Jueves, 18 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
No hablar por no ofender
X
LA MOSCA COJONERA

No hablar por no ofender

Actualizado 04/02/2023 17:31
Luis Gutiérrez Barrio

A lo largo de estos últimos días he leído y oído una frase que se ha repetido con más frecuencia de lo habitual. Más o menos viene a decir que debemos evitar todo aquello que sabemos ofende a la otra parte.

Sin entrar en más análisis, esta frase, puede parecernos correcta e incluso aparentar bastante dosis de sensatez y de respeto al otro.

Ahora bien, a poco que rasquemos nos damos cuenta de que no es tan inocente ni tan benevolente, sobre todo cuando para no ofender al otro debemos concederle todo cuanto nos pide (hay personas e instituciones expertas en hacerse los ofendidos)

Yo no soy psicólogo, y creo que tampoco es necesario serlo para poder afirmar que si a una persona, para no ofenderla, se le concede todo lo que pide y además hay que dárselo ya, no tardará mucho en darse cuenta del momio que tiene y crecerá convencida de que tiene derecho a que se le conceda todo cuanto exige (el pedir se volverá en exigencia con el tiempo). Es esta una conducta que hasta los niños más niños, incluso los bebés, aprenden y hacen suya con suma facilidad.

Si un bebé es capaz de incluir entre sus conductas la de exigir para recibir de inmediato lo exigido, exigencia que puede ejercerla con pataletas o con lloros interminables que no permiten que nadie en la familia pueda conciliar el sueño, no es de extrañar que los mayores apliquen esta misma táctica para obtener lo que quieren, no con lloros y pataletas, claro, aunque en algunos casos también, pero sí con amenazas y chantajes de todo tipo, y si no me lo das me ofendo.

La cuestión, creo yo, no es evitar lo que pueda ofender al otro, sino hacerle ver con respeto y educación, pero de forma firme que no dé lugar a interpretaciones ni equívocos, que habrá ocasiones en las que no estemos de acuerdo, que eso que está haciendo, diciendo o pidiendo, ni está bien ni es justo.

Esta conducta que puede valer para las personas, también puede valer para las instituciones, incluso para las más altas como pueden ser los gobiernos de las naciones.

A nadie nos gusta complicarnos la vida, a ninguno nos gusta vivir bajo el paraguas del miedo, no es agradable tener un vecino potencialmente peligroso al que es mejor no ofender. Pero al concederle todo lo que pide para que no se enoje, lo único que conseguiremos es que cada vez pida más, y tarde o temprano llegará un momento en que habrá que pararle los pies. Tal vez para entonces haya acumulado tanto poder que el pararle los pies tenga un coste mucho mayor que el haberle negado sus caprichos desde el principio.

Suele ocurrir con bastante frecuencia que para no ofender a uno, que casi siempre, por no decir siempre, es el más fuerte, tenemos que perjudicar a otro, que casi siempre, por no decir siempre, es el más débil. Con esta conducta lo que conseguiremos, a plazo más o menos largo, es ganarnos dos enemigos: por un lado, el no ofendido, que nos estará chantajeando una y otra vez y por otro, el más débil, que al sentirse humillado y ninguneado intentará perjudicarnos con todos los medios que tenga a su alcance.

¡Cuidado con la ira de los débiles!

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.