me activen, pueda salir hacia el aeropuerto y unirme a los trabajos allí” y añade que “nada más ocurrir esta catástrofe me puse en contacto con la dirección de la ONG para poner mis servicios a su disposición y acudir a la zona de inmediato. He preparado la mente desde el primer momento y estoy puesto ya en situación. Se que es duro, que con el paso del tiempo nos vuelven a la cabeza imágenes, momentos, pero por encima de todo está el ayudar a las personas, algo que requiere de una preparación que nosotros ya tenemos”.

Una labor que, además de ellos, está contando con gran apoyo a través de bomberos y colectivos en la provincia salmantina. “Estoy recibiendo llamadas de voluntarios de Lumbrales y varios puntos de la provincia, realizando la captación de fondos económicos y material de ayuda humanitaria…pero si tuviera que organizar un equipo de personas para viajar conmigo hasta allí tardaría apenas horas en hacerlo realidad ya que muchos se han ofrecido costeándose ellos mismos los gastos de desplazamiento. El apoyo y las manos para ayudar son muchas y todas dispuestas a venirse se lo puedo necesitar”.