Un autotrasplante podría ayudar al niño en la lucha contra la enfermedad, pero la búsqueda del donante continúa más activa que nunca
"No hay tiempo". Lo que era una carrera a fondo en contra del tiempo ha llegado a su fin. Alberto no ha encontrado un donante de médula compatible para superar el linfoma de Burkkit, una enfermedad rara que le diagnosticaron el pasado mes de junio. Se trata de un tipo de linfoma muy agresivo que se multiplica por dos cada 24 horas. Ahora, el pequeño de 4 años se encuentra en casa desde el pasado miércoles por la tarde y hasta el domingo. Para recargar fuerzas, aunque en realidad nunca las ha perdido porque no ha dejado de pelear. No pierde la esperanza en que a última hora suceda el milagro.
Llevan meses con una doble lucha: la enfermedad y el tiempo, que corre en su contra mientras espera un donante compatible. Primero una petición para Papá Noel, sin resultados. Luego para los Reyes Magos, pero tampoco trajeron buenas noticias. Ahora, un rayo de esperanza parece que asoma entre tanta incertidumbre: un autotrasplante.
“Como de momento aun no ha llegado ningún donante compatible y el tiempo va en nuestra contra, decidieron analizar su propia médula”, explica Luis, padre del pequeño Alberto. “En principio está bien, el PET-TAC que le han hecho junto con la quimio que ha recibido muestran, en principio, que está todo limpio”. Por ello, se ha decidido iniciar el proceso para realizar ese autotrasplante.
Pero la batalla no termina ahí. Ese es el “plan A”, pero no el único. El plan B está en sus padres, que serían la siguiente opción y que son compatibles al 50%. Por último, el plan C: encontrar un donante. “El tiempo corre en nuestra contra”, recalca Luis. Cuando una persona dona se comienza un proceso de análisis para ver si es compatible con el paciente y puede pasar un tiempo muy valioso. Por eso siguen en busca de un donante, ya que sería la mejor opción. “Si el proceso de acondicionar su médula no funciona, y se ha encontrado un donante 100% compatible, se pasa directamente al plan C”.
Por ello es importante seguir buscando y conseguir un donante. No solo para el pequeño Alberto, sino para otras personas. “Si un donante no es compatible con mi hijo, puede serlo con otras personas”. Por eso la insistencia de donar.
Alberto no pierde la sonrisa a pesar de todo lo que está viviendo. El tratamiento de quimio que ha recibido “no lo ha recibido ningún otro niño nunca, es muy brutal”, explica el padre del menor quien, al otro lado del teléfono, y con una pequeña sonrisa que se deja notar, cuenta que “le ves con esa sonrisa, feliz, alegre, saltando, jugando, comiendo… y es increíble. Y no es porque sea mi hijo, pero estamos alucinando por como ha respondido el niño y nos lo dicen desde el Hospital”.
Ahora, tras llevar unas horas en casa, el pequeño y su familia y amigos siguen sin rendirse, y tienen claro que no lo harán. La búsqueda de una donante compatible continua. “Te pones a pensar… con esa risa y con esa vitalidad que tiene, dentro de un mes o de dos… no saber qué va a pasar, es duro, muy duro”. Y Luis tiene claro que “mi lucha no acaba aquí, no sé qué va a pasar mañana. Hay que vivir el día a día”.
Puedes inscribirte en el enlace https://castillayleon.medulaosea.org/
Para recibir más información en www.fcarreras.org , en la ONT www.ont.es , en la Coordinación Autonómica de Trasplantes, Tel.- 983 328 000 Ext. 89133, en los Bancos de Sangre de tu Hospital de referencia y en el Centro de Hemoterapia y Hemodonación, Tel.- 983 418 823 (martes y jueves de 13.00 a 14.30 h), ASCOL 923 260 066 y ALCLES 987 242 211.
Hay dos formas:
Después de la donación se puede tener un dolor localizado en el lugar de la extracción, como máximo durante una semana.