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Teresa Martín-Rico, la salmantina que triunfa en la arquitectura estadounidense
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SALMANTINOS AL OTRO LADO DEL CHARCO

Teresa Martín-Rico, la salmantina que triunfa en la arquitectura estadounidense

Actualizado 02/02/2023 22:31
Redacción

Creció en la capital charra y actualmente vive en Hollywood, donde ha formado su familia

Hay salmantinos que triunfan en Salamanca, otros en España y otros fuera de nuestras fronteras, como Teresa Martín-Rico, una arquitecta de padre salmantino y madre alicantina. Pasó su infancia y adolescencia en la capital del Tormes y se formó en los Salesianos de María Auxiliadora hasta que comenzó la universidad. Ahí fue el primer momento en el que tuvo que hacer las maletas. En Madrid estudió la Carrera de Arquitectura en la Universidad Alfonso X el Sabio. Lugar muy especial para ella no solo por formarse en sus estudios, sino que es dónde conoció a su marido.

Sin saber que el depararía el futuro, mientras realizaba Proyecto fin de Carrera, comenzó a estudiar un Master de Energías Renovables, también en Madrid. A la vez que seguía formándose, realizaba prácticas en un estudio de arquitectura de Salamanca. “El objetivo era ir adquiriendo experiencia profesional y en cuanto terminé de estudiar, me salió la oportunidad a principios de 2014 de venir a trabajar a Los Ángeles por un periodo de un año en un estudio en Culver City”.

Tomó la decisión, hizo las maletas y puso rumbo a Estados Unidos con 24 años. “Aquí apreciaron mi trabajo y pase los primeros 4 años y medio de mi estancia. Mi trabajo consistía en proyectos comerciales, aunque me centré más en Vivienda y proyectos residenciales de apartamentos y adosados en la ciudad de Los Ángeles”, explica.

Después de un tiempo allí, ella misma explica que “entendí que las carreras profesionales en este país avanzan a medida que uno crea conexiones laborales y cambia de posición y empresa”. Tomo entonces la decisión de dar un paso más y comenzó a trabajar en el estudio Relativity Architects, en el centro de LA, donde ya lleva cinco años.

Explica que “durante estos últimos anos, me di cuenta la validez que tiene un profesional cuando tiene una licenciatura americana y mientras trabajaba como Project Manager, dirigiendo diversidad de proyectos y al control de varios equipos de diseñadores y arquitectos, decidí ponerme a estudiar”, combinándolo con su trabajo.

De este modo, aprobó los 6 exámenes nacionales más 1 estatal para el estado de California. Así pasó también a ser licenciada en este país y tener las posibilidades de abrir su propia firma de arquitectura. Eso sí, en un futuro y “si algún día me surgiera la oportunidad”.

Actualmente en su oficina, “estamos construyendo diversidad de proyectos, estudios de grabación para reality shows y series, edificios residenciales de apartamentos, Vivienda unifamiliar y también en espacios comerciales en los que últimamente ha estado más centrada. Estoy dirigiendo y diseñando más de 10 espacios de oficinas y restaurantes en la zona de West Adams, edificios para venta de productos de diseño en Culver City y las oficinas headquarters para el diseñador de moda Jerry Lorenzo para su firma Fear of God, junto al diseñador de interiores Willow Peron. Actualmente, estoy dirigiendo las oficinas privadas para una gran personalidad, que no puedo mencionar por temas de contratos de confidencialidad”, añade.

Además, también ha realizado diferentes publicaciones de proyectos para revistas como Architectural Digest, Curved LA.

Ahora, con 33 años y afincada en Los Ángeles, su vida está allí. “Me casé, compramos una casa en Hollywood en 2021 y ahora tenemos una niña”. Señala que la vida aquí es muy diferente, sobre todo esta ciudad en la que es necesario tener coche ya que los medios de transporte público no son igual que en Europa, y aunque las carreteras son de más de 6 carriles en cada sentido, siempre te ves afectado por el tráfico”.

Pero también existen diferencias en lo que al trabajo se refiere. “Las oportunidades laborales y las experiencias que uno consigue viviendo en este país son únicas. Aunque "siempre que puedo me escapo a visitar a mis amigos de Salamanca, y echo de menos la ciudad que tenemos, nuestra Plaza Mayor, nuestras catedrales, el pasear en una ciudad con tanta cultura, nuestros materiales locales y edificios construidos de Piedra de Villamayor lo fácil que puede ser la vida allí”.